La desaparición de Andrew Wiggins

Andrew Wiggins (28 años, 2′01cm) no se viste de corto para jugar un partido de baloncesto desde el 13 de febrero. Anotó 29 puntos contra los Wizards en la victoria de los Warriors antes de desaparecer por un tiempo y salir de la dinámica del equipo. Nadie sabe por qué, pero parece que los motivos sí que son conocidos en el seno del equipo. Pero que nadie va a decir nada. Así lo ha contado Marcus Thompson II, periodista cercano a Stephen Curry y a la franquicia de Golden State, que en un artículo en The Athletic ha asegurado que no hay ningún tipo de resentimiento en la plantilla de cara al jugador, ausente. Solo sentimientos de paciencia y comprensión: “Está lidiando con algo muy jodido”, asegura un miembro del equipo.

“Si entendemos lo que le pasa y también lo hacen las personas que le pagan, el resto del mundo debería respetarlo también”, aseguran dentro de la entidad. Wiggins se ha perdido 13 partidos consecutivos contando el último que su equipo ha disputado ante los Clippers (derrota por 134-126), no está en la dinámica del equipo y dentro de la franquicia lo entienden y le han dado espacio y tiempo. En ese sentido se movieron hace unos días Steve Kerr y Stephen Curry, siempre respetando al máximo la intimidad de Wiggins y sin revelar nada de su situación. El carácter y el compromiso del jugador ha permitido que el vestuario esté con él y su privacidad será respetada en todo momento.

Wiggins promediaba algo más de 17 puntos, con 5 rebotes y 2,3 asistencias antes de su ausencia. Cifras muy similares a las que consiguió el curso pasado, donde fue titular en el All-Star y clave para la consecución del cuarto anillo de la dinastía de los Warriors (el primero en su cuenta particular). Wiggins destacó mucho en playoffs, participó en la defensa sobre Luka Doncic en las finales de Conferencia Oeste e hizo fantásticos números en las primeras Finales de su carrera, con 18,3 puntos y 8,8 rebotes de promedio en 6 partidos, los que necesitaron los Warriors para batir a unos Celtics que sucumbieron ante el poder de Stephen Curry. Y todo lo que ello conlleva.

A menos de un mes para el final de la regular season, los Warriors siguen luchando por una plaza directa para playoffs sin pasar por el play-in (van sextos de la Conferencia Oeste con un récord de 36-34) y esperan a Wiggins, pero sin ansias ni reproches. Entienden su situación, sea la que sea, y desean su retorno para intentar, quién sabe, un nuevo asalto al anillo. Y todo dentro de una compleja situación contractual, con un verano en el que se van a tener que decidir muchas cosas (Draymond Green, Donte DiVincenzo...) y a expensas de la cabida que Wiggins pueda tener en el futuro. El directivo Bob Myers puede moverse en otra dirección para que el dueño Joe Lacob no siga pagando ingentes cantidades de dinero por culpa del impuesto de lujo, superado por los altos salarios que atesora la franquicia. De momento, hay que esperar a que vuelva Andrew Wiggins. El resto, ya lo veremos.