La cabeza del Oeste es un manicomio
Derrota en casa de unos Wolves que volvieron a no saber jugar un final apretado. Enésima exhibición de Jokic y heroicidad de Zion en San Antonio.
Dos mundos distintos: en el Este, los Celtics son líderes en una isla, lejos del ruido que atruena, a las puertas del cierre de mercado, en el resto de la Conferencia: cuatro partidos y medio de ventaja sobre el segundo, Milwaukee Bucks. Pero en el Oeste, la situación es de manicomio. Se ha hecho un corte ya limpio de cuatro equipos, si todo sigue igual los que tendrán ventaja de campo en primera ronda de playoffs. Pero ¿entre ellos? Eso es otra historia, un gallinero. Ahora, 34-15 para OKC Thunder, 34-15 para Minnesota Timberwolves, 32-15 para Los Angeles Clippers y 34-16 para Denver Nuggets. Cuatro franquicias en un partido de diferencia con el campeón reenganchado en la pelea por tener ventaja de campo en todos los playoffs del Oeste. Un asunto crucial, más con la altura de Denver, la Mile High, como obvio factor. ¿Quién quiere jugar allí contra Nikola Jokic?
La noche del viernes dejó tres victorias y una derrota, con malas sensaciones, en ese grupo de cabeza que está formando lo que parece la escapada buena en el Oeste:
MINNESOTA TIMBERWOLVES 106-ORLANDO MAGIC 108
DENVER NUGGETS 120-PORTLAND TRAIL BLAZERS 108
OKLAHOMA CITY THUNDER 126-CHARLOTTE HORNETS 106
DETROIT PISTONS 125-LOS ANGELES CLIPPERS 136
Lo más llamativo sucedió en Mineápolis, donde los Timberwolves repitieron la historia de muchas de sus derrotas: partido de más (llegaron a ganar por 17, 43-26) a menos, 18-28 en un último cuarto en el que firmaron un 5/20 en tiros totales con un 2/10 en triples y un buen puñado de pérdidas y errores (faltas innecesarias…) impropios de un líder de Conferencia. No es la primera vez que le pasa a un equipo que sufre cuando tiene que tirar de IQ, cuando no puede jugar por instinto. Y en el que demasiada cuota de racionalidad corre a cargo de un Mike Conley que tiene ya 36 años. Por ahí asoma un talón de Aquiles muy obvio de cara a playoffs, cuando muchos partidos se resuelven en el alambre y los márgenes de error se reducen al mínimo.
Claro que los defectos en ataque brillan más contra una defensa como la de Orlando Magic, un equipo gigantesco y durísimo cuando mete la unidad Jalen Suggs (que jugaba en casa)-Franz Wagner-Jonathan Isaac-Paolo Banchero-Wendell Carter Jr. Ese quinteto frustró a unos Wolves que se empeñaron en tirar la pared a cabezazos y se acabaron llevando un buen chichón en forma de derrota. Los Magic (26-23) fueron más inteligentes en los últimos cinco minutos, una cuestión de defensas a la que ellos pusieron unas gotas más de capacidad para rascar puntos. Banchero sumó 23, en su primer partido con condición de all star, y entre él y Franz Wagner repartieron 11 asistencias en un partido en el que Isaac fue el mejor defensor en pista. Y allí estaba Rudy Gobert. El alero, por fin con continuidad, tiene un techo monstruoso en defensa. Es un jugador que cambió por sí solo los partidos porque somete, incluso emocionalmente, a unos rivales que no encuentran forma de sortear su envergadura inacabable.
Tampoco lo hicieron los Magic, que se dejaron el liderato en solitario del Oeste y más jirones de su credibilidad en los finales igualados. Un asunto delicado ahora que avanzamos cada vez más rápido hacia la primavera. Anthony Edwards se llevó un golpe en la rodilla del que tuvo que ser tratado (acabó con 22 puntos), Towns no estuvo bien y Gobert sí (22 puntos, 16 rebotes), pero no tiró en el último cuarto y avisó de que ya va siendo hora de que se afronten ciertos problemas: “Siempre es la misma historia, he dicho lo mismo en, seguramente, diez de los quince partidos que hemos perdido. Hasta que no empecemos a tener cuidado con ciertas cosas, vamos a seguir perdiendo de la misma manera”.
