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NBA | RAPTORS 105 - MAVERICKS 100

La herida de los Mavs se agranda

Excelente partido de Anunoby, liderazgo de VanVleet, buenos minutos de Juancho... Los Raptors, mermados, hurgan en los problemas de los Mavericks.

La herida de los Mavs se agranda
Eduardo LimaEFE

Dijo antes del partido Nick Nurse, el excelente técnico de Toronto Raptors, que él y su staff siempre tienen “un buen menú” de opciones defensivas para frenar (o lo más parecido a frenar: al menos, minimizar) a Luka Doncic. Y el caso es que el esloveno se ha quedado en 15 tiros totales, su mínimo del curso, dos veces: en los dos partidos contra los Raptors. Nurse en realidad no usó un menú de varias páginas y múltiples aromas. Al contrario, martirizó a los Mavs con un plato principal que sirvió hasta el empacho. Marcajes dobles (y hasta triples) a Doncic en cuanto este cruzaba el centro de la pista. Y un excelente defensor, de tremendo físico, como OG Anunoby en el centro de un trabajo que básicamente consistió en lograr con varios jugadores que Doncic soltara la bola y evitar después que esta volviera a él con el principal (Anunoby...) pegado a él como una segunda piel.

Funcionó por el músculo y la disciplina de los Raptors… y porque, hoy por hoy, ese plan es ultra efectivo contra unos Mavs que no están tirando bien y que añoran muchísimo a Jalen Brunson en la generación de juego secundaria. El base, ahora en los Knicks, ponía la bola en el suelo y castigaba los excesos de atención del rival sobre Doncic. Ahora, nadie parece capaz de hacer eso más allá de un Spencer Dinwiddie que no es un playmaker tan puro y que además se cargó de faltas, después de un gran inicio, en un partido que parecía propicio pero fue una tortura para los Mavericks: 105-100 para unos Raptors que jugaron sin su principal estrella, Pascal Siakam, y sin el último Rookie del Año, el excelente Scottie Barnes. También sin Achiuwa y Porter Jr. Pero

Perder contra rivales mermados por bajas a priori cruciales se ha convertido en uno de los asuntos más cacareados de este primer tramo de temporada de unos Mavs que no marchan bien: ahora es un 9-9, en el 50% de victorias. Han perdido tres partidos seguidos y cuatro de los cinco últimos. A domicilio están 1-6, uno de los cuatro peores balances de la NBA antes de jugar, esta noche y en back to back, en Milwaukee. Territorio Antetokounmpo, uno de los partidos más difíciles que se pueden jugar en la NBA ahora mismo. Doncic acabó con esos 15 tiros, muy poco para él, porque esa era la receta de Nurse: hacer que el resto de los Mavs ganen el partido. Y no pudieron, otra vez. Poca puntería (28% en triples) y poca eficacia para exprimir los buenos pases de un Doncic que trató sin parar de aprovechar la atracción que provocaba en la defensa rival. Jason Kidd, que dijo que no hay “pánico” pero que falta “consistencia”, remarcó que 25 de los 39 triples que lanzó su equipo (11/39) fueron en situaciones o totalmente liberadas o muy favorables. Además, ningún ritmo en transición rápida (es el equipo de pace más lento de la NBA) y una sangría en el rebote: 48-34, 17-4 en ofensivo, la clave de un 25-5 en puntos de segunda oportunidad para unos Raptors que (si se suman 16 pérdidas de su rival) tiraron 15 veces más. Sobresaliente en matemáticas.

Doncic se quedó en 24 puntos, 10 por debajo de su media, y los Mavs no pasaron de 100 pese a un excelente inicio: 7-22 en siete minutos en los que los Raptors apilaron seis pérdidas. Pero todo el tramo central de partido fue claramente favorable al equipo canadiense, que tuvo sangre fría con los tiros libres y más fuerza defensiva en los minutos finales, cuando un fallo desde la esquina de Reggie Bullock (con 97-96) envío al limbo la última gran opción de los texanos. Doncic también capturó 7 rebotes y repartió 9 asistencias que pudieron ser muchas más si sus compañeros hubieran sabido jugar las superioridades que él sirvió en bandeja. En cuanto Dinwiddie se cargó de faltas (minutos para Campazzo en el tercer cuarto), el atasco fue completo. Pese a rumores de cambios en el quinteto, Kidd no tocó nada. Doncic jugó más de 43 minutos (insisto, con el cuchillo de los Bucks esperando afilado hoy) y Christian Wood siguió en el banquillo y no pasó de 23 (10 puntos, 6 rebotes, -13 en pista). En este formato actual, los Mavs no son gran cosa. Peores que hace un año en defensa, en porcentaje de tiro exterior y en una habilidad para sobrevivir sin su megaestrella que está ahora mismo bajo mínimos. El doncicsistema parece la única solución, cada vez menos la consecuencia obvia de tener un jugador tan extraordinario y más dependencia nociva por el tipo de plantilla que se ha configurado.

Los Raptors, por su parte, marchan con buen paso (10-9) si se asumen los problemas de lesiones que están teniendo. Fred VanVleet regresó y aportó 26 puntos, 6 rebotes y 7 asistencias. Pero la gran estrella fue Anunoby, que minimizó a Doncic (todo lo posible, al menos) y tuvo fuerza extra para anotar 12 de sus 26 puntos en el último cuarto, sobre todo cuando los Mavs empujaron de verdad. Las bajas de forwards permitieron, además, que Juancho Hernangómez tuviera una muy buena noche, aprovechando su oportunidad de forma óptima: titular, más de 30 minutos, 10 puntos y 5 rebotes con un par de triples importantes. Buen partido del español… y de Chris Boucher, clave desde el banquillo (22+13, 5 capturas en ataque). Los Raptors fueron más equipo a base de, sencillamente, explotar lo que ahora mismo son unas carencias muy visibles de los Mavericks. Viento en contra en Dallas.