El MVP Willy busca su sitio
El nivelón de Valanciunas y la consolidación de Nance como pívot suplente dejan muy poco espacio a Willy en la rotación. Los Pelicans caen.
La NBA no espera a nadie. Es una frase muy manida, muy repetida, muy constante. Pero es la mera verdad y Willy Hernangómez, otra vez, lo está comprobando. El jugador español, MVP del último Eurobasket, no encuentra minutos con los Pelicans en un inicio de temporada en el que el equipo anda en esa final línea que separa el bien del mal, en luces y sombras que se repiten en la misma proporción: buenos partidos, excelente plantilla, entrenador al alza... pero desconexiones habituales, preocupación por el físico de Zion Williamson y victorias meritorias mezcladas con derrotas que no deberían haber ocurrido. De una forma u otra, 3-2 para unos Pelicans atractivos de ver y que esta vez no se han dejado el choque ante los Jazz, como pasó recientemente. Los Suns han sido los verdugos, en Arizona. Pero Willy no ha podido disfrutar de mucho tiempo de juego y apenas se ha quedado en 8 minutos, en los que se ha quedado en 2 puntos, 4 rebotes y 2 asistencias.
No es la primera vez que pasa. Extraordinario jugador en FIBA y un perfil ofensivo muy útil en la NBA, la capacidad defensiva nunca ha acompañado a un Willy que, además, tiene una competencia enorme en los Pelicans. Y si eso lo juntas con que el objetivo del equipo ya son claramente los playoffs y es un gran año para comprobar cuál es el techo real del proyecto, las posibilidades se reducen. Los minutos de ausencia de Jons Valanciunas, titular indiscutible, los está jugando Larry Nance Jr., que llegó al final del último curso y está ganando protagonismo. Y Jaxson Hayes, octava selección del draft de 2019, recupera terreno perdido y es la competencia directa de Willy por el puesto de... tercer pívot. Algo que no deja de sorprender a la hora de hablar de todo un MVP que ha tenido un verano fantástico y que ha sido el mejor jugador de un EuroBasket lleno de jugadores de la NBA y víctimas que se han ido quedando por el camino (Doncic, su compañero Valanciunas, Markkanen, Wagner...).
Tampoco da para más el desarrollo. En Phoenix, los Pelicans estuvieron siempre en el partido, pero los Suns gestionaron sus ventajas con temple y cabeza fría y no tuvieron que lamentar sustos ni conatos de rebeldía. Al final, 124-111 con un héroe inesperado, un Mikal Bridges que se fue a 27 puntos. Tampoco necesitó mucho más el equipo de Monty Williams, que no tuvo al mejor Chris Paul (1 de 7 en tiros para 7 tantos, 5 rebotes y 9 asistencias) ni al más destacado Devin Booker (16 puntos). Pero que apalizó a sus rivales en la lucha por el rebote (47 a 33, con un doble-doble de Bisack Biyombo desde el banquillo, que sumó un excelente 11+13 en 23 minutos) y 33 asistencias de forma conjunta, además de lanzar por encima del 50% en tiros de campo.
En los Pelicans, buen partido de Valanciunas (otra cosa que no favorece mucho a Willy), que llegó a 25 puntos y 10 rebotes en 31 minutos, superando la treintenta primera vez en lo que llevamos de curso, un dato espectacular para el lituano, que rentabiliza su tiempo en pista al máximo y consigue una producción fabulosa llevando al máximo sus virtudes: rebote, posteo, físico, clase, fuerza y garra. Nance se quedó en 2 puntos en 14 minutos (bueno para Willy) y su hype baja un poco tras destacar en los dos últimos partidos. McCollum sumó 17, con 9 asistencias (6 de 19 en tiros), Jose Alvarado 14, Graham 11, Trey Murphy 13 y Naji Marshall 21+6+5. Un poco de todo sin Zion ni Brandon Ingram y una derrota comprensible para uno de los equipos que, si las lesiones lo permiten, tendrá mucho que decir esta temporada. Y Willy, de momento, a esperar su momento. No queda otra.