NBA | CELTICS 140 - HORNETS 105
Los Celtics son la tormenta perfecta
De exhibición en exhibición, los Celtics lideran la NBA. Kevin Durant salva a los Nets y Joel Embiid, que regresaba, ganó el partido para los Sixers.
Desde que comenzó la temporada NBA hay dos equipos que parecen muy por encima del resto: Boston Celtics y Milwaukee Bucks. Los mismos que jugaron una tremenda semifinal del Este a siete partidos el pasado curso, y los mismos que tienen todavía margen de mejora porque unos están sin Robert Williams, que emergió definitivamente en la 2021-22 como ancla defensiva y excelente finalizador, y los otros sin Khris Middleton, all-star y escudero perenne de Giannis Antetokounmpo. Casi cada día, uno de los dos (o ambos, según el calendario) recuerdan al resto dónde está, ahora mismo, la vara de medir en la NBA. Por si hace falta. Los Bucks dejaron ayer su cuenta en 14-5 tras ventilar a los Mavericks. Un día después, los Celtics respondieron a su manera. Es decir, con el rodillo en marcha: 140-105 a Charlotte Hornets y 17-4. Nueve victorias seguidas en el Garden, trece totales en catorce sus últimos catorce partidos.
Los Celtics están en ese punto de absoluta superioridad sobre casi todos, de perfecto funcionamiento colectivo, que les permite mover la rotación y que parezca que aquí no pasa nada. Después de dar descanso a Jayson Tatum, esta vez les tocó día libre a Jaylen Brown y Al Horford. Lo dicho: aquí no pasa nada. Paliza descomunal que pudo ser tan grande como hubieran querido los verdes, que ganaban por 27 (43-16) ya en un primer cuarto que cerraron en 45-19. Ya no hubo partido, claro. En ese primer cuarto para enmarcar, los Celtics crearon una tormenta perfecta sobre los pobres Hornets (6-15), un equipo que ha caído en otra reconstrucción sin completar la anterior y que juega sin LaMelo Ball, Gordon Hayward y Terry Rozier. Un juguete en manos de un rival que en esos doce minutos metió diez triples (0/6 los de Carolina) con un 73% total en tiros y 16 puntos de un Jayson Tatum que, con una facilidad (cada vez menos) asombrosa acabó con 35 puntos. Marcus Smart sumó 10 y 8 asistencias (22+15 total) y Malcolm Brogdon 19 para 21 al final. Una exhibición tremenda de un equipo tremendo que se mueve en el mejor índice ofensivo de toda la historia de la NBA.
Sixers y Nets avanzan, cada uno a su ritmo
Joel Embiid regresó y gracias a él, básicamente, los Sixers ganaron a los Hawks (104-101) y se mantienen en una situación buena (12-9) a pesar de su plaga de lesiones. James Harden y Tyrese Maxey siguen fuera, y el camerunés no había jugado durante la última semana por un problema en un pie. Contra unos Hawks que tuvieron una buena oportunidad de dejar atrás sus patinazos de los últimos partidos, Embiid apareció como una presencia gigantesca en ataque y defensa. Terminó con 30 puntos, 8 rebotes y 7 asistencias. Pero, lo más importante, fue clave en el momento caliente. En el último minuto, su equipo convirtió un 97-100 en el 104-101 final. Él anotó los siete puntos y sumó o asistió en los 13 que hicieron los Sixers en los últimos tres minutos y medio. No fallo desde la línea de personal, anotó la canasta que volteó el marcador con un tirito marca de la casa y firmó las jugadas decisivas también en defensa. A su lado, Tobias Harris (24 puntos y 10 rebotes) y un Shake Milton que está respondiendo a la perfección a las lesiones en el backcourt: esta vez 21+5+7 y cuatro partidos seguidos por encima de los 20 puntos.
Los Hawks se quedan en muchos partidos en un sí pero no. Tuvieon ventajas de 16 puntos pero primero permitieron que los Sixers se agarraran al partido por falta de contundencia en defensa y luego no respondieron bien a una la 2-3 que puso Doc Rivers. Sonó a oportunidad perdida para un equipo que queda en 11-10 tras su tercera derrota seguida (y seis en los últimos 10 partidos). Trae Young sumó 18 puntos y 10 asistencias con un mal 6/14 en tiros y Dejounte Murray acabó en 17+5+6 pero con 7 pérdidas.
En Brooklyn, mientras, Kevin Durant apañó un partido en el que nadie hizo lo suficiente para sacar mucho pecho: 109-102 para los Nets contra unos Magic plagados de bajas y que al menos se mantuvieron siempre vivos, primero al mando y después haciendo la goma. La mala noticia para los Nets (11-11, en el 50% por primera vez desde el 1-1) fue que Ben Simmons, que había ido por fin a más en los últimos partidos, se tuvo que retirar por molestias en una rodilla que habrá que mirar con lupa. La buena, que Kevin Durant sigue siendo Kevin Durant: 45 puntos, 7 rebotes y 5 asistencias con un 19/24 en tiros y 19 puntos (8/9) en el tercer cuarto, cuando su equipo tomó el control. El alero, colosal, jugó 39 minutos en la segunda noche de un back to back. Imposible pedirle más. Kyrie Irving, de más a menos, acabó con 20 puntos, Claxton con 17 y 13 rebotes y Joe Harris dio señales de vida (17+4).
En los Magic, muy mermados por unas bajas que han arrasado su backcourt, un buen inicio al ritmo de Paolo Banchero (24+4+5), Franz Wagner (21) y Bol Bol (24+6). Es un 5-16 ya para un equipo que apila cinco derrotas seguidas, la peor racha de un Este en cuyo fondo se mueve junto a Pistons y Hornets.
Los Bulls aprovechan el bajón de los Jazz
Lejos de la elite del Este, pero intentando acercarse a la zona noble, los Bulls van sumando aunque siguen en negativo (9-11). Al menos, en Salt Lake City (107-114) resolvieron en los minutos finales, donde tantos problemas han tenido en otros partidos. Su rival, los Jazz, acumula ya cinco derrotas seguidas y va bajando (12-11) hacia una situación más cercana a lo que se esperaba de un equipo en reconstrucción pero que fue la sensación del inicio de temporada (10-3).
Los Bulls se sobrepusieron a la monstruosa primera parte (60-53) de un Lauri Markkanen, ex de los de Illinois, que en esos 24 minutos sumó 24 de sus 32 puntos totales (con 9 rebotes) con un 9/10 en tiros y un 5/6 en triples (7/11 al final). Además, la diferencia en la línea de tres fue brutal: 11/24 por 3/10. Y al final, 19/49 por 6/22. Pero los Bulls lo arreglaron con puntos en la zona (64), control de las pérdidas y mano desde la línea de personal (22/25), un lugar inhóspito para los Jazz (6/15). DeMar DeRozan acabó con 26 puntos (y 6 asistencias) después de quedarse en 4 en la primera parte. Zach LaVine anotó 20 puntos, Vucevic 16 con 9 rebotes y fuero importantes desde el banquillo Coby White y Andre Drummond. Los Jazz siguen notando mucho la ausencia de Mike Conley en la dirección. Collin Sexton acabó con 17 puntos y 6 asistencias pero fallaron demasiados tiros Jordan Clarkson y Malik Beasley.