Kiyan Anthony y un nuevo capítulo de legado familiar en la NBA: así es el hijo de Carmelo

LeBron James y Carmelo Anthony son compañeros de generación... y amigos. Ambos llegaron a la NBA en 2003 y han tenido carreras paralelas primero, y muy diferentes después. Lucharon por el Rookie del Año en su primera temporada y la narrativa quiso crear en las temporadas siguientes una batalla generacional al estilo de Magic Johnson y Larry Bird. Sin embargo, el Rey reclamó su corona mientras su homólogo de posición luchó contra viento y marea. Hoy, LeBron es el último superviviente de una generación dorada, la del draft de hace ya casi 22 años, y disputa precisamente su 22ª campaña en la competición norteamericana. Ha coleccionado cuatro anillos en 10 Finales, cuatro MVPs de la temporada, 20 All Stars (que serán 21 en un mes) y un sinfín de récords de longevidad que no tienen parangón en la historia del baloncesto ni del deporte.

Carmelo no llegó a tanto, pero se convirtió en un ídolo. Fue jugador franquicia de los Nuggets y pasó por los Knicks, donde se convirtió en la última gran referencia. Pero los anillos brillaron por su ausencia y no se consiguió adaptar al cambio de estilo en la NBA, con más triples y menos lanzamientos desde la media distancia, sin la finura de los posteos, la lucha en las zonas o los fundamentos. Llegó a jugar en los Lakers su última temporada, retirándose en 2022 y compartiendo equipo con LeBron, además de alargar su carrera todo lo posible y no rendirse en el ocaso, todo a pesar de que la mejor Liga del mundo le había dado la espalda. Su insistencia fue meteórica y hoy, a pesar de que su carrera fue menor que la de su compañero, es una leyenda.

Y si hay otra cosa que tienen en común LeBron y Carmelo son los hijos que también juegan al baloncesto. Bronny James ha sido elegido por los Lakers en el último draft y él y su padre han hecho historia al jugar juntos, algo que no había pasado jamás en la NBA. Kiyan cuyo segundo nombre es el de su padre, es un poco más joven: 17 años. Ya ha demostrado sus habilidades de tirador en el instituto, donde ha destacado en demasía, convirtiéndose en uno de los jugadores del futuro y alguien con potencial para destacar en la mejor Liga del mundo. Como residente de la ciudad de Nueva York, ha pasado por dos lugares: el Long Island Lutheran High School, y, anteriormente, en el Christ the King High School de Queens.

Con 1,96, Anthony juega principalmente de escolta y ha destacado tanto en la secundaria como en su equipo de la AAUU, Team Melo, patrocinado por su padre. Tras recibir muchas ofertas de las mejores universidades de todo el país (Indiana, Florida, Michigan, Illinois, Pittsburgh, Seton Hall, Memphis y Tennessee), el joven jugador se decantó por Syracuse. Una de las promesas baloncestísticas de Estados Unidos, podría dar el salto a la NBA en 2025, siguiendo los pasos de Carmelo y de Bronny, el hijo de LeBron. Veremos qué deparan los próximos años a otro nombre propio y a un jugador que sigue, de esta forma, el legado familiar dentro de una NBA que vive de la narrativa y lo hará también con situaciones que despiertan tanto interés como esta. Kiyan ya está aquí. El futuro, en sus manos.

Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrarás todo el deporte en un solo espacio: la actualidad del día, la agenda con la última hora de los eventos deportivos más importantes, las imágenes más destacadas, la opinión de las mejores firmas de AS, reportajes, vídeos, y algo de humor de vez en cuando.