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NBA | DRAFT 2022

El sueño comienza con chasco: Jabari Smith se quedó sin el 1

Una muñeca prodigiosa para un 2,08 que hasta el último momento era el favorito para ser número 1 del draft. Finalmente, formará una brillante pareja joven junto a Jalen Green.

El sueño comienza con chasco: Jabari Smith se quedó sin el 1
David DowGetty

Jabari Smith padre jugó en la NBA entre 2000 y 2005. Era un pívot de 2,11 que pasó por Kings, Sixers y Nets. En 108 partidos promedió 3 puntos y 1,6 rebotes. Entre esos vaivenes (2002-03) se marchó a jugar a Granada. Sus últimos pasos los dio dando tumbos por Turquía, México, Puerto Rico… Después, cuando tuvo familia, se obsesionó con asegurarse de que su hijo se esforzaba al máximo, no daba nada por seguro y valoraba todo lo que había en su mano; respetaba todo aquello a lo que tenía que enfrentarse. Su gran misión ha sido asegurarse de que su hijo, Jabari Smith Jr, no repetía algunos errores que él vio después que había cometido en su carrera profesional. También vio que él lo tuvo más difícil. Era un interior grande al que le gustaba tirar por fuera en una época en la que eso estaba casi literalmente prohibido. Su hijo es un 2,08 al que le gusta tirar por fuera… en una época en la que no hay atributo más valorado en una cancha de baloncesto.

Jabari Smith padre escucha ahora como el entrenador de su hijo en el circuito amateur (AAU), cuando juega en verano con Atlanta Celtics, le recuerda diciendo que nació en la época equivocada. Y que ahora sería un “jugador de 100 millones de dólares”. A eso aspira Junior, el número 3 del draft de 2022. A eso y a mucho más, claro. Su techo es el estrellato en la NBA. Su suelo, la peor opción, ser un cuatro abierto, un defensor versátil con un tiro letal. Solo eso ya garantiza carrera larga y muy rentable en el baloncesto profesional actual. Pero en Jabari Smith Jr hay más, mucho más. Y le ha llegado la hora de demostrarlo.

Houston Rockets necesita buenas noticias. Después de ocho años en seguidos en playoffs y como permanente aspirante al anillo, el equipo texano se hundió en una reconstrucción profunda tras el fin de la era James Harden. En las dos últimas temporadas ha ganado 37 partidos en total (37-117) y ha empezado a reunir las piezas de lo que debería ser su próxima gran versión. En 2021 se hizo con el número 2 del draft, que invirtió en el finísimo escolta Jalen Green. Ahora, con el 3, llevaba semanas con Paolo Banchero adjudicado en todas las previsiones. Pero el anotador de Duke saltó al número 1 y Jabari Smith Jr, que apuntaba a ese primer pick, se descolgó al tres. Juntos forman la nueva pareja de estrellas jóvenes de unos Rockets que también tienen a Alperen Sengun, Kevin Porter Jr, Joel Christopher, Usman Garuba y Tari Eason, elegido con el número 17 de este draft (un forward con unas enormes posibilidades defensivas). El nuevo futuro.

Un proyecto de estrella ideal para la NBA actual

Jabari Smith Jr es un 2,08 de 100 kilos y 19 años (no cumple 20 hasta mayo). Estrella de instituto en Georgia, donde amasó todos los reconocimientos y eventos de elite posibles (Mister Basketball en su estado, McDonalds All American, Jordan Brand Classic, Nike Hoop Summit….), sorprendió cuando se comprometió con Auburn, la Universidad de Alabama que es una potencia en football y que nunca, en la historia reciente al menos, había robado un proyecto de tantos quilates a otras universidades con más enjundia en baloncesto. A Smith Jr lo querían North Carolina, LSU, Tennessee… Con los Tigers jugó una temporada fabulosa (16,9 puntos, 7,4 rebotes, 2 asistencias, 1 tapón, 42% en triples). Puso a su universidad al frente de la SEC (15-3 en fase regular) pero no hubo final feliz ni en el campeonato de su Conferencia ni en el gran torneo universitario. Segundos en el ranking nacional del March Madness, los Tigers pasaron por encima de Jacksonville State en primera ronda (con un 20+14+4 de Smith) pero se la pegaron en su segundo partido, contra la defensa salvaje de Miami.

