El martirio de las lesiones de John Wall: “Me puse una pistola en la cabeza dos veces”
John Wall, que tuvo una carrera marcada por las lesiones, revela que intentó suicidarse hasta en dos ocasiones poniéndose una pistola en la cabeza.
La historia de John Wall en la NBA ha estado llena de desgracias. El base, uno de los más talentosos de su generación, llegó a la mejor Liga del mundo en la primera posición del draft de 2010, al ser seleccionado por los Wizards. Y, desde entonces, no dejó de brillar. Hasta que un día dejó de hacerlo: el 30 de enero de 2018, tuvo que someterse a una pequeña operación en la rodilla izquierda con lo que se perdió 2 meses de competición. El 29 de diciembre del mismo año, sufrió una lesión en el talón izquierdo que le apartó el resto de la temporada. Y, para rematar, mientras estaba inmerso en su recuperación, sufrió una infección de la cirugía, y se rompió el tendón de Aquiles mientras descansaba en su casa. Esto hizo que se perdiera la totalidad de la temporada 2019-20.
Pero ahí no acabó todo: volvió en la 2020-21 y estaba jugando a un buen nivel individual con los Rockets, pero tras 40 partidos se lesionó el tendón de la corva. Apalabró con el equipo no jugar la temporada siguiente: los texanos querían promocionar a los jóvenes talentos y Wall no estaba en sus planes. Además, querían mantenerle sano para un posible traspaso. Regresó en la 2022-23 para vestir la camiseta de los Clippers, con los que disputó 34 partidos, tres de ellos de titular, demostrando ramalazos del que había sido su talento. Pero acabó de nuevo en los Rockets en un traspaso a tres bandas antes de ser cortado. Nadie reclamó sus servicios. Y, con 33 años, se encuentra sin equipo, esperando una nueva oportunidad en la NBA que no llega.
Ahora, confiesa la agonía que ha sufrido: “Dos veces quise suicidarme, pero pensé: ‘Hombre, si me alejo de esta tierra, les estoy fallando a mis hijos. ¿Quién estará allí para criarlos?’”, aseguró el jugador, que dice haberse puesto una pistola en la sien en esas dos ocasiones, pero sin haber apretado el gatillo. Es lo que ha contado en The OGs Show, el podcast que dirigen y presentan los exjugadores de la NBA Udonis Haslem y Mike Miller. Ahí se ha visto a Wall algo pasado de peso, pero asegurando que busca volver y que encajaría bien en los Heat de Erik Spoelstra, camiseta que defendieron sus interlocutores, en especial en el caso de un Haslem que la vistió durante 20 temporadas, con una fidelidad inquebrantable. Eso sí, de momento no se han filtrado intereses por parte de ningún equipo. Y el regreso de Wall, si es que se da, tendrá que esperar.
Wall fue uno de los mejores jugadores de su momento. Con un gran salto vertical y una capacidad innata para la penetración, fue líder de los Wizards y un baloncestista de buenas manos, que no desentonaba en el lanzamiento exterior y, además, destacaba mucho en el pase. Cinco veces All Star, ha sido campeón del Concurso de Mates, MVP del Rookie Challenge y miembro del Tercer Mejor Quinteto de la NBA en 2017, la mejor temporada de su carrera, en la que promedió 23,1 puntos y 10,7 asistencias. También ha sido famoso por ganar mucho dinero y arrastrar un gasto enorme para sus equipos cuando ya estaba lesionado, tras lo firmado con anterioridad en los Wizards, y se estima que se ha llevado más de 280 millones de dólares en contratos. Ahora, es parte de la otra cara de la NBA, la de la salud mental. Y se ha encargado de reconocer que sus problemas han tenido episodios que pueden causar pavor. Toda una estrella caída en desgracia.