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WASHINGTON WIZARDS

El dilema de los Wizards: sin rumbo en la capital

Washington no ha empezado la temporada de la mejor manera posible y se avecinan algunos cambios en la franquicia en los próximos meses.

El dilema de los Wizards: sin rumbo en la capital
Adam PantozziGetty

El problema de estar en tierra de nadie es que, al igual que no vas hacia atrás, tampoco caminas hacia delante. Los resultados se repiten temporada tras temporada. Un día de la marmota constante, un despertar infinito en el mismo lugar. Esto es lo que ocurre con los Washington Wizards. El equipo capitalino es víctima de sus pocos movimientos y, por lo tanto, está condenado a vagar sin rumbo fijo a no ser que se produzca un cambio.

Con un Wes Unseld Jr cada vez más cuestionado, las piezas no terminan de encajar en el equipo. La escandalosa renovación de Bradley Beal (cinco temporadas y 251 millones de dólares) reduce las posibilidades a nivel salarial. Ello se añade al irregular desarrollo de los jóvenes, los destellos intermitentes de Porzingis y a la incertidumbre de la continuidad de Kuzma en la franquicia.

Las piezas están. En la plantilla hay jugadores más que de sobra para pelear por entrar en playoffs. La llegada de Will Barton y Monte Morris la pasada campaña asegura veteranía y puntos, algo que no ha tenido el equipo en los últimos años. Gafford, Taj Gibson y Delon Wright se han revalorizado con el tiempo, y los jóvenes, a pesar de no cumplir aún con las expectativas, van encontrando su camino poco a poco.

Monte Morris junto a Wes Unseld Jr
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Monte Morris junto a Wes Unseld JrANDY LYONSAFP

Nueve derrotas seguidas (11-19), en la 12ª posición del Este y con la sensación de estar a un mundo de distancia del resto. La conferencia que baña el Atlántico ha aumentado su nivel cada temporada y, los Wizards, no han seguido la corriente. Más cerca de la parte baja de la tabla que de la media. La solución, obligada, es mirar al mercado.

El primer paso es especificar cada paso en los próximos meses. Con un Kyle Kuzma que está firmando su mejor temporada a nivel individual (21,4 puntos y 7,6 rebotes con un 46% de acierto de tiro de campo), es hora de levantar el teléfono para conocer realmente su valor en la liga. Eric Pincus, periodista de Bleacher Report, ha comentado hace unas semanas que el alero “querría salir” de Washington en busca de un mercado mayor.

Los nombres que se barajan en un posible intercambio son John Collins, a quien desde hace meses se le coloca lejos de Atlanta, y un Julius Randle que ha ido de menos a más en lo que va de temporada con los Knicks y al que se le pueden ver destellos del jugador que fue All Star en 2021. Kuzma ha madurado su juego. Ha mejorado su selección de tiro, que era algo que se le pedía, y tiene más influencia en el apartado reboteador que nunca.

Un líder sin compromiso

El segundo apuntado en la lista es Bradley Beal. Poco que decir de él. Un megacontrato de un líder que nunca ejerció como tal en Washington. Con pocas franquicias capaces de asumir esas cifras, su futuro, al menos a corto plazo, está ligado a los Wizards. El escolta de 29 años nacido en San Luis, Missouri, ha tenido más protagonismo fuera de las canchas que dentro de ellas (se ha perdido 64 encuentros en las dos últimas temporadas). No ha servido de mentor a un grupo de jóvenes que lo ha necesitado.

Su calidad no se puede negar. Uno de los mejores anotadores de la competición. El propio Durant declaraba recientemente que Beal “es un jugador Hall of Fame”. Por condiciones, su impacto en la liga ha podido ser mayor de lo que ha sido hasta ahora. Aislado en su propia burbuja, el ex de la universidad de Florida está en sus peores números desde la 2017-2018 (22.9 puntos con un 35% T3).

Una de las estrellas de la liga que ha vagado por las pistas sin pena ni gloria. No ha sido capaz de hacer mejores a sus compañeros, y las lesiones no le han dejado tener la continuidad necesaria para alzarse como líder de un vestuario que no sabe a quién mirar cuando las cosas están mal. Sus declaraciones tampoco ayudan. “Acepté la oferta de los Wizards porque no había ninguna de un equipo ganador”, comentaba el jugador a Gilbert Arenas, leyenda de la franquicia en un podcast.

Bradley Beal (Washington Wizards) y Luguentz Dort (Oklahoma City Thunder)
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Bradley Beal (Washington Wizards) y Luguentz Dort (Oklahoma City Thunder)ROB CARRAFP

Si un líder no está implicado, la actitud se contagia. El sexto peor defensive rating (113.8) y el noveno peor ataque de la competición (111 por noche). Cuando ninguno de los dos apartados funciona, es hora de pensar si el equipo va en el rumbo idóneo. La realidad no invita a pensar en el optimismo. Cuesta abajo y sin frenos, los cambios van a llegar.

