El Garden levanta ampollas: los aros estaban más altos

El primer toque con la realidad de Boston en estas Finales NBA de 2022 ha sido duro, por parte de unos Celtics que fueron a por todas para conservar el factor que traían del Chase Center y por parte de unos Warriors que volvieron a repetir algunos errores que cometieron al abrir la serie en San Francisco. Nada hacía presagiar una encerrona aunque el jardín de los verdes siempre apriete una barbaridad, pero con esa sensación se quedaron algunos miembros de la delegación californiana.

Atrás han quedado los tiempos de las triquiñuelas en el Garden, en los que los jugadores mandaban a los visitantes a zonas de la cancha que sabían que estaban en peor estado para forzar sus errores. Este miércoles, sin embargo, se ha dado un curioso hecho que ha vuelto a reavivar esta llama.

Durante el calentamiento de los Warriors para este tercer partido, en el que cayeron con claridad (116-100), varios entrenadores asistentes de la franquicia notaron algo raro en el aro en el que tocaba que sus jugadores lanzaran para calentar. Ocurrió a una hora y media del comienzo del encuentro. Los técnicos pidieron que un par de jugadores lo corroboraran, siendo Gary Payton uno de ellos, y efectivamente así era. Se pidió al personal de mantenimiento del TD Garden que actuara con premura para que la ronda de tiro se pudiera completar y no hubiera desventaja en ese aspecto. El aro estaba cinco centímetros por encima de los que tenía que ir situado.

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El Garden actual, construido a partir de 1993 e inaugurado en 1995, se sitúa en el 100º número de la Legends Way (en español, la calle de las leyendas). Es una mejora del mítico Boston Garden que apareció en 1928 y dio paso a una nueva arena que, además, ya ha sido renovada cuatro veces.