¿Le darán a Westbrook el anillo si lo ganan los Lakers?

Los Lakers siguen vivos. Tras empezar la temporada 2-10, han protagonizado una remontada espectacular y se convirtieron en el mejor equipo de la Conferencia Oeste después de los playoffs. Acabaron la regular season con un récord de 18-9, acabaron 43-9 y se colaron en la séptima posición. Tenían que la necesidad imperiosa de ganar el primer partido del play in ante los Timberwolves, cosa que hicieron en la prórroga y tras especular, evitando así un segundo asalto en el que nadie sabe qué habría pasado y consiguiendo unos valiosos días de descanso antes de afrontar la primera ronda, especialmente para LeBron James y Anthony Davis. Tras ello, despacharon a los Grizzlies en primera ronda (4-2). Y ahora, están en semifinales y tienen enfrente a los Warriors en lo que supone el reencuentro del Rey con la última gran dinastía de la historia de la NBA. El fin de una era.

Siendo así las cosas, los Lakers tienen posibilidades de ganar el anillo. Y, por mínimas que sean, son mayores de las que tenían a inicio de curso. Quedan 8 equipos en liza que al principio eran 30. Y han rascado una valiosísima victoria en el Chase Center. Defienden muy bien, tienen a Anthony Davis a un nivel estelar, LeBron James aporta en los dos lados de la pista y sigue sano y Darvin Ham se reivindica como un buen entrenador en su primera temporada al frente de un equipo y tras años ocupando el puesto de asistente. Emergen secundarios como Jarred Vanderbilt, Dennis Schröder, Rui Hachimura o D’Angelo Russell y Austin Reaves se convierte en el favorito de la afición. Ahora, la pregunta es la siguiente: ¿tienen los Lakers posibilidades reales de ganar el anillo?

Es una cuestión que no tiene respuesta clara. Es subjetiva, por mucho que nos queramos agarrar a según qué datos para argumentarla. Pero nos lleva a otra gran duda de la que se está hablando mucho últimamente: los Lakers empezaron a mejorar cuando traspasaron a Russell Westbrook. En dicho movimiento se quitaron de encima a un base con difícil encaje táctico y consiguieron una serie de valiosas piezas que forman ahora parte de la plantilla, entre ellas al ya mencionado Vanderbilt. Ahí despegaron. Ahora bien: si los Lakers acaban ganando el anillo. ¿será Westbrook campeón de la NBA? El base recaló en los Clippers, donde ha cuajado una fantástica primera ronda a pesar de la derrota de su equipo y disputó su último encuentro con los de púrpura y oro el 7 de febrero, precisamente el día que LeBron superó a Kareem Abdul-Jabbar y ocupó el primer puesto en la lista de máximos anotadores de la historia de la mejor Liga del mundo. ¿Recibiría pues un anillo en caso de que lo ganaran los Lakers? Él lo quiere, al menos según la versión de Patrick Beverley, otro que empezó curso en los Lakers y fue traspasado. El guard, que terminó la temporada en los Bulls (ahora será agente libre), contó en The Pat Bev Podcast que se encontró entrenando a Westbrook y que este le dijo “Ey, Pat, si los Lakers ganan quiero mi anillo”. Beverley dijo que estaba de acuerdo... y que también quería el suyo.

Oficialmente no. Los campeones que reconoce la NBA son aquellos que han participado en al menos un partido de playoffs con el equipo que acabe conquistando el título. Pero las franquicias pueden encargar el número de anillos que consideren y homenajear a algún que otro jugador que, si bien no aparecerá en los libros de historia como ganador, sí que tendrá la preciada joya. Los Lakers ya lo hicieron con DeMarcus Cousins tras la burbuja de 2020 (no jugó en toda la temporada) y con Avery Bradley, que no acudió a Orlando por decisión personal. También con Elgin Baylor, lesionado antes de la 1971-71 y que perdió 8 Finales y demostró un gran compromiso con la franquicia. Otro ejemplo es el de los Cavaliers, que premiaron a Anderson Varejao, traspasado a los Warriors a mitad de la 2015-16. Westbrook ya ha reclamado el anillo en el podcast de Patrick Beverley (ex de los Lakers y también traspasado en el mercado de fichajes) en caso de ser conquistado por los angelinos. Veremos cuál es la solución que toman ellos. Ahora están a otras cosas. Porque, antes de todo esto, tienen que ganar, claro. Y eso no es fácil: nunca lo es.