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DENVER NUGGETS

El duro camino de Michael Porter Jr del infierno a la gloria en Denver

El alero de 24 años ha encontrado su mejor versión a pesar de las tres operaciones de espalda en cinco años. Pieza clave para los Nuggets campeones.

Jun 1, 2023; Denver, CO, USA; Denver Nuggets forward Michael Porter Jr. (1) talks with head coach Michael Malone against the Miami Heat during the third quarter in game one of the 2023 NBA Finals at Ball Arena. Mandatory Credit: Kyle Terada-USA TODAY Sports
Kyle TeradaUSA TODAY Sports via Reuters Con

Denver Nuggets es campeón de la NBA por primera vez en su historia. El broche de oro a una hoja de ruta que ha estado en lo alto del Oeste durante los últimos años. El campeonato cosechado ante Miami cierra en Colorado un proyecto que se ha asentado entre los mejores de la NBA. Un trofeo lleno de historias, tanto grupales como, sobre todo, individuales.

A la llegada de Jokic al Olimpo histórico del baloncesto se le suma la resiliencia de Jamal Murray o la tan complicada capacidad de adaptarse a un nuevo rol, con el ejemplo de Aaron Gordon. Pero, quizá, la que más puede llegar al espectador, sea la de Michael Porter Jr. Una de las grandes promesas de la última década que vio truncado su ascenso meteórico ya desde la universidad.

Tres operaciones de espalda en cinco temporadas, cientos de días de rehabilitación después, a sus 24 años, el alero ha encontrado su redención personal, ha dejado atrás el pasado y está dispuesto a mostrar al mundo de lo que es capaz. Si bien es cierto que desde joven ha estado acostumbrado a los focos, alejarse de ellos ha sido lo mejor que le ha podido pasar.

Se ha consagrado como una pieza clave en el engranaje de Malone, un jugador de garantías en el sistema de unos Nuggets que han arrasado en los playoffs (16-4), un salvavidas. La omnipresencia de Jokic saca lo mejor de sus compañeros, pero en el caso de Porter, su talento individual es el que ha hecho que dé ese tan esperado paso adelante.

Mirando atrás en el tiempo, haciendo un repaso a los inicios de su carrera el jugador nacido en Columbia (Missouri) acepta vestir la camiseta de la universidad de su ciudad. Después de un paso meteórico por el instituto, donde destacó la etapa en el Nathan Hale High School, escuela en la que fue entrenado por Brandon Roy en 2017, llegaba al baloncesto universitario como una de las grandes estrellas.

Allí fue donde comenzó a notar los primeros dolores en la espalda, tras una grave caída al intentar un mate. Este dolor crecería con cada golpe. Rápidamente, los médicos se dieron cuenta que tenía un nervio pinzado. Días después de comenzar el campeonato, conocería la noticia de que tenía que ser operado.

Un calvario constante

Las lesiones se interpondrían en su camino a los pocos días. El que fuese proyectado para el número 1 del Draft de 2018, en el mismo que se presentaban jugadores de la talla de Luka Doncic, Trae Young, Shai Gilgeous-Alexander, Ayton y Jaren Jackson, entre otros, tan solo disputó tres partidos con los Tigers en la NCAA. Una ínfima cantidad de 53 minutos resumieron su paso por la pasarela que le iba a llevar a ser uno de los grandes nombres de la NBA.

Allí formó dupla con su hermano pequeño Jontay, que, sin tener un talento tan exuberante , ha logrado hacerse un hueco en la G League, liga de desarrollo de la NBA. Actualmente forma parte de la plantilla de los Wisconsin Herd, filial de Milwaukee Bucks. Disputó 10 partidos con los Memphis Grizzlies el pasado año.

La primera operación llegaría en noviembre de 2017 y, con ello, la desaparición de las esperanzas que le colocaban entre los primeros puestos de su camada. Hasta 13 nombres escuchó antes de oír el suyo. Los Denver Nuggets tiraron una moneda al aire haciendo una clara apuesta de futuro. Un pick de lotería (14) que necesitaba tiempo y cuidado. En Colorado sabían lo que estaban escogiendo.

Después de operarse por segunda vez en julio de 2018, tan solo un mes después de la gala del draft, y perderse toda la temporada 2018/2019, su campaña rookie llegaría en su segundo año natural. Su versatilidad en ataque e impacto defensivo desde el banquillo le hicieron conseguir la confianza de Malone. Los Nuggets terminarían esa temporada (2019/2020) terceros en el Oeste. Ocho titularidades en 55 encuentros disputados.

Michael Porter Jr (Denver Nuggets) ante Bam Adebayo (Miami Heat) en el Game 1 de las Finales de la NBA de 2023.
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Michael Porter Jr (Denver Nuggets) ante Bam Adebayo (Miami Heat) en el Game 1 de las Finales de la NBA de 2023.MATTHEW STOCKMANAFP

Ese verano fue el cambio para su primera gran versión. En la siguiente temporada (2020/2021), titular en 54 de los 61 partidos con unos promedios de 19 puntos, 7.3 rebotes y un 44.5% desde el triple que le hicieron ser tercero para el premio de Jugador más mejorado del año, tan solo detrás de Jerami Grant y un Julius Randle que levantaría el trofeo.

Esta irregularidad no cegó a los Nuggets. En Colorado accedieron a darle un contrato a la altura de las expectativas y confianza que han tenido siempre en él. En el verano de 2021, Calvin Booth, actual mánager general de Denver, que aceptó el cargo tan solo un año antes, acuerda con el jugador un contrato de 172 millones por 5 años. Más de 30 millones de dólares por temporada que, unos meses después de haberlo firmado, parecía un error catastrófico.

Tan solo pudo disputar nueve partidos en la temporada 2021/2022. El jugador se lesionaría en diciembre en un encuentro ante los Houston Rockets al notar un latigazo en la espalda. Fue al vestuario para ver lo que pasaba y, hasta la campaña siguiente, no volvió a la pista. El paso adelante que había dado con la rotura de ligamento cruzado de Jamal Murray se convirtió en varios hacia atrás, hacia aquellos infiernos de los que tanto le había costado escapar.

“¿Por qué me pasa esto a mí?”, se maldecía el jugador en la cama del hospital tras su tercera intervención quirúrgica en menos de cinco años. Un proceso de rehabilitación de varios meses y la complicada recuperación de la confianza en su cuerpo, marcan un antes y un después. Porter volvería el 3 de octubre ante Oklahoma, con la ilusión intacta, como si nada hubiese pasado. “Muchos jugadores se habrían retirado después de una operación. No sé si alguien ha jugado después de tres en la espalda”, declaraba el alero en un artículo para The Ringer.

Volviendo al presente, el alero de Columbia se ha convertido en una pieza fundamental de unos Nuggets que han hecho historia, consiguiendo el primer anillo desde que existe la franquicia. A pesar de que en las Finales no ha estado tan acertado, sus Playoffs han sido muy buenos. 14.6 puntos, 8 rebotes, 40.8% desde el triple (con 6.9 triples intentados por encuentro) en 15 partidos. La madurez se ha demostrado en la eliminatoria ante Miami Heat donde, a pesar de no tener buenos porcentajes, ha aprendido a contribuir al equipo de otras maneras.

Parece ser que los hospitales y las incontables horas de recuperación en su casa y el gimnasio quedan atrás. Michael Porter Jr ha demostrado por qué es especial, por qué todas las miradas estaban puestas en él desde el instituto. Ha salido de los infiernos para ser una pieza clave de futuro y presente en Denver.