Doncic sobrevive a la furia de los Nets

Kevin Durant llevaba 62 tiros libres anotados de forma consecutiva, todos ellos desde que falló el pasado 26 de octubre ante los Bucks, pero no pudo con la presión añadida de Dallas. El alero, que parece levitar por la pista, había logrado sacar provecho de la arriesgada táctica de los Mavericks y sacó tres tiros libres para poder forzar la prórroga. La falta de Reggie Bullock, con intención de hacerse antes del lanzamiento, fue después y Durant tenía la posibilidad de empatar, pero falló al segundo intento y puso cara de exasperación. Los Nets habían jugado un gran partido en una gran noche, tenían opciones reales de poder seguir vivos y llegar a su tercera victoria consecutiva, todas sin el apartado Kyrie Irving, su defensa estaba siendo bastante buena... pero todo se esfumó al final. Durant falló el tercero aposta y los 5,6 segundos que quedaban empezaron a correr. Los especialistas en rebotes de ambos equipos ya estaban en pista. Pero el balón, saliendo de fuera de la línea de tres, le llegó a un Royce O’Neal que quiso pasar hacia atrás y no tuvo suerte al hacerlo. Robo de Dwight Powell y victorias de los Mavericks.

Fue una victoria meritoria para los texanos, la cuarta consecutiva para ellos para lucir un buen 6-3 que les deja ya solo un paso por detrás de Nuggets y Blazers (7-3), también ganadores en esta jornada. Pero la mejora es evidente para Luka Doncic y compañía: todo han sido victorias ajustadas (de 2, 1, 3 y 9 puntos), fraguadas en esa defensa que es la seña de identidad del equipo de Jason Kidd y con un Luka Doncic que sigue en modo on fire: 36 puntos, 6 rebotes y 6 asistencias en más de 38 minutos ante los Nets, con 11 de 22 en tiros de campo, 5 de 9 en triples y y 9 de 12 en tiros libres. Doncic fue apartado en algunas de las defensas finales con Kidd, todas siempre después de tiempo muerto, y sumó 5 pérdidas de balón y 5 faltas, pero cuajó una sólida actuación y ha superado los 30 puntos en ocho partidos consecutivos, todos los del inicio de temporada, liderando la Liga en este apartado y aumentando su racha.

Excepto el primer cuarto (29-34 para los Nets), ninguno de los tres siguientes superó los 24 puntos de anotación por parte de ninguno de los dos equipos; fue un partido muy defensivo, con partes toscas y feas, muchos parones y menos espectáculo: los Mavs acumularon 22 pérdidas de balón y 20 faltas personales, mientras que los Nets se fueron a 13 y 26 respectivamente. Excesiva inseguridad y demasiados contactos, pero una lucha en las trincheras que se decantó del lado de los texanos, más acostumbrados a moverse entre el fango que sus compañeros de Brooklyn. Eso sí, Reggie Bullock (0 puntos, 0 de 5 en tiros) y Spencer Dinwiddie (2, con 1 de 8) estuvieron negados de cara a canasta y fue Dorian Finney-Smith el único que acompañó a Doncic en la ofensiva (18 tantos) junto a un inopinado héroe: Josh Green, 16 puntos y 5 de 5 en tiros. Por ahí apareció, de forma fugaz por desgracia, un Tim Hardaway que llevaba 11 en 13 minutos antes de darse un golpe en la cadera izquierda. El alcance de la lesión es desconocido.

Los Nets pueden, desde luego, sentir amargura por la derrota, pero los brotes verdes siguen su curso. Las victorias ante Wizards y Hornets no fueron de casualidad, es el tercer partido que dejan a su rival en menos de 100 puntos anotados y parece que Jacque Vaughn tiene ciertas ideas sobre como manejar un cotarro que es sensiblemente más fácil de manejar sin un Kyrie que sigue apartado, esperando a ver cómo se desarrollan las circunstancias y ya con la etiqueta de producto altamente tóxico pegada a su pecho y a su espalda. Ime Udoka sigue sin llegar y no parece que lo vaya a hacer por miedo a un nuevo escándalo que Joe Tsai, dueño de la franquicia, ya no puede permitirse. Quizá Vaughn, que siempre fue del gusto de Durant, pase de fijo a interino o los Nets se fijen en otros entrenadores que haya en el mercado. Pero, de momento, lo cierto es que han espabilado y se empiezan a ver cosas en el equipo de Brooklyn, que va 4-7 pero con mejores sensaciones.

Ante los Mavs, Durant (con algún rumor de traspaso por ahí) finalizó con 26 puntos, 4 rebotes y 4 asistencias, pero con el recuerdo de ese tiro libre que impidió llevar el partido a la prórroga. Nic Claxton, enormérrimo en la zona, se fue a 10 puntos y 14 rebotes y se está convirtiendo en un elemento clave para el equipo, en alguien que frena a los rivales en la zona cuando estos superan la primera línea defensiva y que es muy seguro a la hora de finalizar cerca del aro. Royce O’Neale mejoró hasta los 15 tantos en casi 41 minutos, Joe Harris se fue a14 y Cam Thomas a 19 desde un banquillo corto y estéril, pero voluntarioso en cuanto al esfuerzo en los escasos minutos con los que contó el resto y que contó con Ben Simmons, que volvió a la rotación tras sus eternos problemas con limitación de minutos: 2+3+2 en menos de 16 minutos. Mala cosa. Lo bueno para los Nets es que muestran otra cara, quieren competir, parecen divertirse y tienen a un Durant que parece más involucrado en el equipo y no se dedica a ir a su puesto de trabajo, meter una mansalva de puntos y volverse corriendo a casa. Los Nets han mejorado mucho. Y todo sin Kyrie Irving, claro. Y todo lo que ello supone.