Los Bucks regresan a la tierra
La pista más difícil de la NBA, la de los Cavs, demasiado reto para unos Bucks sin Lillard. Los Thunder, dos de dos tras perder en Las Vegas.
Los Bucks salieron de Las Vegas, y de una feel Good story que les hacía mucha falta después de un pésimo inicio de temporada que han ido recomponiendo poco a poco, y se estamparon contra un muro: 124-101 en Cleveland en un partido en el que ya perdían 69-51 en el descanso. Pero tampoco es que tengan que recuperar el discurso de la resaca post Copa (juegos de palabras al margen). No todavía. Veremos si les afecta el paso por el torneo como a Lakers y Pacers, los finalistas de la primera edición que tuvieron después semanas muy complicadas en la pasada regular season. Pero el termómetro, no es, desde luego, un partido en Cleveland, la cancha más difícil de la NBA (15-1 ahora los Cavs como locales) y sin Damian Lillard.
Un problema muscular dejó sin jugar al base y el backcourt titular, que más o menos tenía que intentar cubrir esos 25,7 puntos que quedaban de pronto vacantes, se quedó a cero: 0/9 en tiros para AJ Green y Andre Jackson Jr. No salió nada y el partido se escapó entre pérdidas de los Bucks y rebotes de ataque de unos Cavaliers que tiraron muchísimo mejor: al descanso, ya seis triples más (10 por 4) con porcentajes muy superiores. Al final, el doble de producción (20-10, treinta puntos más) desde la línea de tres con un 47% por el 37% de unos Bucks en los que hasta a Giannis Antetokounmpo le costó entrar en calor. Acabó, eso sí, con 33 puntos y 14 rebotes, aunque más pérdidas que asistencias (5-3) y un 6/10 desde la línea de personal.
Hoy los Bucks reciben a los Wizards y esa, si se produjera, sí sería una derrota muy preocupante. En Cleveland tenían todas las cuentas en contra, y la baja de Lillard los dejó tiritando antes de empezar. Han perdido sus tres partidos contra los Cavs (queda un cuarto, en marzo) pero Giannis se perdió uno, Khris Middleton (esta vez sí jugó tras perderse la final de Las Vegas) otro y Lillard, este. Dicho todo eso, los Cavaliers son mejores que los Bucks y no hay que darle muchas más vueltas: 24-4 para el mejor balance de la NBA (ahora con dos partidos y medio de ventaja sobre los Celtics en el Este), 14-12 para los de Doc Rivers, cuya victoria contra los Thunder en Las Vegas no cuenta para la regular season.
Los Cavs tuvieron su propia buena noticia: Max Strus por fin debutó y completó el puzle de un equipo que no había contado todavía con el alero, que entró desde el banquillo pero será titular cuando coja ritmo, por un feo problema de tobillo. Strus, cuya puntería exterior y capacidad competitiva debería completar un quinteto temible que ha hecho varias pruebas durante su ausencia al lado del core 4 (Donovan Mitchell, Darius Garland, Evan Mobley, Jarrett Allen), anotó 9 puntos con tres triples en una noche muy plácida en Ohio, sin ningún titular con más de 27 minutos en pista. Mitchell, eso sí, los aprovechó bien: 27 puntos.
Los Thunder, ni rastro de malas vibraciones
Si a los Bucks les tocó un duro despertar tras su paso por Las Vegas (otra vez, juegos de palabras al margen), los Thunder han demostrado que el tránsito por el torneo no tiene por qué significar nada de cara al regreso, después, a la actividad normal del calendario NBA. Tres partidos en cuatro noches, incluida la final, y dos victorias exprés en Florida (contra Magic y Heat) después del patinazo contra los Bucks. En el sur recurrieron, cómo no, a su asfixiante defensa (97-104) para someter a unos Heat que se quedaron sin Jimmy Butler, enfermo, ya en el primer cuarto pero que agotaron todos los recursos de la chistera de Erik Spoelstra para llevar vivos a los minutos decisivos.
Mientras esperan a que vuelva Chet Holmgren (con el mercado invernal por en medio, por si acaso) para saber cómo de legítimo puede ser su ataque a la hora de aspirar de verdad al anillo, los Thunder saben que pueden apoyarse en su defensa: por cuarto partido seguido (incluidas semi y final de la Cup), su rival no llegó a 100 puntos, incluidas fases estrangulantes como la que decantó el partido: a falta de siete minutos y medio para acabar el tercer cuarto, los Heat ganaban 61-58. Pero solo anotaron nueve puntos hasta el inicio del último parcial, al que llegaron ya cuesta arriba (70-81).
Jalen Williams, decepcionante contra los Bucks, acabó con 33 puntos. Shai Gilgeous-Alexander, que tampoco brilló en la final del martes, con 25 menos eficientes de lo habitual (10/25 en tiros). Lu Dort firmó un 4/5 en triples (14 puntos) y Alex Caruso puso la actividad defensiva que ribeteó la victoria contra unos Heat liderados por Tyler Herro (28 puntos, 12 rebotes, 5 asistencias, 3 robos). Como la final de la Cup no cuenta, los Thunder apilan siete victorias seguidas y están 22-5, el mejor equipo del Oeste con un buen margen (tres partidos y medio de ventaja sobre los Grizzlies). Los Heat están 13-12, en la frontera con la zona de play in del Este y más pendientes, ahora mismo, del mercado y los rumores sobre el futuro de Jimmy Butler.
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