Mientras los Wolves se la pegaban en su pabellón, Thunder, Clippers y Nuggets hacían su trabajo contra tres de los equipos más flojos de la temporada. En Detroit, Russell Westbrook sumó 23 puntos y 9 asistencias en 25 minutos y se convirtió en el vigesimoquinto jugador que alcanza los 25.000 puntos en la historia de la NBA. En OKC, los Thunder abusaron desde el inicio (39-19 en el primer cuarto) de los depauperados Hornets en otra exhibición de Shai Gilgeous-Alexander: 31 puntos, 9 asistencias, 5 robos. Aunque para actuación individual, la de Nikola Jokic contra los Blazers: 27 puntos, 22 rebotes, 12 asistencias y un 11/16 en tiros de campo. El serbio lleva 15 triples-dobles esta temporada y, en su carrera, seis partidos en los que ha llevado a, al menos, 20 puntos, 20 rebotes y 10 asistencias. Nadie apila más en el último medio siglo y, de hecho, si se miden jugadores en activo hay diez noches así en total: seis del genio de Sombor, cuatro de todo el resto de la NBA.
Estos fueron el resto de los resultados de la noche:
WASHINGTON WIZARDS 102-MIAMI HEAT 110
INDIANA PACERS 122-SACRAMENTO KINGS 133
ATLANTA HAWKS 129-PHOENIX SUNS 120
En este enlace puedes leer la crónica del partido
SAN ANTONIO SPURS 113-NEW ORLEANS PELICANS 114
HOUSTON ROCKETS 135-TORONTO RAPTORS 106
MEMPHIS GRIZZLIES 101-GOLDEN STATE WARRIORS 121
En este enlace puedes leer la crónica del partido
Y así está LA CLASIFICACIÓN DE LA NBA después de los partidos de esta jornada.
Fue una noche de reivindicaciones para jugadores que se han quedado fuera del All Star. En Indiana, los Kings ganaron a unos Pacers sin Tyrese Haliburton liderados por De’Aaron Fox (25 puntos, 6 asistencias) y, sobre todo, un Domantas Sabonis que jugó contra el equipo que lo traspasó (por Haliburton, precisamente) y batió el récord de dobles-dobles consecutivos en los Kings (30 ahora). El lituano, quizá la ausencia más criticada en el partido de las estrellas, acabó con 26 puntos, 11 rebotes y 7 asistencias. en Houston, Alperen Sengun demostró que también ronda el nivel all star. El pívot turco acabó con 24 puntos (10/14 en tiros de campo), 13 rebotes y 8 asistencias en solo 29 minutos en pista para unos Rockets en los que empiezan a brillar dos rookies de posibilidades infinitas y que tuvieron un comienzo de curso discreto: Cam Whitmore sumó 25 puntos en 21 minutos y Amen Thompson, 19 en 24.
El final más increíble llegó en San Antonio, donde Zion Williamson (otro que no será all star) anotó cuatro puntos en los últimos 30 segundos y volteó un partido que los Spurs tuvieron casi en el bolsillo. Con 110-113 y poco después de haberse llevado un tapón de Victor Wembanyama, Zion anotó (112-113). En el siguiente ataque, Tre Jones falló y Wembanyama no pudo convertir, ante Brandon Ingram, el rebote de ataque. La bola acabó en manos de Zion, que se lanzó a tumba abierta y anotó la canasta de la victoria por encima de tres rivales, uno de ellos el inacabable Wemby. El de los Pelicans acabó con 33 puntos, 8 rebotes y 4 asistencias. El francés de los Spurs, con 16 puntos, 14 rebotes y 7 asistencias con, eso sí, 6 pérdidas.