One and done. Después de solo un año de College, Smith Jr anunció que su futuro era el draft, como estaba cantado. Su entrenador, Bruce Pearl, ha vivido toda la temporada obsesionado con instruirle en el apartado defensivo. De hecho, Smith Jr se pasó semanas sin tocar una pelota de baloncesto cuando llegó a Auburn. El trabajo ha dado resultado, y el jugador ha demostrado una enorme capacidad para aprender y evolucionar. Para crecer como jugador. Cuentan, además, que es educado, respetuoso y humilde (lo dice el tatuaje de su pecho: forever humble). También aseguran que la disciplina y las buenas costumbres de su familia le acompañan a todas partes, que la presencia de sus padres es constante en su vida y que es un chico que sabe hablar y escuchar. Que además de jugar al baloncesto, entiende el baloncesto.

Pero por encima de todo es, claro, un excepcional tirador de 2,08. Un jugador muy distinto, por aquello del mal fario, a su primo lejano: Kwame Brown, el número 1 de 2001 y uno de los mayores fiascos de la historia reciente de la NBA. El error de los Wizards de Michael Jordan que fue elegido justo por delante de Tyson Chandler y Pau Gasol. Jabari Smith Jr anotó el 42% de sus triples en Auburn, y Pearl dijo de él que es el mejor pívot tirador que ha pasado por la NCAA en más de una década. Su mecánica de tiro es finísima, estética. “Cada vez que tira, parece que la va a meter”, dicen los asistentes de Auburn. Los datos respaldan de forma abrumadora su futuro NBA: en College solo ha habido un jugador de al menos 2,08 con 100 tiros libres y 60 triples anotados en una temporada. Y fue Kevin Durant. Según datos de Synergy, está en el percentil 94 como tirador con la posición ganada, los pies firmes y la mecánica lista. Y en el percentil 85 en catch and shoot, lanzando nada más recibir.

Unos datos prodigiosos para un interior

En los últimos 20 años de draft han sido elegidos en primera ronda 177 jugadores de 2,08 o más. De todos ellos, solo tres lanzaron más triples que él (188) en su último año antes de llegar a la NBA: Mike Dunleavy (233 en la 2001-02), Kevin Durant (203 en la 2006-07) y Brandon Ingram (2015-16). Con su altura, sus porcentajes y al menos 100 triples lanzados, solo aparecen seis jugadores: Durant, Ingram, Ryan Anderson, Frank Kaminsky, Adreian Payne y Lauri Markkanen.

Solo 38 jugadores de primera ronda y al menos 2,08 de altura lanzaron al menso 60 triples en el curso anterior a irse a la NBA. La media de todos ellos es de un 37%. Jabari Smith está un 5% por encima (42) tirando más del triple de ese suelo, 188. Así que sí, sus posibilidades por ahí son inimaginables, y un encargado de scouting anónimo lo tienen claro: “No tiene lagunas claras, puntos débiles obvios. En Auburn progresó mucho a medida que avanzó la temporada. Si acaso puedes cuestionar su potencial como reboteador y si podrá ser la primera opción de un equipo campeón, el jugador franquicia”.

Jabari Smith tiene más cosas que le hacen un proyecto deslumbrante para el baloncesto NBA de 2022: en defensa no un gran intimidador (en Auburn no necesitaba serlo porque jugaba al lado de un especialista como Walker Kessler) pero se maneja cerca del aro y, sobre todo, ha progresado mucho como defensor por fuera. Cada vez es más capaz de afirmar su posición tras los cambios en los bloqueos, tiene instinto para meter manos y pies rápidos, y con Bruce Pearl ha evolucionado hacia jugador capaz de defender a escoltas, aleros y ala-pívots… con el paso definitivo pendiente: encargarse de las cinco posiciones. Su padre cree que puede acercarse a Giannis Antetokounmpo como defensor y Pearl asegura que su constitución le va a permitir ganar unos 15 kilos de músculo sin que le afecte a su velocidad y movilidad.

Todavía no, es claro (¡19 años!) un jugador redondo, hecho. Tiene ya buenos movimientos en la media distancia. Si recibe la bola, sabe qué tiene que hacer para sacar sus tiros. En el poste, encuentra a los tiradores abiertos. Pero la falta mejorar su manejo de balón, el dribbling, la gestión de las jugadas en uno contra uno. Tiene cierta tendencia a conformarse con tiros de bajo porcentaje y todavía le cuesta entender ciertos pases cuando pone la directa como anotador. Ya es buenísimo, eso sí, en transición. Sale rápido tras rebotear y es letal llegando como trailer tirador. Los que más creen en él dicen que tiene cosas de Durant, Kevin Garnett, Chris Bosh, Jabari Parker… De entrada, tiene lo suficiente para ser número 3 del draft de la NBA, que es muchísimo. Y para soñar con ser una gran estrella y llegar donde no pudo su padre: aquí va un jugador de 100 millones de dólares.