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NBA | TIMBERWOLVES 116 - MAVERICKS 106

Doncic, Kidd y los Mavericks: pesadilla antes de Navidad

Caída de los Mavs en Minnesota sin aprovechar las bajas de Towns y Gobert y dos expulsiones, las de Doncic y Kidd, en una noche de desquicio.

Doncic, Kidd y los Mavericks: pesadilla antes de Navidad
Matt KrohnUSA TODAY Sports

No valió el cansancio, casi más lo hizo el ímpetu positivo con el que los locales entraban al partido. No valió la columna las bajas, al menos la calidad de las mismas frente a la cantidad. No valió nada de lo que los Mavericks supuestamente tenían a favor para afrontar el partido en Mineápolis con los Timberwolves y el resultado fue una noche chafada en varios de los frentes abiertos.

Los texanos cedieron 116-106, con maquillaje final en el marcador, en su visita al Target Center. Los Wolves venían de jugar la noche anterior, por lo que ésta era la segunda pata de un back-to-back, pero la inercia era impresionante: contra los Bulls consiguieron el récord de puntos de la franquicia en un partido, 150. Contó más la cabeza que las piernas. Y eso que no tenían, de nuevo, a las dos torres que tanto están dando que hablar -por la dificultad esquemática que supone que jueguen juntos- en la ciudad, Gobert y Towns, para pelear por la victoria. Tampoco contaban con Anderson, Prince o McLaughlin, no es que fueran los únicos. Los jugadores caídos en el otro lado no eran mayoría (Hardaway, Powell, Green, Kleber) hasta que Dorian Finney-Smith abandonó la cancha en el tercer cuarto por un tirón en el aductor.

Un tercer periodo que fue la guinda del despropósito. Allí se remató la jugada para que los Timberwolves salieran victoriosos. Luka Doncic, que había recibido una técnica anteriormente, se quedó protestando a uno de los árbitros y fue mandado al vestuario. Jason Kidd reaccionó de manera vehemente, buscando la confrontación con el oficial Nick Buchert, y también fue expulsado.

Para los de Dallas el embudo en el que se habían metido tenía su base en el segundo cuarto, antes del descanso, en el que cedieron 36 puntos y anotaron sólo 14. Lo que ocurrió después del descanso sólo fue una prolongación de aquel dislate. Los Mavs sí venían con algo más de descanso, un día para ser más exactos, y dos de los que no habían jugado el último encuentro, Doncic (19) y Bertans (18), fueron líderes en ataque junto al renacido Walker (14). Pero en defensa volvieron a fallar y su ataque se estabilizaba por momentos sólo con los triples; además de las pérdidas y el enfoque, acabaron con un muy flojo 12/31 (38%) en los tiros de dos. En los de Finch fue la noche del pívot Naz Reid, autor de 27 puntos y 13 rebotes, como titular para aprovechar la doble ausencia en ese puesto, Anthony Edwards se quedó a una asistencia del triple-doble y destacaron también dos exteriores secundarios como Nowell (18) o Rivers (16). Ambos conjuntos estaban empatados y con el balance equilibrado en 15-15 y ahora en el Oeste toma una ligera delantera el ganador de este lunes.

A pesar de la incomodidad en la que McDaniels sumía a Doncic, que acabó la cita fallando 12 de sus 17 tiros ejecutados en juego, nada hacía presagiar un descalabro como el que se produjo en el segundo cuarto. Y eso que, con cuatro minutos disputado de ese parcial, los Mavs dominaban con rentas de seis a ocho puntos. La casualidad había colocado a JaVale McGee, uno de los apartados por Kidd aun siendo un fichaje de esta misma temporada, en una posición de poder al no tener enfrente a Gobert y Towns y el veterano pívot, en su primera sustitución a Wood, fue el protagonista de la racha que impulsó a los suyos al liderato en el marcador. Pero nada que ver. Doncic aprovechó cada oportunidad en la que McDaniels se quedaba descolgado y a él le defendía otro contrincante y, de nuevo, nada que ver. El problema no estaba ahí. La falta de intensidad y comunicación en la defensa de los Mavs dio alas a los rivales, en especial a Nowell y Rivers, durante esos minutos predescanso, y Anthony Edwards dirigió la orquesta a lo Gustavo Dudamel: de éxito en éxito. El de los Timberwolves dominó con el estilo de Doncic, de pasos cortos y poniendo bien el cuerpo contra el otro, mientras Luka miraba con envidia. La frustración de la estrella europea tuvo su tope a falta de dos minutos para alcanzar el último cuarto y con -16, al protestar cuando bajaba a defender una falta en el otro lado, y fue descalificado al acumular dos técnicas. Por lo declarado por él ante la prensa, esa decisión será recurrida. Davis Bertans, gracias a su acierto en el triple, recortó distancias en un último cuarto que no tuvo mayor historia, el daño ya estaba del todo hecho.