Izan Almansa, la nueva estrella del prometedor Ignite
El jugador español ha accedido a continuar su carrera profesional en el nuevo proyecto de la G-League que junta a talento joven internacional.
Los caminos para llegar a la NBA se han multiplicado en el último lustro. Atrás queda la vía universitaria que tanto ha encumbrado a las leyendas que luego destacaron en la mejor liga del mundo. Ya no solo vale destacar tampoco en Europa, donde los jóvenes talentos sueñan con cruzar el charco para estar cara a cara con los más grandes.
Desde abril de 2020, la G League, la liga de desarrollo de la NBA, creó Ignite, un equipo no afiliado que busca el desarrollo de las mayores promesas a nivel mundial. En la misma fecha que se inauguró el programa, Ignite ofreció un contrato de una temporada y 500.000 dólares a Jalen Green, actual escolta de los Houston Rockets y uno de los jóvenes más prometedores de la liga.
Tras él, jugadores como Kuminga, Dyson Daniels, Jaden Hardy, Scoot Henderson, entre otros, han disfrutado de las facilidades que da Ignite a los jugadores, una especie de academia dentro del circuito profesional. El traslado de Walnut Creek (California) a Henderson (Nevada), cerca de Las Vegas, que tuvieron el pasado verano, fue no solo un cambio de hogar, sino de identidad.
Este crecimiento fue paralelo al de la Overtime Elite, un centro de alto rendimiento con sede en Atlanta para jugadores de baloncesto entre 16 y 20 años. El desarrollo personal, junto a un amplio sistema de estudios, da a los deportistas una libertad que no podrían tener en otros lados. Este es el caso de Izan Almansa, uno de los talentos de futuro del baloncesto español y que, tras pasar por la OTE, comúnmente conocida, ha hecho las maletas rumbo Ignite. Pero, ¿qué ha aprendido y hacia dónde va?
El Overtime Elite Arena, en Georgia, ha visto crecer a jugadores que ya son y serán importantes en el baloncesto mundial. Desde Jean Montero, que con 19 años puso rumbo al Betis y fue uno de los mejores jugadores de la Liga Endesa, a los hermanos gemelos, Amen y Ausar Thompson, que fueron seleccionados en el último draft en la posición cuatro y cinco, respectivamente, pasando por varios jugadores con un futuro interesante. También habría que mencionar a Dom Barlow, que no fue drafteado y actualmente forma parte de la plantilla de los Spurs.
Aquí es donde entra en escena Izan Almansa. El murciano de 18 años y 2,08 metros se marchó en verano de 2021, con apenas 16, a probar suerte en Estados Unidos. Sin haber tenido una gran temporada el pasado año, dejó destellos de que puede ser alguien importante de cara al Draft 2024, su primera gran meta como profesional.
El jugador de YNG Dreamerz, equipo donde militaba, ha decidido dar el próximo salto en su carrera, pero seguir en Estados Unidos. Con la vía de la NCAA descartada y el regreso a Europa, donde se formó en la cantera de UCAM Murcia y jugando varios partidos con el equipo de formación del Real Madrid, parecía más lejano conforme avanzaban las semanas.
Todo hacía indicar que iba a completar un equipo para el recuerdo, que iba a ser la tercera espada de la mejor plantilla de la historia de Ignite. En la cuarta temporada en activo del proyecto, el equipo entrenado por Jason Hart cuenta con el mejor plantel que haya podido tener nunca. A pesar de meter a cuatro jugadores en el top 10 de los últimos tres drafts (Jalen Green, Jonathan Kuminga, Dyson Daniels y ‘Scoot’ Henderson), el equipo en el que estará Almansa va a ser especial.
Jugará con Matas Buzelis, fichado hace unos meses y favorito para ser el número 1 del Draft de 2024. Al jugador nacido en Chicago con ascendencias lituanas le acompaña Ron Holland, presumible número 2 de la misma gala. El último caso en el que dos compañeros salieron en las primeras posiciones fue el de Anthony Davis (1) y Michael Kidd-Gilchrist (2), de la universidad de Kentucky, en el Draft de 2012.
En su nuevo camino le esperarán jóvenes promesas, aunque no a la altura de las mencionadas, como el jamaicano London Johnson, el senegalés Babacar Sané, Thierry Darlan o Dink Pate, jugador más joven en la historia del baloncesto de Estados Unidos en firmar un contrato profesional (16 años). Disputará la fase regular de la G League, algo novedoso para Ignite desde la temporada pasada, y tendrá la oportunidad de jugar ante profesionales con años de experiencia en la NBA y Europa a sus espaldas.
El gran Mundial sub-19 que está disputando con España le coloca como uno de los jugadores a seguir, quién sabe si estará en el top 10 del próximo draft. En Ignite tendrá escaparate, formará parte de una máquina de desarrollar jugadores que suele colocar a sus prospects en posiciones altas. La mano de Hart, junto a la de Pooh Jeter, compañero, alma en el vestuario y maestro de los jóvenes, hace del equipo de la G League un hogar especial, una especie de familia donde todos buscan un objetivo común: llegar a la NBA y ser reconocidos en la mejor liga del mundo.