Jake LaRavia, la nueva esperanza de los Lakers

Los Lakers van bien. Y, dadas las circunstancias, es una noticia fantástica si tenemos en cuenta que están sin LeBron James y que Luka Doncic ha estado fuera algunos partidos. Con un balance de 6-2 ocupan la tercera plaza de la Conferencia Oeste, detrás de los inalcanzables Thunder y de unos Spurs que vuelan al ritmo de Victor Wembanyama y su increíble capacidad para hacer lo que le de la gana. Los angelinos suman además cuatro victorias consecutivas, las dos últimas en back to back. Y si Austin Reaves está demostrando un nivel espectacular, ha emergido otro jugador que se está postulando como un hombre clave dentro de la rotación de JJ Redick, que por culpa de las lesiones (que no se han limitado a las estrellas) ha tenido que tirar de todo y de todos para mantener al equipo a flote e ir sumando victorias. Algo que está consiguiendo, claro.

En este cas, hablamos de Jake LaRavia, que acaba de cumplir los 24 años (el 3 de noviembre), mide 201 centímetros y se encuentra inmerso en su cuarta temporada en la NBA. Natural del estado de California (nació en Pasadena, en 2001), cayó de rebote en los Lakers este verano. Su familia se mudó a Indiana cuando él era un niño y estuvo en el Lawrence Central High School de Indianápolis. Tras esto, jugó con los Sycamores de la Universidad Estatal de Indiana y luego por los Demon Deacons de la Universidad Wake Forest antes de declararse elegible en el draft de 2022. Fue elegido en la 19ª posición de la primera ronda por Minnesota Timberwolves, que lo traspasaron inmediatamente a Memphis Grizzlies. Y, desde entonces, ha ido dando tumbos. Hasta ahora.

El alero nunca se consolidó en ninguna rotación y pasó por Memphis Hustle, de la G League. Tuvo momentos de brillantez y en su año sophomore disputó 35 partidos, 6 de ellos de titular, llegando a los 10,8 puntos de promedio. Pero eso no fue suficiente y al año siguiente fue enviado a los Kings en un traspaso que involucró a Marcus Smart, con el que hoy comparte equipo. Firmó este verano con los Lakers por dos temporadas y 12 millones de dólares. Y le ha venido de perlas a un Redick que ha tirado paulatinamente de él hasta darle un protagonismo que se ha ganado a pulso y que ya veremos si mantiene (y cómo lo mantiene) cuando LeBron James vuelva a la rotación, un asunto algo sórdido del que se siguen sin conocer todos los detalles.

LaRavia ha ido cada vez mejor. En los dos primeros partidos se fue a 5 y 6 puntos, mientras que en el tercero logró 11, con 6 rebotes y 5 asistencias. En la derrota ante los Blazers apenas aportó 3, pero se disparó después: 27+8, con 10 de 11 en tiros de campo y 5 de 6 en triples; 13+5+2, con 3 robos en el encuentro siguiente. 25+8+3+4 en la victoria frente a los Heat. Y 11+5+6, con otros tres robos, para vengarse de los Blazers y en Portland. Buena disposición y actitud, relativa facilidad en el lanzamiento, excelentes manos y, ante todo, una gran capacidad para adaptarse a un equipo de la envergadura de los Lakers. Algo que ha venido muy bien a los angelinos, que se encuentran en un momento bastante optimista. Y con Jake LaRavia, su nueva esperanza.

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