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NBA

Len Bias: la cocaína se llevó al “gran rival de Michael Jordan”

Iba a ser una gran estrella pero murió celebrando que lo había drafteado el campeón de la NBA, Boston Celtics. Bias conmocionó al mundo en 1986.

Len Bias: la cocaína se llevó al “gran rival de Michael Jordan”
The Washington PostThe Washington Post via Getty Im

Habría sido para Michael Jordan lo que Larry Bird fue para Magic Johnson”. Seguramente, no hay frase que honre más la memoria de Leonard Kevin Bias: Len Bias, la nueva esperanza de los Celtics y una estrella en ciernes de la NBA que murió en su segundo día de carrera profesional. El 17 de junio de 1986 fue drafteado por la franquicia de Boston, el campeón de la NBA, y el 19 murió por un problema cardiaco asociado al consumo de cocaína. Tenía 22 años y se esperaba de él que marcara una época y trasladara a la Conferencia Este de la NBA los duelos que ya había tenido con Michael Jordan en la poderosa Atlantic Coast Conference (ACC) de la NCAA.

Los Celtics 1985-86 se confirmaron como uno de los equipos más poderosos de la historia en las Finales ante los Rockets (4-2) y tras pasar como un tornado por el Este (11-1 contra los Bulls de Jordan, los Hawks y los Bucks). Era el acorazado del big three Larry Bird-Kevin McHale-Robert Parish con Dennis Johnson y Danny Ainge en el backcourt y Bill Walton, el gigante rojo, como sexto hombre. Pero a excepción de Ainge (26), los otros cinco tenían más de 28 años. Así que Red Auerbach, el forjador en el banquillo de la dinastía celtic en los cincuenta y sesenta y después arquitecto de la franquicia en los despachos, había trazado un plan para relanzar al equipo y ponerlo rumbo a los años 90 sin bajarse de la vanguardia de la liga: en octubre de 1984 había mandado a Gerald Henderson a los Sonics a cambio de una primera ronda de 1986. Acabó siendo un valiosísimo número 2 que los verdes invertirían en Bias, elegido por detrás de Brad Daugherty, excelente pívot que los Cavs seleccionaron de la North Carolina que había sido de Michael Jordan.

En el funeral de Bias, Red Auerbach fue uno de los que se dirigió a las más de 11.000 personas que se reunieron en Maryland para dar el último adiós al ídolo local que se acababa de ir. Aseguró, emocionado, que llevaba dos años operando para hacerse con Bias y que ese había sido el golpe más duro para la ciudad de Boston desde la muerte de JFK. La conmoción era general: Bias provenía de una buena familia, estructurada y religiosa. Se había criado en los suburbios de DC y había hecho toda su trayectoria en los alrededores de Maryland, del instituto a la Universidad. En sus cuatro años con los Terrapins pasó de proyecto “muy verde e indisciplinado” a gran estrella universitaria. Dos veces Jugador del Año en la ACC, firmó en su cuarta temporada más de 23 puntos y 7 rebotes por partido.

Sus medias totales en College fueron de 16,4 puntos, 5,7 rebotes y un 54% en tiros. Las de Jordan en North Carolina 17,7, 5 y 54. Decían que mezclaba la elasticidad del que ya era una estrella en los Bulls y la potencia que traería luego Shawn Kemp. Y hacía, otra vez en palabras de Auerbach, muchas más cosas: “Pasaba, defendía, tenía un excelente tiro de media distancia... habría sido all star cada temporada. Y jugaba con pasión”. Los Celtics iban a tener a un tipo de estrella distinta a las tradicionales en la franquicia. Una que acaparaba titulares y highlights, un jugador que ponía en pie a la grada con sus muelles y su músculo.

La muerte de un sueño

Pero no pudo ser. En junio de 1986, Sports Illustrated dedicaba su portada a la tragedia: “La muerte de un sueño”. Después de ser elegido con el 2 del draft, en el Madison Square Garden y por los legendarios Celtics que además eran campeones de la NBA, la vida de Len Bias se truncó en solo 48 horas y después de hacer un viaje de ida y vuelta de Maryland a Boston para reunirse con los Celtics y con Reebok, que le ofrecían 1,6 millones de dólares por cinco años.

De vuelta a casa, quedó con sus amigos en el campus de la Universidad de Maryland. Allí se le fue la mano con la cocaína junto a varios compañeros de equipo y su viejo colega Brian Tribble. Mientras hablaba con Terry Long, otro terrapin, tuvo un colapso. Cuando por fin alguien llamó a la policía (6:32 de la mañana) ya no respiraba. A los 8:55 de la mañana del 19 de junio, y después de varios intentos desesperados del personal médico del Leland Memorial Hospital de Riverdale, se certificó la muerte de Len Bias por una arritmia vinculado al consumo de cocaína. En su organismo no había ni otras drogas ni alcohol.

Brian Tribble, Terry Long y David Gregg fueron acusados por posesión de cocaína con ánimo de venderla y obstrucción a la justicia. Cuatro años después el hermano Len, Jay Bias, murió en un tiroteo con solo veinte años. Sus padres comenzaron una labor de concienciación social, la madre contra el consumo de drogas y el padre contra el uso incontrolado de las armas de fuego. Para entonces, Ronald Reagan ya había firmado una ley por la que se condenaba a cadena perpetua a aquellos traficantes cuyo negocio se pudiera relacionar directamente con la muerte de los consumidores. Fue conocida coloquialmente como la “ley Len Bias”.

En esa noche del 19 de junio se truncaron los sueños de un jugador que era una de las grandes esperanzas de la NBA para el relevo generacional que tenía que seguir al reinado de Lakers y Celtics. Muchos veían su rivalidad con Michael Jordan como el inicio de un nuevo duelo de colosos al estilo Bill Russell-Wilt Chamberlain y Magic Johnson-Larry Bird. Sus enfrentamientos en la ACC, la rebelde Maryland contra la mediática North Carolina, habían sido una sensación en todo el país; un joven de los suburbios de Washington DC retando a los todopoderosos Tar Heels de Daugherty, Sam Perkins y, claro, Michael Jordan, que ya era en 1986 una sensación en esa NBA en la que nunca debutó su gran rival que nunca fue: Len Bias.

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