Doncic, Kyrie... ¿y Pascal Siakam?
Todo apunta a que Siakam saldrá de Toronto antes del cierre de mercado, el 8 de febrero. Los Mavs aparecen como una opción sugerente... pero muy complicada.
Los Mavericks están bien, pero no muy bien: 19-15, séptimos del Oeste. Tienen motivos para sonreír después de su frustrante temporada pasada, en la que pasaron de la final del Oeste en 2022 a no jugar ni la repesca del play in. Al menos, salvaron por ese camino (acabó siendo el objetivo) un pick de primera ronda que estaba condicionado a ser top 10 o irse a Nueva York (recuerdos del traspaso de Kristaps Porzingis en 2019). Los Mavs se quedaron su elección y le darán a los Knicks la primera de 2024 para saldar esa cuenta. En la noche del draft, bajaron un par de posiciones y eligieron en el 12 a Dereck Lively II, el pívot de Duke que ha encajado como un guante en el equipo porque ha cubierto un rol en el juego interior que había sido un quebradero de cabeza para los texanos en los últimos tiempos.
Lively es importante como ancla de un equipo que necesitaba (y sigue necesitando) físico, dureza. Dante Exum, recuperado para la NBA tras una gran temporada en el Partizán, también ha aportado en ese aspecto, aunque se esperaba más de Grant Williams, fichado de Boston Celtics con un contrato de cuatro años y 54 millones de dólares. Y se sigue esperando más de Josh Green, el alero australiano de 23 años que lleva desde 2020 en Dallas alternando alguna de cal (en las que muestra potencial como 3+D, defensor con tiro exterior) con demasiadas de arena.
Una baja de larga duración de Kyrie Irving por una fea lesión en un pie (que pudo ser mucho peor) sigue retrasando la valoración definitiva de la pareja que este forma con Luka Doncic. Mientras, el esloveno es la gran noticia, una vez más, para su equipo. Todavía mejor, y era difícil, que la temporada pasada, promedia 33,4 puntos, 8,3 rebotes y 9,4 asistencias. Progresando en los pocos lunares que tenía su juego (defensa, porcentaje desde la línea de tres y desde la de personal…), en diciembre ha demostrado que merece estar en la pelea por el MVP: 37,5 puntos, 8,9 rebotes y 11,1 asistencias.
Pero falta algo. La plantilla no tiene la munición suficiente para convertirse en aspirante con todos los galones en un Oeste en transición, en el que sufren pesos pesados de los últimos años y crecen proyectos como los de Minnesota Timberwolves, Oklahoma City Thunder… Un escalón por detrás, Sacramento Kings y New Orleans Pelicans también aspiran a dar ese salto de calidad que falta en Dallas, donde se acaba de producir un cambio de propietarios. Mark Cuban ha vendido una parte mayoritaria de la franquicia a la familia Adelson, que levantó un imperio gracias a los negocios del juego y los casinos y que ha dado a Cuban, que seguirá controlando los movimientos deportivos aunque no tendrá la última palabra en las decisiones trascendentales, la orden de “gastar lo que sea necesario para ganar”. Eso es importante en una franquicia que históricamente no ha visto con muy buenos ojos el impuesto de lujo y que ahora estará, con esos nuevos jefes, entre las más ricas del deporte estadounidense.
Mientras los Mavs revisan sus opciones, se acerca el cierre de mercado invernal (8 de febrero) y las próximas semanas serán nerviosas, con movimientos que pueden cambiar la carrera por los playoffs 2024 y el posicionamiento de cara a esas eliminatorias. En Toronto, lejos de Dallas, ha comenzado un reseteo que se había retrasado más de la cuenta. Un inicio de temporada muy decepcionante ha provocado el primer gran movimiento, el traspaso de OG Anunoby a los Knicks. Ahora, en el mundillo NBA se esperan más salidas en Canadá. Algunas de perfil bajo (como Gary Trent Jr) y una que puede ser importante: Pascal Siakam. El ala-pívot camerunés acaba contrato esta temporada, un vínculo de cuatro años y 137 millones de dólares firmado después del título de 2019, en el que fue fundamental. Siakam, un forward fuerte y que ya ha sido dos veces all star y Jugador Más Mejorado, promedia en este curso 21,9 puntos, 6,6 rebotes y 5,1 asistencias.
Siakam encajaría, a priori, como un guante, en los Mavs. Por físico, defensa, rebote y capacidad para generarse sus puntos. Sería el tipo de movimiento que podría catapultar las opciones de los Mavericks en el Oeste, y en los últimos días el periodista Jake Weinbach habló de los texanos como “el tapado” en la carrera por hacerse con él. Adrian Wojnarowski, mientras, asegura que los Raptors deshojarán la margarita con tranquilidad y querrán ver cómo encaja Siakam con el nuevo bloque (por Anunoby llegaron RJ Barrett e Immanuel Quickley), uno que en todo caso va a estar liderado por Scottie Barnes, el Rookie del Año de 2022. En Toronto quieren jugadores que estén más en el arco de edad de Barnes (22 años), y Siakam no encaja ahí (cumplirá 30 en abril) y podría irse en verano sin dejar nada a cambio en Toronto.
Sin embargo, la cosa no será sencilla. Marc Stein ha asegurado que los Mavs han analizado la situación de Siakam y quieren reforzarse “en la posición de ala-pívot”, aunque considera que el camerunés no es ahora mismo “la opción favorita”. Además, hay otros pretendientes que llevan meses vinculados a esta operación y que seguramente podrían hacer mejores ofertas que la de los Mavericks: Indiana Pacers, Sacramento Kings y unos Atlanta Hawks que ya negociaron en verano por un Siakam que además tiene la sartén por el mango, al menos en buena medida: como acaba contrato, ningún equipo dará un gran retorno por él si no tiene ciertas garantías (como mínimo) de que firmará después una extensión. El riesgo, de lo contrario, es dar mucho a cambio de él y que se marche en verano a otro destino, libre.
La gran temporada rookie de Lively II puede ser, paradójicamente, el factor que anule las opciones de traspaso. Lo normal es que los Raptors lo quieran en la operación, pero parece improbable que los Mavs estén ahora mismo dispuesto a incluir al pívot en su oferta. Esta pasaría por cuadrar salarios con jugadores como Tim Hardaway Jr y Richaun Holmes, incluir como atractivo a Josh Green y a otros jóvenes (Jaden Hardy, Olivier-Maxence Prosper) y, como mínimo, una primera ronda de draft. No parece a priori una oferta muy luminosa por un jugador por el que habrá, salvo que él presione en otro sentido (en verano lo hizo), mucho interés si finalmente es puesto en el mercado durante estas próximas semanas, antes del cierre invernal.
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