Las fuentes cercanas a la franquicia apuntan a que, salvo Deni Avdija, Corey Kispert, Johnny Davis (seleccionado en la 9ª posición del último Draft y enviado a Capital City Go-Go, su filial) y Rui Hachimura, todo jugador puede salir si la oferta es adecuada. Esto incluye a un Kristaps Porzingis que ha aprovechado el caos en la capital para mostrar atisbos del jugador que llegó a ser en los Knicks y nunca vimos en Dallas.

La carrera del letón, hasta el momento, se resume en un quiero y no puedo, en una especulación constante sobre lo que puede llegar a lograr y lo que realmente muestra. Uno de los primeros ‘unicornios’ en llegar a la liga que, desde su etapa en el por aquel entonces Club Baloncesto Sevilla (ahora Real Betis), mostró unas cualidades fuera de lo común. Bien es cierto que la lesión del ligamento cruzado anterior el pasado 6 de febrero de 2018 truncó su camino al estrellato, pero las sensaciones han sido irregulares las pasadas temporadas.

Sus números no son malos. Cerca de los 22 puntos y nueve rebotes por encuentro, con un promedio del 48% de acierto en tiros de campo. En medio de la tormenta que arrasa Washington, está saliendo airoso, o incluso reforzado. Tommy Sheppard, mánager general de la franquicia, es el que decidirá si esta dinámica será para liderar al equipo en el futuro a corto plazo o aumentar su valor de mercado.

Kristaps Porzingis (Washington Wizards) frente a Kevin Durant y Nic Claxton (Brooklyn Nets)
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Kristaps Porzingis (Washington Wizards) frente a Kevin Durant y Nic Claxton (Brooklyn Nets)Geoff BurkeUSA TODAY Sports

Talento joven sin brillo

Deni Avdija llegaba a la capital como uno de los mayores talentos europeos de los últimos años. Con tan solo 16 años, en 2017, debutó en el primer equipo del Maccabi de Tel Aviv. Tras ganar tres ligas consecutivas, el jugador israelí alzó el premio de MVP de la temporada en 2020. El cartel no podía ser mejor para aterrizar en la mejor liga del mundo.

Reconocido por su capacidad para impactar en defensa y, poco a poco, las cualidades que iba sumando en ataque, fue seleccionado en el 9º puesto del Draft de ese mismo año. Ya en su tercera campaña, las sensaciones no han sido las mejores. El gran Eurobasket que ha hecho con la selección de Israel no le ha ayudado. Se destapó como un gran anotador, una amenaza desde cualquier rango y, sobre todo, un líder. Ese desparpajo, el carisma propio del liderazgo que aún no ha trasladado a los Wizards.

Tímido con y sin balón, se limita a complementar a los jugadores importantes cuando él debería ser uno de ellos. Puede ser problema del rol que le da el entrenador, pero el jugador no parece poner de su parte. Ha quedado relegado a un segundo plano que no era el lugar deseado cuando llegó a la franquicia.

Otros nombres pueden ser los de Hachimura, Kispert y Johnny Davis. Cada uno tiene un camino particular. Mientras que el primero, en su cuarta temporada, sigue mostrando un nivel irregular, Kispert ha encajado a la perfección como una figura que no tiene Washington: la del triplista. El ala-pívot nipón estuvo “desaparecido” algunas semanas por motivos personales, algo que no le ha ayudado a la hora de asentarse en el equipo.

Deni Avdija (Washington Wizards) en un partido ante Los Angeles Clippers
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Deni Avdija (Washington Wizards) en un partido ante Los Angeles ClippersROB CARRAFP

El alero ex de Gonzaga, compañero de Jalen Suggs en la universidad de los Bulldogs, ha ido de menos a más en las últimas dos campañas. Una opción fiable desde la larga distancia que cada vez evoluciona más su juego. El caso de Johnny Davis es totalmente contrario. El que fuera escolta estrella en la universidad de Wisconsin y un jugador preparado en ataque y defensa para dar el salto a la NBA, ha tenido solamente minutos residuales.

Parece difícil comprender por qué le seleccionaron en una posición tan alta (9ª) cuando apenas cuentan con él y no saben introducirle en el sistema. Se está saliendo en la G League con el filial, pero su sitio está con los mejores. Bueno para anotar tras bote, saliendo de bloqueos, sólido en defensa... No le ha entrado por los ojos a Wes Unseld Jr.

Los malos resultados van más allá de dinámicas individuales. Cuando un grupo no tiene cohesión, ideas y una hoja de ruta a seguir, el resultado va a ser el mismo tenga más o menos estrellas. No hay solución en un equipo que no sale de la parte baja del Este y que ve como otros, sin tanto jugador consagrado (Orlando, Indiana) están dejando mejores sensaciones.

Quizá sea hora de mirar al banquillo, o a la directiva. Los cambios llegarán, no es descabellado que en los próximos días uno de los jugadores citados salga del equipo. Mientras tanto, su talento joven no termina de explotar, siendo dependientes de las buenas actuaciones de los veteranos. La temporada parece perdida, pero, mirando hacia el futuro, están sin rumbo en la capital.