NBA | NUGGETS 115 - CELTICS 109
El trono sigue siendo de Nikola Jokic
El serbio, majestuoso, dirige el triunfo (2-0 en la temporada) de los Nuggets contra los Celtics en lo que podría ser aperitivo de las próximas Finales de la NBA.
Nikola Jokic, con ese ritmo suyo que hace que parezca que una montaña se está moviendo, con su cadencia sísmica, hacia el aro, penetró y, entre una maraña de defensas, encendió esa luz que solo tiene la mesilla de su cabeza, una mezcla de bola de crista y pincel que rebusca en una paleta infinita de colores. Así, con su zancada de hipopótamo y esa mente que está entre la del adivino y la del genio, Jokic mandó al aire una bola que Aaron Gordon machacó para dejar (113-109 a 19 segundos del final) listos a los Celtics. Esa jugada, la movilidad de Gordon acabando en el aro los envíos de Jokic (mensajería de las galaxias) se ha convertido en una de las acciones más imposibles de parar en la NBA, veremos si (cuando tengamos perspectiva) de toda su historia. Una de las señas de identidad de un equipo monumental: Denver Nuggets. Todavía, y mientras no se demuestre lo contrario, el campeón. Y el rival a batir.
Los Nuggets ganaron (115-109) a los Celtics en lo que era imposible no percibir como un anticipo de las Finales. Luego será lo que sea, pero los verdes han sido el mejor equipo de la temporada, con diferencia y en números a la altura de algunos de los mejores de siempre, y los Nuggets son un cazador que silba en su porche mientras afila su guadaña. Es un equipo de playoffs, de partidos duros y físicos, de ritmo lento y minutadas de los titulares. Es un equipo ganador, que solo ha cumplido el expediente en la primera mitad de la temporada y está empezando ahora a enseñar los colmillos: siete victorias en ocho partidos desde el All Star, a un pasito (43-20) de la cabeza del Oeste. Y dos victorias en sus dos partidos contra los Celtics, y (todavía podemos ser mejores...) con un 12/52 total en triples. Ahí va eso. Por si nos volvemos a ver en junio, un abrazo fuerte.
Una fórmula preparada para ganar
Los Celtics comprobaron, como en el Garden (su primera derrota en casa: 100-102), cómo de difícil es parar a un equipo que consigue lo más difícil, y más demoledor, en el mundo del deporte: todo el mundo sabe lo que va a hacer, y lo hace. Los Nuggets tienen defensores duros, dedican las temporadas a cuidar a jóvenes que aprenden el oficio de cara a los playoffs (el año pasado Braun, este Watson), saben que tienen un quinteto inicial pluscuamperfecto y que cuando no llega todo lo demás aparecen Jamal Murray y sobre todo Jokic, ese jugador en formato imperio. Los Nuggets han ganado dos veces a los Celtics (esta, 115-109) por un minúsculo +8 total. Pero, aunque parezca una paradoja, quizá sea eso, lo ajustado de los marcadores, lo peor para los Celtics. El campeón sabe ganar así, suele ganar así, puede ganar así. Las veces que haga falta, mejor cuanto más se meten los partidos en guerras de mínimos, luchas a guantazos y tirones. Y así suele ser en playoffs, no digamos en las Finales.
Después de un inicio a remolque, los Nuggets fueron royendo, poco a poco, cada hueso de los Celtics. Con precisión quirúrgica y paciencia franciscana. Rascando, pegando, sosteniéndose en los minutos sin Jokic y subiendo marchas con el serbio en pista, una garantía de que cada ataque acabará con un buen tiro haga lo que haga la defensa rival. Su capacidad para deconstruir lo que sea que tenga enfrente no deja de asombrar, la veamos las veces que la veamos. Su producción es incesante, su superioridad a los demás tan evidente como diferente, un tipo de megaestrella atómica distinta a casi todas las que hemos visto. En esta época y en cualquiera. Jokic acabó con 32 puntos, 12 rebotes y 11 asistencias. Pero podrían haber sido 28+9+7 o 56+16+15. Da igual, sus números finales parecen el resultado de tirar dados sobre un tapete celestial: salga lo que salga, lo que queda en el ojo es la sensación de que él, por encima de todo, ha explicado otra victoria. Y esa sensación es mayor cuanto más grande es el partido porque eso, nada más y nada menos, es lo que hacen los jugadores generacionales.
