El propietario de los Suns quita importancia a la trifulca con Jokic
Mat Ishbia, dueño desde el pasado año de Phoenix, prefiere dejar el asunto a un lado y que no haya sanción para el pívot serbio de los Denver Nuggets.
El cuarto partido de la serie entre Denver y Phoenix dejó momentos destacados dentro y fuera de la cancha. A los 53 puntos de Jokic (con un sorprendente 20/30 en tiros de campo), se une una disputa que tuvo el pívot serbio, dos veces MVP de la NBA, con Mat Ishbia, propietario de los Phoenix Suns. El máximo mandatario de la franquicia de Arizona se negó a darle el balón, y el jugador de los Nuggets forcejeó con él y le terminó empujando.
Ishbia se hizo con las llaves de los Suns el pasado mes de diciembre tras una compra histórica. El escándalo de Robert Sarver abría la puerta a un inicio esperanzador en los despachos en un equipo llamado a ser una de las grandes potencias de la NBA. El multimillonario de tan solo 43 años publicó en Twitter un mensaje que llamaba a la paz, a quitar hierro al asunto y centrarse en el baloncesto.
“Gran victoria para los Suns anoche en una eliminatoria increíble. Esa debería ser y es la única historia. Suspender o multar a alguien por los incidentes de anoche no estaría bien. Tengo mucho respeto por Jokic y no quiero nada de eso. ¡Con ganas del Game 5! ¡Vamos Suns!”, comentaba el máximo mandatario en sus redes sociales.
Por la otra parte, a Jokic no le importó el estatus de Ishbia. “El aficionado me puso la mano encima a mí primero. Pensaba que la Liga tenía que protegernos a nosotros. Quizá esté equivocado. Sé quién es, pero no deja de ser un aficionado, ¿no?”, relataba la estrella serbia a los medios tras el encuentro. El entrenador del equipo de Colorado, Michael Malone, también evadía la identidad de Ishbia. Cuando le preguntaron por si pensaba que sería diferente el incidente sabiendo quién es el fan, Malone fue contundente: “Me importa una mierda”.
La serie se ha igualado (2-2), y los dos partidos en Phoenix han mostrado de lo que son capaces los Suns, a pesar de la poca ayuda que reciban Booker y Durant. Los de Arizona se han preparado para estos momentos, y quieren el anillo, el principal objetivo del proyecto. La serie volverá a Colorado para el quinto partido la madrugada del martes al miércoles.