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NBA | RESTO DE LA JORNADA

Descansos con truco en los Nets

Mikal Bridges juega solo para extender su racha de partidos y se muestra muy poco conforme. Los Suns dan la cara en Houston.

Descansos con truco en los Nets
Angel ColmenaresEFE

Falta les hacía a los Suns (15-15 ahora) ganar un partido. Y ganar bien. Y fuera, donde no sumaban un triunfo desde el 26 de noviembre. Fue en Houston (113-129) a costa de unos Rockets cuya defensa, la que quieren que sea su seña de identidad, se vino totalmente abajo sin Dillon Brooks, que se perdió su primer partido del curso tras su lesión una noche antes, contra los Pacers. En back to back y sin su perro de presa, los texanos (15-14) dieron una imagen muy pobre, arrollados en la primera parte (ventajas de 20 puntos y 55-73 total para los Suns) y sin capacidad para poner la desventaja por debajo de las dos cifras en la segunda.

Kevin Durant, en el centro de todas las miradas en estas semanas horribles de su equipo, respondió con un ejercicio de liderazgo y baloncesto. Después de cuestionar en redes las informaciones de Adrian Wojnarowski, que dijo que ya estaba visiblemente frustrado y que hay preocupación con él en los Suns, KD jugó más de 41 minutos y acabó con 27 puntos, 10 rebotes y 16 asistencias (dato con el que igualó el tope de su carrera). Mientras esperan a que se incorpore definitivamente Bradley Beal, lo que en teoría es cuestión de días aunque con el escolta nunca se sabe, los de Arizona contaron también con una versión buena pero no súper de Devin Booker (20 puntos, sexto partido seguido por debajo de 30, y 7 asistencias), con el regreso de Jusuf Nurkic y con la producción de Grayson Allen (16 puntos) y, sobre todo, Eric Gordon en su primer partido de vuelta en Houston, donde jugó siete años: 27 puntos, 7/11 en triples y 17 puntos y un 5/6 desde la línea de tres en el segundo cuarto. El tramo que reventó el partido: 31-43.

Con su mejor (y más ordenada) versión en ataque del último mes, los Suns respiraron. Frank Vogel va rebuscando entre los secundarios y favorece ahora a Udoka Azubuike, Chimezie Metu y Saben Lee. Lo que sea con tal de sumar victorias en un momento de máxima necesidad. Los Rockets notaron mucho la ausencia de Brooks, perdieron por un problema de tobillo a Jabari Smith Jr y fueron vapuleados durante muchos minutos. Alperen Sengun, eso sí, acabó con 24 puntos y 5 rebotes; Y Jalen Green, un aspirante a estrella que está estancado y al que muchos ya señalan como pufo en Houston, jugó uno de sus mejores partidos de las últimas semanas (23 puntos). Algo es algo en un muy mal día para los Rockets.

Los Sixers por fin ganan sin Embiid

En duelo de tercero contra quinto del Este, los Magic podían haber aprovechado la ausencia de Joel Embiid y podrían haberse puesto a un partido de los Sixers. Pero perdieron en su pista (92-112), en un choque que durante muchos minutos no estuvo tan claro como parece reflejar el marcador final, y quedan con un 18-12 que se aleja más del 21-9 de unos Sixers que estaban 0-4 en partidos sin Embiid. Por fin, ganaron (1-4 ahora).

Después de su pesadilla navideña en Miami, Tyrese Maxey respondió (23 puntos) aunque tuvo problemas de faltas en la primera parte. Tobias Harris no seleccionó bien sus tiros pero acabó con 22 puntos, Melton estuvo más fino de lo habitual cerca del aro y anotó cuatro triples (22 puntos) y Paul Reed suplió la baja de Embiid con 15 puntos, 10 rebotes e intimidación cerca del aro. Los Sixers fueron inteligentes e intensos, cerraron la zona (40-58 en puntos en la pintura) y obligaron a ganar por fuera a unos Magic extraviados (9/33 en triples), un equipo con un problema enorme de tiro exterior y que además apiló 16 pérdidas, demasiadas para el poco margen de error que tienen en noches así. Jalen Suggs fue de más a menos tras jugar un gran primer cuarto (20 puntos), Franz Wagner acabó con 24 y Paolo Banchero sufrió mucho para anotar: 19 puntos con un 6/21 en tiros. Muy por debajo de lo que necesita su equipo de él.

