Una camiseta de Doncic escenificó el guillotinazo a Harrison
Así se gestó el despido de Nico Harrison, el responsable del traspaso de Doncic a los Lakers, en Dallas Mavericks. Cambio de gestores por presión de la afición.


Patrick Dumont está en el edificio. Patrick Dumont da la cara. Patrick Dumont ejecuta. La noche de los cuchillos largos en Dallas tuvo lugar a principios de esta semana. En el encuentro que enfrentaba en el American Airlines Center a Mavericks y Bucks la persona que ostenta la figura de gobernador de la franquicia a ojos de la NBA, Dumont, realizó una aparición especial para poner las cosas en su sitio. Mucho de postureo, sí, mucho también de hacer eso tan lógico de dejarse ver para dar una apariencia de movimiento. Las piezas, efectivamente, se recolocaron. El que quedó fuera del tablero es Nico Harrison, el responsable del traspaso de Doncic a los Lakers y una figura de animadversión no sólo en Texas sino más allá. Una noche que cambia el rumbo del equipo, otra más, demasiadas en los últimos meses.
Para el que no conozca al reparto, un pequeño repaso: Dumont es el yerno de Miriam Adelson, viuda de Sheldon Adelson, la persona que compró los Mavericks en 2023 en la venta que realizó Cuban; Sivan, hija de esta magnate de los casinos de Las Vegas, es la mujer de Patrick. Dumont, por tanto, no es el propietario, más bien gerente en la sombra de esta franquicia. Había delegado en Nico Harrison, máximo responsable de la parcela deportiva, todo lo que tuviera que ver con la pista. De hecho dio el OK a lo de Doncic cuando el GM le presentó la idea. La confianza se acabó después de tanto descalabro. Patrick, miembro de la junta gobernadora de la Liga, apareció en escena este pasado lunes tras haber permanecido agazapado todo este tiempo. Se le ha visto poco por esos lares. Esta vez quería mostrarse con toda la parafernalia, posiblemente porque se veía entre la espada y la pared, y ejecutar al preso si la sentencia era firme.
La escena no fue fruto de la casualidad. Dumont se sentó en la primera fila, a la vista de los ojos más vagos, a departir durante un rato con un chico que portaba la camiseta de los Lakers del ya pretérito Luka Doncic. Según se filtró, el directivo quería pisar calle y saber de primera mano la opinión sobre los problemas a los que se ha enfrentado y enfrenta la franquicia. La respuesta estaba en serigrafiada en esa prenda tintada de color oro. Nadie ha superado aquella operación. Ni siquiera Dumont, que tiempo más tarde reniega tanto de haberle dado luz verde a aquello como del individuo que se la puso sobre la mesa. No así de Jason Kidd, entrenador, alineado con los dos frentes y que de momento resiste este golpe a la línea de flotación. Igualmente deberá mejorar.
Nico Harrison fue despedido horas después de ese encuentro, el séptimo que perdían de los diez que habían disputado. Dumont le había confesado al joven con el que habló que el traspaso había sido un error. Vaya lince. Víctima y verdugo se evitaron durante la velada (114-116). El gobernador llamó a capítulo al presidente unas horas después, por la mañana, para despojarle de su puesto de trabajo. Los que asumen las tareas son Michael Finley y Matt Riccardi. A ellos irán ahora parte de las facturas que quedan por pasar. El ambiente era irrespirable: gritos que pedían la dimisión de Harrison, como desde hace meses, ahora en los atentos oídos de un Dumont al que le quedó nítida la opinión de los abonados de los Mavericks.
La persona que dejó ir a Doncic por una supuesta propensión a las lesiones y falta de cuidado personal, sí, pero también la que en Nike se negó a fichar a Stephen Curry o la que en un documento privado aseguró que Jrue Holiday estaba al mismo nivel que Jokic. Ése es Nico Harrison, que se ha cargado toda su afilada reputación en menos de un año. Decía en la rueda de prensa posterior al traspaso con los Lakers que el tiempo diría si tenía razón, una frase que entra en la nulidad después de los acontecimientos de esta semana. Doncic, desde California, se despega completamente cuando le preguntan por este asunto. Esa espina le quedará en el corazón para siempre. En Texas el pueblo doblegó al poder alzando su voz. Falta la ilusión.
¿Vuelve Cuban?
Mark Cuban, anterior propietario, se quedó con una masa accionarial mínima pero que le permitía, según el acuerdo con los Adelson, continuar asistiendo en la parcela de las decisiones deportivas. Nico Harrison no pensó lo mismo. Como publicó Tim MacMahon (ESPN) en su día, Harrison no admitía de buena gana ni insubordinaciones ni opiniones discordantes. Se cargó a Cuban. Ahora que ya no está, Patrick Dumont ha vuelto a echar mano del empresario para reconducir la situación. Lo primero que ha sugerido es que incorporen de nuevo a Dennis Lindsey, ahora en la dirección deportiva de los Pistons, que estuvo como consultor del propio Harrison entre 2023 y 2024 tras sus exitosas etapas en Spurs y Jazz.
Kidd se ha encontrado con negatividad a sus ideas y malas respuestas por parte de los jugadores. Él no confía en Russell, quiere meter en rotación con asiduidad a Williams, mientras la posición de base sufre un vacío por la lesión de Irving. El hueco de verdad es el de Luka, el entrenador también lo sabe, pero no está exprimiendo las posibilidades que tiene. Ha colocado ahí, como floritura aunque no estén para ellas, al novato Cooper Flagg, un jugador que es alero de cuna; como hiciera con Antetokounmpo en Milwaukee, le quiere poner vallas en los primeros metros para ver cómo las salta. Entre prueba y prueba, derrota tras derrota. Klay Thompson es una sombra de lo que era. Danté Exum ni siquiera ha regresado de su lesión. Eso, en el exterior.
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Dumont va a entrar directamente en las decisiones que tengan que ver con Anthony Davis, la superestrella que le queda activa y sobre la que construir un futuro a corto plazo. O a largo. Depende de si busca con él un traspaso. En la prensa local se destaca la buena relación con Rich Paul, su representante, fuera cual fuera la conexión con un Harrison que le veía como amistad además de referencia deportiva. Con ellos van a trabajar las opciones que dé el mercado durante dos meses, como informa el periodista Marc Stein, y decidirán si darle salida o que permanezca. Para ello debe estar sano. El directivo ha pedido exámenes médicos constantes que le aseguren que el tirón de Davis en el gemelo izquierdo no se convierte en algo peor. Inquietante.
Impacto en los Mavericks
“Los Mavericks tuvieron que tomar esta medida hoy para salvar su marca. Estaban sufriendo mucho en su propio mercado y eso estaba afectando negativamente a sus jugadores”, analiza Brian Windhorst. Y así es. Los abucheos y ese ‘Fire Nico’ que se ha convertido en un emblema se escuchan en estéreo durante los tiros libres que se lanzan en el pabellón. “Ojalá ahora todos empiecen a animarnos y se callen durante los tiros libres”, apunta Washington. “Ese cántico durante los tiros libres es una gran falta de respeto”, agrega Kidd. Hasta la madre de Cooper Flagg, Kelly, ha participado de la conversación: “No debería tener que escuchar esos lemas”, reposteó en su cuenta de Twitter. La cosa está caliente. Flagg, el número uno del Draft 2025, es el evidente foco de alegría de los Mavs, la luz al final del túnel, el que deja en pasado a Doncic. Hacer que se sienta a gusto es tarea de todos y ayudará a ir cerrando la herida de Harrison y lo ocurrido estos meses poco a poco.
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