Garuba se asienta todo lo que no lo hace su equipo

No hay derrota mala si se trata de hacer tanking. Este año, con la esperanza de cazar al francés Victor Wembanyama en el draft, más de uno lo intentará. El caso de los Rockets, sin embargo, no es tan sencillo. En una etapa muy tierna aún de esta temporada 2022/23 es temprano para pensar en esas estrategias. El diagnóstico es más sencillo: no juegan bien y por eso no ganan. Talento joven a raudales y muchos cambios para intentar encontrar una idea de juego que persista al menos unas semanas, que dé resultados con los que Silas esté contento y salvado y se pueda pensar en ese número uno tan ansiado. Oportunidades desaprovechadas, mala conexión entre algunos jugadores, muchas ganas de demostrar cosas en el plano individual y una defensa sin picante alguno (en el ratio ajustado de defensa que publica Basketball Reference son el peor equipo de la NBA: 118,56 puntos permitidos por cada cien posesiones). A todo esto, 12 derrotas en 14 partidos. Los Clippers fueron los últimos que se beneficiaron de todo ello.

Teniendo dos encuentros en dos noches seguidas los angelinos hasta se permitieron el lujo de reservar a sus titulares durante los últimos minutos. Sin contar con Kawhi Leonard y tampoco con John Wall, recordado por su inútil paso por Houston, Paul George volvió a ser el motor de los Clippers. 22 puntos en sólo tres cuartos y al banco a descansar. Jackson y Powell, ambos con 17, o Morris, con 15, aportaron también de buena manera para tener una jornada plácida.

106-122 fue el resultado final en una noche en la que, de nuevo, el público del Toyota Center se fue contrariado. No hubo ni pelea en el último periodo. El control fue total desde los primeros minutos y se llegó con buena diferencia a la cuarta manga. Pese a las florituras de los Rockets en sus ataques, sumaban más los Clippers. Dos triples, uno de Mann y otro de Powell, terminaron por cortar las alas a los locales al poner el +21 en el marcador. Tiros libres desperdiciados, más tiros por dentro que por fuera pero sin excesivo acierto en ambas facetas y, a recalcar de nuevo, defensa blanda. No hubo problema para que L.A. acabara reinando. Estos dos equipos han jugado ya tres de sus cuarto partidos de temporada y el 3-0 da el resultado de la medida tomada.

Garuba sigue con una participación regular en su conjunto. Y además es de los que sí juega para el equipo y no al revés, de los pocos en la plantilla. Acumuló otros 17 minutos de experiencia y brilló atrás con tres tapones. Jalen Green anotó 25 y Kevin Porter terminó con 20, pero faltó la chispa de Gordon, ver algo de Smith y aportación sorprendente desde el banquillo. Están muy perdidos en estos momentos y a los demás del Oeste les miran desde lo más bajo.