NBA | PELICANS 121 - NUGGETS 106
Jokic pega duro y Willy mantiene el tipo para ganarle
En un gran día de Nikola Jokic, MVP de la NBA, terminó perdiendo. Clave para ello fue la actuación de Willy Hernangómez. Alvarado, el rey.
Los Pelicans tuvieron un partido de raza para ampliar una racha que empieza a no ser una novedad ni algo aleatorio. El visitante era Denver Nuggets y, con él, el MVP de la Liga, el serbio Nikola Jokic, y ni un gran encuentro del mismo sirvió para tumbar al equipo de Luisiana. Acierto y coraje para sumar la cuarta victoria seguida y la novena en los últimos once compromisos. Y con holgura, 121-106, para superar en la clasificación de la Conferencia Oeste a ese contrincante con el que llegaban igualados este domingo.
Los Nuggets llegaron con dudas y terminaron por claudicar ante el empuje de unos Pelicans crecidos ante su público. Pero ese sentimiento hay que ganárselo y ahí tuvo buena parte de culpa Willy Hernangómez. Ante la imposibilidad de parar a Jokic con Valanciunas, el pívot titular, Green tiró del español, que se cuela de nuevo por la rendija para jugar unos minutos para mantener el tipo en la zona. La estrategia funcionó y Willy terminó con 12+8+3. Buena parte de los estruendosos 32+16+9 que consiguió el serbio fueron con otros defensores. La NBA aprieta y hasta ahoga, pero Hernangómez tiró de todo lo que tenía para completar el mejor partido de la temporada.
El mejor de la noche fue Jose Alvarado, que empezó desde muy pronto a hacer estragos. Las primeras ventajas fueron para los Nuggets gracias a Jokic y ese emparejamiento con Valanciunas del que sacaba lo que quería. Con la entrada de los suplentes y su primer descanso llegó Alvarado para clavar cuatro triple y un tiro de dos sin fallo en un parcial de 20-4 que dejó boquiabierto a más de uno. Hernangómez entró en pista con el marcador más igualado gracias a esa racha del portorriqueño y se midió a un Jokic un poco descansado tras pasar por el banquillo. Y llegó el bloqueo. La producción del genio de Sombor comenzó a no ser tan apabullante. Willy se tiraba por el suelo, tocaba balones por los aires y el público, que veía lo que estaba pasando y valoraba su esfuerzo conociendo su situación (promedia 8,8 minutos siendo el MVP del EuroBasket y sólo había saltado a jugar en 9 de los 22 partidos de NOLA), se lo recompensaba con aplausos constantes. Qué emoción, pensaría. Pero parar cuando tienes delante a alguien como Jokic hubiera sido un error de los graves. No lo hizo. En el segundo rato que tuvo, ya en la segunda mitad, hasta se remangaba los pantalones y bajaba el culo, esa expresión tan de baloncesto, para defender con los cinco sentidos y todas las ganas a su oponente. Williamson (25) ejerció de líder y en el empujón del tercer cuarto en el que se marcharon los Pels ayudaron también los mates de Murphy (12), pero la mención principal debe quedar para Alvarado: 8/11 en tiros de tres, 4/8 en tiros de dos y 6/7 en libres para 38 puntos, el mejor partido de su vida en la NBA. Y Nueva Orleans sigue de fiesta.