Así que los Celtics pueden lamentarse por su mala suerte. Porque en el peor día posible no fueron eficientes en el triple (11/38, un triste -para ellos- 9/32 los titulares); porque fallaron demasiados tiros libres (16/25 en una cita en la que había que hacer todo bien); Y porque su hambre no tuvo premio: desde un -12 que parecía un -30 en el inicio del último cuarto, remaron hasta tener, en el minuto final, un triple para ponerse por delante. Lo falló Jayson Tatum antes del alley-oop de Jokic a Gordon.
Jaylen Brown (41 puntos y 14 rebotes con el motor en marcha excepto en la línea de personal) dirigió la resistencia porque Tatum no estuvo bien (15 puntos, 5/13 en tiros), destemplado en ataque y despistado en las últimas defensas, las cruciales. Eso, ya se sabe, siempre es motivo de susurros feos en Boston. Kristaps Porzingis metió 24 puntos pero falló tiros que suele anotar con los ojos cerrados y no pudo contener a Jokic (¿quién puede?). Derrick White hundió esa eficiencia que hace imposible defender a los Celtics, el especialista en ser el último clavo en el ataúd de muchos rivales. Y aún así, pese a todo, los Celtics pudieron ganar. Son así de buenos. Pero perdieron. Y de la forma en la que lo harán si acaban no siendo campeones tampoco este año. Lo saben, pero esto es lo que les espera, seguramente, en junio. Un reto gigantesco para el que también tiene que estar mejor preparado su entrenador, Joe Mazzulla.
Es ahora un 48-14 para los Celtics, que han perdido dos partidos seguidos por primera vez desde noviembre. Han tenido que pasar cuatro meses y otros 57 partidos. Así de aplastante es su temporada. Ahora juegan, mañana, en Phoenix, otro examen con fuego real. No es un drama perder en la Mile High, la altitud estrangulante de Denver. Y menos así, en el último minuto y con una bala de plata enviada al limbo en el penúltimo ataque. Pero sí es un aviso, un motivo para dormir con un ojo abierto. En esta temporada son los mejores, no hay duda. Pero el campeón espera, firme, en su trono. Preparado, confiado, aferrado a una fórmula que ahora mismo parece imposible de quebrar y listo para que nadie le gane cuatro partidos de siete. No con su quinteto titular intacto y con Nikola Jokic al mando de las operaciones. Omnipresente: el adivino, el artista, el hombre del Renacimiento armado con munición nuclear. O, mucho más sencillo, el mejor jugador de baloncesto del mundo. Con diferencia.
0
Christian Braun
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5
Kentavious Caldwell-Pope
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50
Aaron Gordon
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9
Justin Holiday
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30
Jay Huff
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7
Reggie Jackson
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15
Nikola Jokic
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6
DeAndre Jordan
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27
Jamal Murray
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22
Zeke Nnaji
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24
Jalen Pickett
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1
Michael Porter Jr.
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3
Julian Strawther
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4
Hunter Tyson
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8
Peyton Watson
|
Min | Pts | RT | RO | RD | Ast | Per | Rec | Tap | T1 | T2 | T3 | FR | FC | Val | ||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
0
Christian Braun
|
16 | 7 | 6 | 1 | 5 | 1 | 0 | 0 | 0 | 3/4 | 2/2 | 0/1 | 0 | 4 | 0 | |
5
Kentavious Caldwell-Pope
|
33 | 11 | 3 | 0 | 3 | 1 | 2 | 3 | 0 | 2/2 | 3/3 | 1/4 | 0 | 3 | 0 | |
50
Aaron Gordon
|
34 | 16 | 9 | 3 | 6 | 1 | 0 | 1 | 0 | 0/0 | 8/13 | 0/2 | 0 | 2 | 0 | |
9
Justin Holiday
|
13 | 2 | 0 | 0 | 0 | 1 | 0 | 0 | 1 | 0/0 | 1/1 | 0/1 | 0 | 1 | 0 | |
30
Jay Huff
|
0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0/0 | 0/0 | 0/0 | 0 | 0 | 0 | |
7
Reggie Jackson
|
11 | 4 | 1 | 0 | 1 | 2 | 0 | 0 | 1 | 0/0 | 2/6 | 0/1 | 0 | 0 | 0 | |
15
Nikola Jokic
|
38 | 32 | 12 | 4 | 8 | 11 | 0 | 2 | 0 | 10/10 | 11/19 | 0/0 | 0 | 1 | 0 | |
6
DeAndre Jordan
|
0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0/0 | 0/0 | 0/0 | 0 | 0 | 0 | |
27
Jamal Murray
|
37 | 19 | 6 | 0 | 6 | 8 | 5 | 2 | 0 | 4/4 | 6/14 | 1/4 | 0 | 2 | 0 | |
22
Zeke Nnaji
|
8 | 4 | 2 | 0 | 2 | 0 | 0 | 1 | 0 | 2/2 | 1/1 | 0/0 | 0 | 1 | 0 | |
24
Jalen Pickett
|
0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0/0 | 0/0 | 0/0 | 0 | 0 | 0 | |
1
Michael Porter Jr.
