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NBA | FINALES 2023 | NUGGETS-HEAT

El Joker o la gran revolución

Nuggets y Heat se juegan desde hoy el trono de campeón de la NBA. Los de las Rocosas tienen factor cancha y parten, con Nikola Jokic al frente, como favoritos.

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El Joker o la gran revolución

La NBA tendrá nuevo campeón. Golden State Warriors entregó su corona en semifinales de Conferencia, su dinastía dorada devorada por la inercia carnívora de unos Lakers que vivieron en un puro subidón de adrenalina hasta que en la final del Oeste se toparon con un muro llamado Denver Nuggets. El mejor equipo de la Conferencia (53-29) ventiló con barrida (4-0) a LeBron James y Anthony Davis. Y desde hoy (02:30 hora española) jugará por ser el nuevo rey, por el anillo, contra el campeón del Este, Miami Heat.

Es una Final inesperada, desde luego inédita. La primera en toda la historia para los de las Rocosas, una franquicia orgullosa de un pasado que viaja a la prehistoria de los años cuarenta, cuando la NBA no se llamaba NBA, y reaparece después en la inolvidable y caótica ABA, aquella liga que fue pura contracultura, diversión y caos a caballo entre los sesenta y los sesenta. En 1976 llegó el merger, la fusión que propició la NBA moderna. La ABA, hecha unos zorros entre sueños imposibles, dejó cuatro supervivientes: San Antonio Spurs, Indiana Pacers, New York Nets… y Denver Nuggets.

Desde entonces, la franquicia de Colorado, que recibe el nombre de las pepitas doradas por las que muchos se jugaron el pescuezo durante la fiebre del oro, ha esperado este momento. No tienen ningún título, hasta ahora solo una final (perdida) en la ABA. Esta es su presentación en las Finales de la NBA después de quedarse cuatro veces a las puertas, en la final de Conferencia. A partir de ahora, ya sin ellos en la lista negra, quedan solo cinco franquicias en activo sin pisar la lucha por el anillo: Hornets, Clippers, Grizzlies, Timberwolves y Pelicans.

El Ball Arena, Pepsi Center durante más de dos décadas, se estrena hoy como hogar de las Finales. Es un lugar hostil para los visitantes, una de las ventajas de campo más temidas en la NBA. Los Nuggets firmaron un 34-7 en regular season, solo por detrás del 35-6 de los Grizzlies. Y no han perdido (8-0) en las eliminatorias en su pista. Influye la altura de Denver, la Mile High. Más de 1.600 metros con, además, una diferencia radical con Miami, básicamente al nivel del mar.

Con Nikola Jokic en plena madurez y firmando unos playoffs absolutamente legendarios, un escudero explosivo como Jamal Murray y un excelente lote de secundarios formado a lo largo de los últimos años, con paciencia cuando vinieron mal dadas, los Nuggets lo tienen todo para culminar este año con su primer título. Y son desde luego muy favoritos contra un rival que es todo lo contrario: un superviviente, un perro rabioso, la teoría de lo imposible. Miami Heat, el primero desde los Knicks de 1999 que llega a las Finales desde el octavo puesto, el último, de playoffs. El equipo que menos puntos metió (el único que no llegó a 9.000) en la temporada regular. Y al que le anotaron más de lo que anotó en una temporada profundamente mediocre.

Pero en los playoffs ha emergido, de la nada y después de trastabillar por el play in, la Heat culture, el carácter y la competitividad de una franquicia que nunca se rinde, que vuelve a la Final tres años después de la última y que busca su cuarto anillo, ya palabras mayores. Con un entrenador extraordinario como Erik Spoelstra y un líder guerrero como Jimmy Butler, el antihéroe que ha ido cortando cabelleras por el Este en uno de los recorridos más increíbles de siempre: por el camino han quedado Bucks y Celtics, los dos mejores equipos de la temporada. Si los Nuggets (el cuarto mejor) no tienen mucho cuidado, pueden arder en la hoguera de un rival inferior pero peligroso, afilado como el filo de una catana.

La primera Final contra la séptima en 18 años

Los Nuggets pueden estrenarse en el palmarés de la NBA. No solo no han ganado ningún anillo hasta ahora, es que esta es también su primera final. Ahí, Miami Heat puede tirar de pedigrí. Es su séptima final desde que jugó la primera de su historia en 2006. En ese tiempo, ningún equipo ha disputado más. Si dan otra campanada, los de Florida ganarán su cuarto anillo (2006, 2012 y 2013) y quedarán ya solo por detrás de Lakers, Celtics, Warriors, Bulls y Spurs. El cansancio aparece como factor: los Nuggets han tenido 10 días de descanso por solo tres los Heat. Es la cuarta vez en la última década que un equipo tiene tanto descanso como los Nuggets. Con más de cinco días de ventaja en ese apartado sobre su rival, el balance en Finales es de 10-6 (62,5%). Pero si se añade el factor cancha que tienen los de Malone, el dato es muy favorable para los de las Rocosas: 8-1, casi un 89% de triunfos.

Solo hay dos jugadores en el último medio siglo que han sido al menos cinco veces all-star pese a haber sido elegido como mucho en el puesto 30 del draft. Y se enfrentan esta noche como piezas clave de los dos equipos que se van a jugar el anillo de campeón. Jimmy Butler (33 años) fue pick 30 en 2011. Pasó por Bulls, Timberwolves y Sixers y ahora echa raíces en Miami, donde llegó en 2019 y donde va jugar su segunda Final después de la de 2020, en la burbuja. En estos playoffs, el irreductible alero (seis veces all-star) promedia 28,5 puntos, 7 rebotes y 5,7 asistencias.

Nikola Jokic (28 años) fue pick 41, en segunda ronda, en 2014. Ha sido cinco veces all-star, pero es que su currículum va mucho más allá: dos MVP (2021 y 2022) que bien podrían ser tres porque en esta temporada volvió a rondar un premio que fue finalmente para Joel Embiid. El genio de Sombor, el 2,11 serbio que pasa mejor que la mayoría de los bases, está firmando unos playoffs que serán legendarios si acaba en título y MVP de las finales. Un lote (MVP, anillo MVP de final) del que solo presumen dos europeos, Dirk Nowitzki y Giannis Antetokounmpo. En las eliminatorias, Jokic promedia 29,9 puntos, 13,3 rebotes y 10,3 asistencias. Y ha batido ya, con la final sin empezar, el récord de triples-dobles en unos playoffs: ocho.