La encrucijada de Antetokounmpo

Los Bucks han comenzado con unas sensaciones horribles la temporada 2024-25. Han perdido cuatro de sus cinco primeros partidos, los cuatro seguidos y el último después de dos días de descanso y contra unos Grizzlies en back to back y con bajas muy importantes. Y parecen cualquier cosa menos lo que deberían ser: un aspirante al anillo, un candidato a desbancar a Boston Celtics en el Este. El campeón de 2021 sigue dándole vueltas a la fórmula para regresar. Pero, si nos fiamos por su arranque de curso, no ha dado tampoco con la tecla esta vez. Giannis Antetokounmpo y Damian Lillard están firmando buenos números, y están jugando algo mejor juntos, al menos con respecto a la temporada pasada, aunque todavía no se han ganado precisamente un sobresaliente en química. Pero Khris Middleton sigue machacado por las lesiones, Brook Lopez parece haber dejado atrás ya definitivamente sus mejores días de baloncesto y en el banquillo tampoco aparecen soluciones mágicas.

Además, en enero se cumplirá un año desde que Doc Rivers se hizo cargo del equipo y tampoco es que haya sido, precisamente, una aparición milagrosa: 20-27 de balance por ahora con él, incluidos playoffs. Esta temporada han perdido, además, contra equipos como Brooklyn Nets y Chicago Bulls, que no deberían estar en su rango en el Este.

En un proyecto que es un obvio all in, está claro que, si las cosas no mejoran, habrá consecuencias. Y cambios que podrían ser drásticos. Lillard llegó en un sorprendente traspaso cuando su destino predilecto era Miami Heat. Y Giannis Antetokounmpo ha repetido siempre que ha hecho falta que está comprometido con los Bucks… pero que necesita saber que podrá seguir ganando en Milwaukee. Hace poco, un artículo de The Athletic reconocía que el alero bromeaba con la opción de ser traspasado si las cosas iban mal en el equipo.

Ahora, el periodista Bob Reiter (CBS) vuelve a poner el dedo en esa llaga: ¿Qué va a pasar con Giannis si las cosas siguen yendo mal en Wisconsin? Su artículo cita a un ejecutivo de un equipo de la Conferencia Oeste, que cree que de verdad puede pasar algo: “Otros equipos están empezando a acercarse, tienen esperanzas”. Otro, además de uno de los equipos que podría tener opciones reales de llevarse al griego, va en la misma dirección: “No me sorprendería que pasara en el cierre de mercado invernal”. Y uno de los Este va un paso más allá, con nombres propios: “Los equipos de los que se habla son Miami y Nueva York. Los Nets, no los Knicks”. ¿Y los Thunder, con su botín de rondas de draft? “No los he oído mencionados, pero sí. Puede que en Milwaukee tomen la ruta de decirle a Giannis que no les importa una mierda lo que quiera él y que si quiere irse, tendrá que ser con las mejores condiciones para los Bucks. Y, desde luego, los Thunder podrían hacer una gran oferta”.

Reiter también señala al banquillo: dice que en los corrillos de la NBA se da por hecho que Doc Rivers se ha ganado la confianza de los propietarios de los Bucks y que es ya el que toma las decisiones, así que la idea es esperar 20 partidos y ver qué opción ve mejor Rivers. “Parece un buen follón todo”, dice uno de los ejecutivos anónimos. Giannis, eso sí, firmó hace un año una extensión de tres años y 186 millones de dólares, así que los Bucks tendrían mucho que decir, en todo caso, si las cosas se tuercen definitivamente y los cambios importantes llegan de verdad. Porque, además, es obvio que Giannis (29 años) tiene un valor de mercado muchísimo más alto que Damian Lillard, una estrella que ha cumplido ya 34 años, parece en declive (obvio en una defensa que nunca fue su especialidad) y tiene un contrato gigantesco garantizado hasta 2027 (player option de más de 63 millones en la temporada 2026-27). Los Bucks, para colmo de males, ni siquiera tienen su primera ronda de draft de 2025.

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