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NBA

Empieza la guerra: Lakers, Mavs, el liderato del Este...

Tras el All-Star, se reanuda la NBA con menos de dos meses para que empiecen los ‘playoffs’. ¿Qué nos falta por saber? Lakers, Mavs, Celtics, Bucks...

Empieza la guerra: Lakers, Mavs, el liderato del Este...

La guerra ya está aquí. Tras el parón del All-Star siempre llega la meseta de la NBA, menos de dos meses en los que se decide todo y este año hay mucho que decidir. Nadie sabe nada, pero interesante va a ser: el liderato del Este no está claro y la ventaja de campo siempre es esencial en una Conferencia que lleva esa tradición en la sangre. Los Lakers necesitan remontar o LeBron James se quedará sin playoffs por segunda temporada consecutiva, algo que no ocurre desde sus dos primeros años en la Liga. Kevin Durant llega a los Suns y amenaza con una revolución total en el Oeste, donde hay 13 equipos que pueden entrar en unos playoffs en los que sólo caben 8, un preludio del terremoto que viene, con cada partido convertido en una auténtica final y una lucha por el play-in espectacular. Por ahí andan los Warriors, todavía sin un lesionado Stephen Curry y muy alejados del juego que dio el cuarto título a la dinastía hace unos meses. También el experimento de los Clippers, que se han atrevido con Russell Westbrook y el de los Mavs, que han hecho lo mismo con Kyrie Irving. Otra vez, nadie sabe nada. Y otra vez: interesante va a ser.

El liderato del Este

Tener ventaja de campo en la Conferencia Este suele tener una importancia extra, mayor que en el Oeste. Es casi una tradición forjada a fuego, a instancias de pistas históricas que presionan a rivales y a árbitros para inclinar la balanza, envalentonando a los suyos para conseguir la gloria. Los Celtics van líderes (42-17), pero sólo con medio partido de ventaja sobre los Bucks (41-17). Son los dos máximos favoritos para conseguir el título y cualquier otro rival del Este que quiera colarse en las Finales deberá ganar antes cuatro de siete partidos a Giannis Antetokounmpo o a los Jays (Tatum y Brown). Algo que intentarán los Sixers, pero ya no los Nets, que están abocados a perder unos cuantos partidos a pesar de su molón equipo: es lo que tiene perder a Kyrie y Durant. El año pasado, los Celtics ganaron a los Bucks en el séptimo partido, disputado en el Garden, un signo más de lo que está por venir. Con Mazzulla confirmado como entrenador, el recuerdo de la victoria de los Bucks, campeones en 2021, puede ayudarles a gestionar mejor el final que los Celtics, que pueden sufrir la ansiedad que provoca el no haber conquistado el título. Parece difícil: Tatum y Brown están a un nivel supremo y el equipo verde ha visto resentido su récord por culpa de muchas lesiones. Los Celtics arrollaron a los Bucks en el Garden (139-118) y los Bucks se vengaron en casa (115-109), pero en la prórroga y ante un rival repleto de bajas. Eso sí: cada uno ganó en su feudo. Está tan claro como cristalino que la ventaja de campo sobrepasa lo importante y roza lo diferencial. Veremos.

Los Warriors: ¿son tan peligrosos?

La historia reciente nos dice que sí, su temporada que no tanto. El año pasado llevaban, antes del parón del All Star, un récord de 42-17 que contrasta mucho con el actual: 29-29, en el noveno puesto del Oeste, con muchos problemas, una irregularidad constante y dificultades para salir del meollo de equipos que se juegan el pase a los playoffs. Pueden quedarse fuera, pero la cuestión es más espinosa en caso de entrar: ¿tienen posibilidades de revalidar el título? Parece, al menos por ahora, complicado: el curso pasado entraron terceros a los playoffs y tuvieron una fresca eliminatoria en primera ronda ante los Nuggets, en los que Nikola Jokic era el único muro a derribar. El 4-1 les dio el descanso necesario para afrontar la serie ante los Grizzlies y luego pasar por encima de unos Mavericks que fueron los finalistas sorpresa. Ahora, los Nuggets parecen mejor equipo y es cierto que las finales de Conferencia están muy baratas en el Oeste. Cualquiera puede llegar y, en caso de estar sanos, es difícil que puedan perder, con el recuerdo de los anillos, series ante otros equipos como Kings o incluso Grizzlies. Pero no están sanos: Curry, fuera de juego, será reevaluado estos días y en elmercado se deshicieron de James Wiseman y consiguieron a un Gary Payton también KO, aunque recuperable antes de los playoffs. Pero hay que llegar: entonces, veremos si todavía están preparados para un nuevo asalto. Klay Thompson, Draymond Green, Curry, Steve Kerr, Andre Iguodala... ¿Pueden ganar el anillo? Si entran, lo harán más atrás que el año pasado. Les hemos visto reaccionar muy bien muchas veces. Pero aprobar el examen estudiando el último día no siempre resulta, claro.

