Irving da un paso adelante para los Mavs

A Kyrie Irving su mala reputación le ha alejado de los focos mediáticos, su salida hace un año a los Dallas Mavericks no fue la más sonada de ese final de mercado, su compañero Durant se encargó de llevarse la atención en su nueva apuesta en Phoenix. El cierre de la temporada fue malo a nivel de resultados, aunque a nivel de números siguió en su línea: en 20 partidos promedió 27,0 puntos, 6 asistencias y 5 rebotes, y cerca del famoso 50-40-90. Las dudas sobre su futuro no se resolvieron ni con su renovación, 126 millones de dólares por tres años. El jugador se había acostumbrado a estar en un segundo plano desde que sus ideas le hacían estar más en conversaciones sobre su persona que sobre su forma de jugar. Asumió su nuevo rol de secundario en Dallas al lado de Doncic, un jugador con el que desde el primer momento demostró buena química dentro de la pista.

Este año los resultados parece que van acompañando, aunque la situación recuerda a la del año pasado, balance positivo hasta el descalabro del final de temporada (7-13), fuera de play-in y con una decisión de mantener el bloque con Jason Kidd a la cabeza. El entrenador de la franquicia texana no se ha librado esta temporada de las numerosas críticas por sus malas decisiones en las rotaciones que han lastrado victorias en numerosos partidos. El gran talón de Aquiles del equipo parece solucionado: los minutos sin Doncic y los partidos donde el físico le obligue a parar. Esta temporada el balance en los partidos en los que Luka no ha estado es de 3 victorias y 4 derrotas, pero si nos fijamos en el último mes es de 3-1.

El crecimiento de Kyrie como principal espada del equipo se ha hecho notar. En los primeros cinco partidos de 2024 ha mantenido un nivel de all star, aunque que la cantidad de partidos que se perdió por lesión le privarán de volver a estar en el Partido de las Estrellas. Este 2024, Irving está en promedios de 37,4 puntos, 6,4 rebotes y 6,4 asistencias con 46,52% en triples y por encima del 50% en tiros de campo. A ello hay que sumar los dos robos por partido, en contraposición a las tres pérdidas. Este mes de enero no hay un jugador en toda la NBA con mejores números en anotación que él.

La regularidad de Irving es un factor clave para unos Mavericks que deberán competir en un Oeste en el que se encuentran quintos, a una diferencia de dos partidos y medio con la cuarta posición. La lucha por clasificarse a playoffs parece destinada a alargarse hasta las últimas jornadas. En ese reto la franquicia de Texas tiene un calendario bastante complicado. Las lesiones, la gestión de los minutos y las rotaciones serán claves para determinar el éxito o fracaso de este proyecto.

Mientras, Irving sigue demostrando lo que no pudo en su aventura en Boston: ser capaz de comandar un proyecto. Su papel como segunda espada es de los mejores de la Liga. A ello habría que sumar un hipotético refuerzo en la posición de cuatro, con nombres que han sonado como Jerami Grant o Paskal Siakam, el del camerunés sonando con mucha fuerza. Un todo o nada para una franquicia capaz de lo mejor y lo peor en un año, que deberá demostrar a Luka que puede rodearle de un grupo competitivo. Tratando de convertir al esloveno en un nuevo Nowitzki, para que desarrolle toda su carrera en una única franquicia: los Dallas Mavericks.

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