Ediciones
Resultados
Síguenos en
Hola

NBA

La lanzadera de Yabusele

El francés convence en los Sixers y ya piensa en la próxima temporada, en la que pretende mejorar su situación salarial en la NBA.

La lanzadera de Yabusele
EMILEE CHINNAFP

Las cosas van bien, o al menos mucho mejor de lo que iban hace unas semanas, en Philadelphia. Los Sixers, después de un inicio tenebroso de temporada, han enderezado el rumbo. Todavía no parecen una alternativa de poder real en un Este en el que los Celtics son un valor seguro (y muy poderoso) y en el que pujan muy fuerte Cavaliers y Knicks. Pero, como mínimo, sí han conseguido estabilizarse, evitar un naufragio prematuro y ponerse en situación de conjuntar un bloque y forjar un estilo competitivo de verdad de cara a los playoffs. Y a ver qué pasa entonces... Tal y como comenzaron las cosas, esa perspectiva no es mala.

Joel Embiid ha ido, poco a poco, entrando en ritmo de juego, y ha empezado a ofrecer trazas del jugador dominante que suele ser, desde luego en regular season. Tyrese Maxey se asienta como valor seguro (y al alza) y, aunque Paul George no ha brillado especialmente en su rol de tercera pata del nuevo big three, algunos secundarios sí están enviando buenas noticias para un equipo muy cargado en la parte alta de su masa salarial por los contratos de las tres estrellas. Primero fue el rookie Jared McCain, que por desgracia sufrió una grave lesión de rodilla cuando iba disparado hacia el premio de Novato del Año y no volverá a jugar esta temporada. Otros que están respondiendo son Kelly Oubre y Guerschon Yabusele, este último cada vez más cómodo en la rotación y no tan obligado a hacer demasiadas cosas como en el inicio de curso. Entonces, la exigencia fue muy alta para él, en un equipo plagado de bajas y en plena crisis, y con la necesidad de apagar demasiado fuegos mientras cogía el tono a la NBA en su regreso a la competición cinco años después.

Un hallazgo estratégico para los Sixers

Yabusele (29 años) aprovechó su excelente papel (clave en la medalla de plata) con Francia en los Juegos de París para venderse en la NBA, de la que había salido por la puerta trasera después de intentar hacerse un hueco sin éxito en los Celtics (2017-19). Firmó un contrato mínimo de poco más de dos millones de dólares, una apuesta arriesgada ya que tuvo que pagar para liberarse de su contrato con el Real Madrid. Pero, en todo caso, un ejercicio de fe por parte de un jugador convencido de que su sitio está en la mejor liga del mundo. Por ahora, está demostrando que es así: más de 23 minutos por noche en pista con unas medias de casi 10 puntos y 5,2 rebotes (y un valioso 39,3% en triples).

El blog Liberty Ballers, una comunidad con fuerza entre la afición de los Sixers, recuerda el monólogo del histórico Jason Kelce cuando los Eagles lograron para Philadelphia la Super Bowl en 2018: “Los perros hambrientos corren más rápidos”, dijo un jugador único en la celebración de la carrera hacia el título de un equipo que no estaba entre los grandes favoritos en el inicio de aquella temporada. Tampoco, debido a una lesión del quarterback Carson Wentz, cuando llegaron los playoffs y tuvo que enfrentarse a equipos como los Falcons, los Vikings o los históricos Patriots, a los que derrotaron en la Super Bowl.

Ahora, los Sixers tratan de aplicarse esa misma filosofía de “el perro hambriento corre más” con jugadores que han tenido o tienen mucho que probar como Oubre y Yabusele. El primero se tuvo que conformar en 2023 con un contrato mínimo. Jugó una gran temporada (más de 15 puntos y 5 rebotes por partido) y los Sixers le dieron este pasado verano un buen aumento: dos años, 16,3 millones de dólares y una player option al final de esta temporada. Oubre (28 años) aceptó un salario que encajaba en la midlevel exception de los Sixers, que así separaban su contrato de su margen en el salary cap (con el que firmaron a Paul George y extendieron a lo grande a Tyrese Maxey), y podrá el próximo verano buscar un acuerdo por más dinero total (con más temporadas) si sigue, como secundario de mucho nivel, jugando al nivel que lo está haciendo en las últimas semanas.

Yabusele, para Liberty Ballers, es otro de esos perros que corren más que los demás porque están hambrientos: “Antes de su mate de póster por encima de LeBron en los Juegos, la NBA se había olvidado de él, su sueño NBA estaba muerto. Pero años mejorando su juego al otro lado del Atlántico culminaron con esa gran actuación con Francia. Ahora, y como Oubre en su momento, está dando un rendimiento increíble a los Sixers. Con el nuevo convenio y la sombra temible del second apron ciñéndose sobre la franquicia, construir un equipo requiere más creatividad que nunca. Y Daryl Morey ha encontrado un nicho aprovechando ineficiencias del mercado y fichando con contratos mínimos a jugadores por los que nadie más apuesta como Oubre el año pasado o Yabusele ahora”.

