El último riesgo de Michael Jordan: Miller por encima de Henderson

A pocas horas de que comience el draft, los Charlotte Hornets parece que despejan las dudas y los rumores con la segunda elección del draft. Desde que, el pasado 16 de mayo, la lotería les premiase con el pick número 2, un regalo que se ha convertido en problema, las teorías han sido constantes en relación a lo que harán en Carolina del Norte.

Según ha informado Adrian Wojnarowski, de ESPN, en los Hornets ha gustado el entrenamiento personal realizado con Brandon Miller, jugador de la universidad de Alabama. El alero de 21 años es uno de los grandes nombres de todo el draft. Parece ser que a Michael Jordan le impresionó lo que vio. Un exterior con un talento fuera de lo normal, que puede hacerse un nombre en la liga pero que, a ojos de potencial, no es Scoot Henderson.

Es aquí cuando entra en escena el segundo mayor talento de toda la camada: el base de Ignite de 19 años. Físico, inteligencia y talento privilegiados, como el de muy pocos que se han presentado al Draft en los últimos años. Las dudas, al tener el mismo puesto y, en líneas generales, un rol similar a LaMelo Ball, han hecho que en Charlotte se decante la balanza por Miller. A nivel de proyección, Henderson sería la elección idónea con los ojos cerrados, algo de lo que pueden arrepentirse en las oficinas de los Hornets, un error histórico.

Ello se suma al crecimiento de las informaciones relacionadas con un hipotético traspaso de esta segunda elección a equipos que quieren subir y dar un cambio radical en el futuro de la franquicia, como puede ser el caso de los New Orleans Pelicans. El alero de Alabama, que se ha ganado comparaciones con Paul George por su estilo de juego, ha sido el mejor jugador de toda la NCAA la pasada temporada. Su liderazgo, madurez y magnífica influencia en ambas canastas le hacen ser uno de los jugadores más destacados.

Esta parece ser la última decisión con Michael Jordan al mando. La leyenda de los Bulls dejará el puesto de propietario del equipo llegó a un acuerdo con Gabe Plotkin y Rick Schanll, pero seguirá teniendo una participación minoritaria en la franquicia. Su gerencia no se ha caracterizado por buenas y correctas tomas de decisiones. Jordan pagó en 2010 275 millones de dólares para convertirse en el socio mayoritario de los Hornets. Desde entonces, 13 años después, solo ha llegado en dos ocasiones a los playoffs y no ha pasado de la primera ronda.