|
30 | 9 | 2 | 0 | 2 | 1 | 0 | 0 | 0 | 0/0 | 3/5 | 1/4 | 0 | 4 | 0 | |
3
Julian Strawther
|
0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0/0 | 0/0 | 0/0 | 0 | 0 | 0 | |
4
Hunter Tyson
|
0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0/0 | 0/0 | 0/0 | 0 | 0 | 0 | |
8
Peyton Watson
|
17 | 11 | 4 | 0 | 4 | 1 | 0 | 1 | 2 | 0/0 | 4/5 | 1/4 | 0 | 1 | 0 | |
12
Oshae Brissett
|
7
Jaylen Brown
|
30
Sam Hauser
|
4
Jrue Holiday
|
42
Al Horford
|
40
Luke Kornet
|
50
Svi Mykhailiuk
|
8
Kristaps Porzingis
|
11
Payton Pritchard
|
44
Jaden Springer
|
0
Jayson Tatum
|
26
Xavier Tillman Sr.
|
9
Derrick White
|
Min | Pts | RT | RO | RD | Ast | Per | Rec | Tap | T1 | T2 | T3 | FR | FC | Val | ||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
12
Oshae Brissett
|
0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0/0 | 0/0 | 0/0 | 0 | 0 | 0 | |
7
Jaylen Brown
|
41 | 41 | 14 | 6 | 8 | 4 | 2 | 2 | 0 | 7/14 | 14/22 | 2/7 | 0 | 4 | 0 | |
30
Sam Hauser
|
10 | 6 | 0 | 0 | 0 | 1 | 0 | 0 | 1 | 0/0 | 0/0 | 2/3 | 0 | 0 | 0 | |
4
Jrue Holiday
|
34 | 12 | 4 | 1 | 3 | 2 | 1 | 0 | 0 | 0/0 | 3/4 | 2/6 | 0 | 2 | 0 | |
42
Al Horford
|
18 | 2 | 4 | 1 | 3 | 0 | 0 | 0 | 0 | 2/2 | 0/1 | 0/1 | 0 | 1 | 0 | |
40
Luke Kornet
|
0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0/0 | 0/0 | 0/0 | 0 | 0 | 0 | |
50
Svi Mykhailiuk
|
0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0/0 | 0/0 | 0/0 | 0 | 0 | 0 | |
8
Kristaps Porzingis
|
35 | 24 | 12 | 2 | 10 | 2 | 3 | 1 | 1 | 3/4 | 6/13 | 3/10 | 0 | 2 | 0 | |
11
Payton Pritchard
|
10 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0/0 | 0/0 | 0/1 | 0 | 1 | 0 | |
44
Jaden Springer
|
0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0/0 | 0/0 | 0/0 | 0 | 0 | 0 | |
0
Jayson Tatum
|
38 | 15 | 4 | 1 | 3 | 8 | 5 | 2 | 0 | 3/4 | 3/8 | 2/5 | 0 | 4 | 0 | |
26
Xavier Tillman Sr.
|
13 | 2 | 4 | 1 | 3 | 1 | 0 | 0 | 0 | 0/0 | 1/1 | 0/1 | 0 | 0 | 0 | |
9
Derrick White
|
36 | 7 | 5 | 1 | 4 | 6 | 1 | 1 | 1 | 1/1 | 3/4 | 0/4 | 0 | 4 | 0 | |