El artículo asegura que Yabusele ha sido “el jugador más solvente noche tras noche del equipo” en lo que va de temporada, tanto como pívot pequeño como en su rol más natural, de ala-pívot capaz de rebotear y anotar por fuera: “Ha dado a los Sixers un jugador ideal de frontcourt. Uno que puede abrir la puerta, cambiar emparejamientos en defensa y que tiene la versatilidad suficiente para jugar como suplente de Embiid o a su lado”. Oubre y Yabusele son, además, los dos únicos sixers que no se han perdido ni un partido esta temporada.

Una situación complicada en verano

El rendimiento del francés, ex del Real Madrid, está siendo tan bueno como jugador de equipo que en Philadelphia ya se habla de su futuro. Firmó solo por un año y por el mínimo, así que parece obvio que no saldrá tan barato darle un nuevo contrato este verano. Su compañero Andre Drummond lo dejó claro tras una de las últimas victorias del equipo: “Es el Mejor Sexto Hombre de la temporada. El 1 de julio se va a llevar una pasta. Recordad que me lo habéis escuchado a mí primero”.

Así que los Sixers ya piensan en cómo podrían mantener a un Yabusele que seguramente aspirará a más del mínimo que la próxima temporada estaría fijado, en su caso y si sigue en su actual equipo, en unos 2,7 millones. La gran baza de la franquicia, más allá, sería el margen de la midlevel, pero en ese caso no sería completa como sucedió este verano con Oubre, sino la porción correspondiente a los equipos que pagan impuesto de lujo. Esa cantidad bajaba esta temporada, por ejemplo, de los 12,8 millones de la total a unos 5,1 millones, que serán el próximo curso unos 5,6. Esa sería una vía real para los los Sixers, que en principio no tendrán margen salarial y que, por lo tanto, tendrían que ir por este camino o por el del contrato mínimo que será, a priori, difícil que acepte el jugador salvo que no tenga más remedio. Eso sí, cualquier oferta por encima de los seis millones, de un equipo con margen salarial o con más rango en su midlevel, acercaría mucho el cambio de aires de un Yabusele que, por lo demás, parece feliz con su encaje deportivo en los Sixers.

Con Oubre, los Sixers siguieron la vía de este contrato por dos años y una player option, después del contrato mínimo del pasado curso, para usar este verano, si lo necesitan, los derechos Bird que mantienen sobre Oubre y firmarle más allá del cap por una cantidad que podría ser de hasta 62,6 millones por cuatro años. Pero los Sixers no tienen los Bird rights de Yabusele, que será agente libre sin restricciones en verano. Por la vía mínima, solo podrán dar a Yabusele un 120% más de su actual salario en un nuevo contrato que podría ser por cuatro años y partiría de 2,7 millones. Pero si los Sixers se mantienen por debajo del segundo apron y tienen acceso a su midlevel de pagadores de impuesto, sí podrán ofrecer más a Yabusele: hasta, como máximo, los citados 5,7 millones en lo que se refiere a la próxima temporada.

Para los Sixers sería estupendo que Yabusele firme, por ejemplo, un mínimo de dos años con salida (player option) después de la primera temporada. Ahí llegaría (verano de 2026) la gran oportunidad de hacer caja para el francés, al que entonces los Sixers sí podrían ofrecer unos 60 millones por cuatro años (con los early bird rights, un 105% del salario medio de la Liga).

Pero, en todo caso, lo ideal para Yabusele es seguir jugando al nivel que lo está haciendo y salir al mercado, sin restricciones, en verano, y ver qué le conviene. Si no hay una oferta mejor (no habrá muchos equipos con margen salarial y la mayoría cuidan mucho qué hacen con las muy valiosas midlevel), o siente que el camino es óptimo con los Sixers, se abrirá la puerta a seguir en un equipo en el que está muy cómodo: “Han sido muy positivos conmigo desde el principio, dándome confianza cada vez que pisaba la pista. Tanto los entrenadores como los jugadores. Me decían que tirara, que no me lo pensara. Ha sido todo perfecto desde que llegué. Me han dado mucho amor y estoy canalizando toda esa energía positiva. Eso me hace querer siempre más, pelear siempre más”.

Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrarás todo el deporte en un solo espacio: la actualidad del día, la agenda con la última hora de los eventos deportivos más importantes, las imágenes más destacadas, la opinión de las mejores firmas de AS, reportajes, vídeos, y algo de humor de vez en cuando.

Normas