Curry revienta a Miami en un parpadeo

Quinto partido, tercer victoria de la temporada para Golden State Warriors. La franquicia de la Bahía doblegó a Miami Heat (123-110) en un enfrentamiento que estuvo en el alambre hasta los últimos siete minutos cuando los locales reventaron a su rival. Un lapso controlado desde el principio hasta el final por un jugador generacional como Stephen Curry, un jugador de sonrisa aún infantil pero letal cuando la muñeca echa humo.

El base salió cuando el marcado lucía un igualado 103-99 y dirigió el parcial de 20-11 para cerrar el duelo al estar involucrado en 16 de esos 20 puntos. Solo la primera y última canasta con él en pista de nuevo no tuvieron su firma de alguna forma. En el resto puso marca. Repasemos: hizo 10 tantos con dos triples (con celebración golpeándose el pecho incluida) y dos canasta de dos y asistió para que Klay Thompson hiciera dos dianas desde el perímetro.

Una producción excelsa que le permitió irse hasta los 33 puntos con un 7 de 14 desde el triple, 7 rebotes y 9 asistencias para un +13 con él sobre la cancha. Es la cuarta vez en lo que llevamos de esta aún corta temporada que supera los 30 tantos, la tercera que iguala los 33 (Lakers, Sacramento y Miami). Denver recibió 34. Solo Phoenix consiguió dejarle en tan solo 21. Y, todo eso, con una exhibición de eficacia en el tiro con un 48,6% en tiros de campo y un 45,7% de tres. Nada mal de arranque.

Miami aguantó hasta que quiso Curry. Y eso fue bastante. 41 minutos soportando al actual campeón, con un Bam Adebayo y un Jimmy Butler a gran nivel (26 y 27 puntos, respectivamente) pero siempre por detrás del marcador ante un vigente campeón que a la espera de rearmarse completamente podrá contra con Curry para sacar este y muchos más duelos hacia adelante.