Westbrook, Westbrook, Westbrook...

El sainete, el tema constante, la tortura personificada. Los Lakers se deshicieron de él, los Jazz acordaron el buyout y han sido los Clippers los que han tenido la genial idea de hacerse con un hombre que, a priori, no les soluciona nada. De hecho, lo que suele hacer es generar multitud de problemas. El fichaje de Westbrook tendrá determinadas consecuencias en los Clippers, ya veremos si positivas o no: su rol de sexto hombre en los Lakers funcionó solo hasta cierto punto y sus números, sin ser malos (15,9 puntos, 6,2 rebotes y 7,5 asistencias) no se trasladaron al juego del equipo. También es un problema en los finales de los partidos, donde su cuestionable toma de decisiones y su propensión al error perjudica en demasía a sus compañeros. Por dar un dato: los Lakers han disputado 6 partidos esta temporada sin contar con Westbrook en los últimos 5 minutos con diferencias de 5 o menos puntos... con un récord de 5-1. Algo realmente revelador y que el entrenador Darvin Ham y sus extrañas rotaciones no sabía gestionar. Tampoco sabemos si va a salir o no desde el banquillo: la salida de Reggie Jackson, primero a Hornets y luego cortado y repescado por los Nuggets, planteaba a los Clippers un problema en el puesto de base, donde sólo tenían a Bones Hyland. ¿La respuesta es Westbrook? No lo parece. Nunca lo es, pero igual este año sí: el de Kawhi Leonard, Paul George y Tyronn Lue, que de momento ha sabido gestionar los egos y salir bien parado. Pero este año tampoco. La tradición nos dice que la cosa no va a funcionar, que las lesiones van a llegar, que la situación va a colapsar. Y con Westbrook... En fin. Pronto lo descubriremos.

Kevin Durant, nueva oportunidad

La llegada de Durant a los Suns fue un auténtico terremoto, un bombazo sin precedentes que permitió a los Suns pasar de denostados a auténticos aspirantes. No soltaron ni a Chris Paul (que está ante la ocasión de su vida), ni a Devin Booker, ni a DeAndre Ayton. Tienen un gran equipo, pero un entrenador cuestionado (Monty Williams) y una plantilla corta que no han podido, de momento, ampliar en el mercado de los buyouts. Cuando parecía que las Finales de 2021 iban a quedar como el recuerdo de una única oportunidad perdida y la derrota del año pasado ante los Mavs hacía un daño tremendo al proyecto, aparece una nueva opción. Los Suns van quinto del Oeste (32-28), han conseguido la pieza más valiosa en el mercado y buscarán sumar muchas victorias de aquí a final de año para entrar con ventaja de campo a la primera ronda, y ya veremos si también a las semifinales. Es un tópico, pero si la salud les respeta son unos serios candidatos. Tienen una cosa muy infravalorada a veces en la NBA, pero que te puede hacer ganar campeonatos: talento.

