Biyombo: “Con 53 años Michael Jordan nos seguía matando a todos”
El congoleño Bismack Biyombo, ahora en Phoenix Suns, recuerda sus años en los Hornets y habla maravillas del propietario, Jordan.
Con 30 años, Bismack Biyombo ya es un veterano en una NBA en la que lleva desde 2011. El pívot congoleño, que llegó a España con 17 años gracias a Mario Palma, que lo descubrió en un torneo en Yemen y lo fichó para el Fuenlabrada, fue número 7 del draft y ha pasado por Hornets (primero Bobcats), Raptors, Magic, otra vez Hornets y ahora Suns, donde su imponente físico da minutos en la rotación interior del que es, a priori y cuando no azotan las lesiones, uno de los mejores equipos de la NBA.
En 2016, cuando los nuevos ingresos generados por los derechos de televisión dispararon los salarios, firmó un contrato de 4 años y 72 millones de dólares con los Magic, su mejor acuerdo en una liga de la que después estuvo con un pie fuera. Su trabajo le ayudó a ir recuperando el sitio. Mientras, ha hecho mucho por su país natal: donó un millón de dólares durante la pandemia para equipamiento médico y todo su salario de esta temporada 2021-22 va a servir, de forma íntegra, para la construcción de un hospital. Hablamos de casi tres millones de dólares.
Biyombo ha hablado, antes de enfrentarse a su exequipo, con la prensa de Arizona de sus años en Carolina con los Hornets, la franquicia de la que es propietario Michael Jordan, nada menos: “Siempre intentaba enseñarnos cosas, darnos consejos. Sabía que era alguien a quien podía recurrir siempre que necesitaba algo, y eso era así cuando estaba en su equipo pero también cuando he estado en otros”.
Además, el pívot recuerda que ya con los cincuenta años bien superados (está cerca de cumplir 60), a Jordan le seguía gustando ponerse la ropa de entrenar y salir a la pista. El resultado podría parecer sorprendente, pero no lo es conociendo al eterno 23: “Mike es Mike. Le veías jugar uno contra uno y ganaba a todos los jugadores después de los partidos. De esto hará como siete u ocho años, así que tenía ya más de 50. Venía a los entrenamientos, jugaba uno contra uno y mataba a todos nuestros jugadores, era así al cien por cien. Parecía imposible que pudiera moverse así. Recuerdo que alguien la pandemia le retó. Yo no le recomiendo a nadie que haga eso”.