Una victoria ‘con truco’ de Milwaukee Bucks

Los Bucks, por su parte, cerraron su periplo en Nueva York con una victoria en Brooklyn (122-144) que fue más fea de lo que refleja el marcador final pero que les permite quitar el mal sabor de boca de su derrota en el Madison el día de Navidad. Y fue más fea porque jugaban contra un rival completamente en cuadro, que afrontó las rotaciones como si fuera un partido de pretemporada. Ahora, los Bucks están 23-8 y los Nets vuelven a verse por debajo del 50% de victorias (15-16).

En back to back tras ganar en Detroit (y evitar ser el que salga en la foto del final de la histórica mala racha de los Pistons), pero sobre todo en un tramo de seis partidos en nueve días, Jacque Vaughn optó por no alinear a Spencer Dinwiddie, Nic Claxton, Cameron Johnson ni Dorian Finney Smith. Y solo jugaron en el primer cuarto Cam Thomas, Royce O’Neale y un Mikal Bridges que no podía faltar para no estropear su racha: no se ha perdido ni un partido en su carrera profesional en la NBA (423 de 423 ahora) igual que no se perdió ninguno en sus tres años en Villanova. La última vez que faltó en un partido, fue en el instituto, por enfermedad. En el último año de high school jugó los 25 partidos, después no se perdió ni uno (116 de 116) en College y ahora sigue sin faltar en la NBA: 423 sin fallo en regular season, 39 de 29 en playoffs. En la NBA, por cierto, el récord de más partidos sin perderse ninguno desde el inicio de una carrera pertenece a Johnny Red Kerr, que debutó en 1954 y no falló en sus primeros 844.

Esta vez, Bridges solo jugó los 12 minutos del primer cuarto, y dijo después, no precisamente contento, que “no era fan” de cómo había gestionado el partido su equipo: “Estoy sano, no sé por qué no tendría que jugar más. Las rachas son algo de lo que se habla desde fuera pero yo no juego por eso. Yo lo que quiero es estar en los partidos para competir e intentar ganar”. El plan C de los Nets pasó por jugadores como Dennis Smith Jr (14 puntos), el rookie Jalen Wilson (21 y 10 rebotes), Trendon Watford (14), Noah Clowney (14)… Y aún así, los Bucks solo ganaban de uno casi al final del tercer cuarto, antes de un parcial de 2-9 para llegar algo más aliviados (92-100) al cuarto final.

Acabaron ganando por puro peso específico, con 32 puntos, 10 rebotes y 8 asistencias de Giannis Antetokounmpo y otro buen partido (excelente noticia) de Khris Middleton (27 puntos, 10 asistencias). Además, Beasley y Payne combinaron un 10/16 en triples. Y aún así, la cosa quedó deslucida por, como siempre, los problemas defensivos de un equipo sin especialistas y sin jugadores capaces de jugar con el nivel de presión que quiere su entrenador, Adrian Griffin. Los Nets anotaron 70 puntos en la pintura (70-48) y aguantaron así con vida hasta el último cuarto pese a la decisión de su entrenador de entregar al partido para gestionar descansos y piernas.

En Washington, finalmente, los Raptors aprovecharon la visita a una de los peores equipos de la NBA: 102-132 para romper una racha de cinco derrotas a domicilio. Los canadienses jugaron a placer contra una defensa de papel que ha encajado al menos 130 puntos ya en catorce partidos de una temporada en la que están 5-25. Los Raptors, 12-18 después de una victoria muy necesaria para calmar un poco los ánimos. Estrenaron quinteto, con Gary Trent Jr en lugar de un Dennis Schröder que pasó a la segunda unidad. 57% en tiros, 39,5% en triples, y 43 asistencias (a una del récord de la franquicia) contra un rival de plastilina.

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