El dúo dinámico de los Mavs

Kyrie Irving y Luka Doncic. Luka Doncic y Kyrie Irving. El dúo dinámico está en los Mavericks, un equipo que necesitaba talento y se ha quedado por el camino sin una defensa que les dio mucho el año pasado, pero no estaba funcionando este año. Y menos que va funcionar: la salida de Dorian Finney-Smith y las presencias, no sólo de Kyrie y Doncic, sino también de Tim Hardaway o un Christian Wood que se ha quedado con menos minutos ante los desmanes defensivos que plantea cualquier tipo de quinteto que incluya a cualquiera de estos nombres. De momento, dos partidos juntos y dos derrotas: 55 puntos combinados en el primer encuentro, 69 en el segundo. Pero dos derrotas. 133 tantos recibidos en el primer asalto (con prórroga y ante los Wolves) y 124 en el segundo (también contra los Wolves). 3-3 desde la llegada de Kyrie, Malas sensaciones y pronósticos cumplidos, los que decían que la defensa iba a ser un coladero que objetivamente es. Los Mavs necesitan victorias (31-29), son sextos del Oeste y están en medio del meollo en forma de atasco que hay. Tienen que sumar, intentar mantener a Kyrie lejos de las polémicas y empezar los playoffs al menos con ventaja de campo en primera ronda para ver si llegan, al menos, a esas finales de Conferencia del año pasado. Lo tienen difícil, complicado, porque están muy baratas y a la vez muy caras. ¿Y luego? Ver qué hacemos con Kyrie en verano, si renovamos a Wood... En fin: un paso arriesgado con un movimiento que obedecía las órdenes de un Doncic que reclamaba talento, pero en el que se han hecho con un jugador que verdaderamente te puede secuestrar la franquicia y ponerla patas arriba. Todo puede pasar; aunque hay cosas que son más difíciles que pasen. Valga la redundancia: cosas que pasan.

El mareo del Oeste

Del tercer al decimotercer puesto del Oeste hay 6 partidos de diferencia. Del cuarto al decimotercero, 5. Del sexto al decimotercero, 3,5. Y del décimo al decimotercero, apenas 2, que incluyen a 4 equipos. Un atasco total en un año en el que los Nuggets son los únicos, con permiso de los Grizzlies, que parecen asemejarse a un buen equipo de baloncesto. En la recta final de la temporada se decidirá todo, quién entra y quién no, quién va directo a los playoffs y qué equipos se jugarán el play-in. Con dos oportunidades, recordemos, para séptimo y octavo y tan sólo una y fuera de casa para los dos siguientes. Y también sabemos, claro, qué tres equipos se quedarán sin opciones de fase final. Lakers, Warriors, Blazers, los intrépidos Thunder, Wolves, unos Pelicans que siguen esperando a Zion Williamson... 13 equipos para 10 posiciones. Para 8, si reducimos el número a sólo los que van a disputar la fase final cuando acabe ese play-in que llegó el año dela burbuja para quedarse. Muchos candidatos para pocos huecos. Así son las cosas.

La corona del Rey

Son los 23 partidos de temporada regular más importantes de mi carrera”. Es una frase de LeBron James, que se perdió los playoffs en las dos primeras temporadas de su carrera de forma consecutiva. Nunca ha vuelto a sufrir algo parecido, pero puede repetirlo en el presente curso. Los Lakers van decimoterceros, están a dos victorias de un play-in por el que no han pasado en ningún momento y se han movido, tarde, pero se han movido, para acabar con el sainete de Wetsbrook y juntar piezas consecutivas para rodean a LeBron y Anthony Davis, dos estrellas con muchos problemas físicos, una por edad y la otra porque sí. Y de eso dependerá lo que pueda pasar con los Lakers, que verdaderamente tienen equipos, nombres y plantilla para superar rondas en playoffs en caso de llegar a los mismos. Pero claro, hay que llegar. Y una vez llegas, no basta con eso: también hay que quedarse. LeBron puede afrontar su última gran remontada, su última gran oportunidad de ganar un nuevo anillo, que sería el quinto de su carrera. Darvin Ham ya no tiene el problema de Russell Westbrook y tampoco a Patrick Beverley y podrá hacer, si es capaz, rotaciones con un mayor sentido. Pero todo pasa, como nunca y como siempre, por un LeBron que es el máximo anotador de la historia. Pero que, aun habiendo ganado tanto, es más consciente que nadie de una realidad con la que antes o después todo el mundo choca en la NBA: ganar no es fácil. Nunca lo es.