Chamberlain, Robertson, Westbrook... y Jokic

Nikola Jokic es el nuevo rey del triple-doble en la historia de la NBA. Y no por haber superado el récord, que sigue en manos de su actual compañero, Russell Westbrook (que lleva 202), sino por haberse convertido en el primer jugador en llegar a, al menos, 30 puntos, 20 rebotes y 20 asistencias en un mismo partido. Fue en la agónica victoria de los Nuggets contra los Suns (149-141) en una batalla que fue una oda a la ofensiva y en la que se llegó a unos números altísimos de anotación, algo indispensable para conseguir este tipo de estadísticas. Y, además, decidido en la prórroga, donde el serbio dio el pase que permitió el hito. Al final, 31 puntos, 21 rebotes y 21 asistencias, una actuación formidable que completó con 4 robos de balón, un 13 de 22 en tiros de campo, 3 de 7 en triples y 2 de 3 en tiros libres. Esto le permite superar a los más grandes en ese tipo de especialidad: el ya mencionado Westbrook, un legendario Oscar Robertson que ocupa el segundo lugar en el escalafón histórico y Wilt Chamberlain, el hombre de todos los récords, ese que mareó la estadística hasta límites insospechados y que tiene una cantidad de gestas que, numéricamente, nadie ha conseguido igualar. Entre otras cosas, porque son prácticamente sobrehumanos, más propios de las películas que de la realidad.

Jokic se va a convertir esta temporada en el tercer jugador de la historia en promediar triple-doble tras Robertson (que lo hizo en la 1961-62 con los Cincinnati Royals) y Westbrook (que lo ha logrado en cuatro ocasiones, tres consecutivas con los Thunder y otra con los Wizards). El pívot promedia casi 29 puntos, 13 rebotes y 10,5 asistencias en 57 partidos, por lo que salvo sorpresa logrará la hazaña en un curso baloncestístico en el que los Nuggets han perdido más piezas importantes respecto al pasado más reciente y la estrella ha tenido que asumir todavía más juego. Y no sólo eso: el jugador de Colorado, bronce en los pasados Juegos Olímpicos, podría unirse a la ilustre lista de nombres que han conquistado cuatro MVPs de la temporada. Lleva tres y parece que Shai Gilgeous-Alexander se va a coronar esta campaña, en la que los Thunder van volando. Pero el merecimiento está ahí y el balcánico podría perfectamente hacerse con una distinción individual para la que ha logrado mejores estadísticas si cabe (parecía difícil, pero es real) que en años anteriores, en los que sí levantó el codiciado trofeo. Algo que no parece ir muy en consonancia con el carácter de Jokic, que también fue MVP de las Finales en 2023, es MVP de las finales de la Conferencia Oeste... Y en fin. Muchas cosas más.

No acaba ahí la cosa: si bien no hay precedentes en la historia para contar algo así, es cierto que ha habido dos jugadores que han conseguido un doble triple-doble antes que Jokic. Es decir, mínimo un 20+20+20. Estos son (o eran) Wilt Chamberlain (cómo no), que logró 22 puntos, 25 rebotes y 21 asistencias el 2 de febrero de 1968; y Russell Westbrook, que llegó a los 20 tantos, 20 rechaces y 21 pases a canasta. Jokic logra, además, el récord de asistencias para un pívot en un sólo partido en la historia de la NBA, igualando precisamente a Chamberlain y superando su anterior registro, que era de 19. Consigue más pases a canasta que nadie en un triple-doble de al menos 30 puntos. Y empata a LeBron James en triples-dobles de 30 o más puntos en la historia de la NBA. El serbio es, además, el tercero en la clasificación histórica tras Westbrook y Robertson, que se retiró con 178 y al que probablemente acabe pasando en algún momento, especialmente teniendo en cuenta la edad del pívot, que acaba de cumplir 30 años y está en el prime de su carrera deportiva. Veremos si puede amenazar en el futuro el trono de Russ, al que no le queda mucho por delante (36 primaveras y en un declive físico lógico y claro). Jokic lleva, por cierto, 29 triples-dobles esta temporada, a 13 del récord precisamente de Wesbrook, que logró 42 en la 2016-17. Casi nada.

Todo esto dentro del contexto de un partidazo, el que se celebró en Colorado entre Nuggets y Suns, dos equipos necesitados. Uno para no perder coba en la lucha por el segundo puesto de la Conferencia Oeste y otro para meterse en el play in. Dos batallas distintas en dos plantillas llenas de talento. Perdieron los de Arizona a pesar de los 34 puntos, 6 rebotes y 7 asistencias de Devin Booker o los 29, con 9 y 5 de Kevin Durant. En los Nuggets, hasta siete jugadores superaron los dobles dígitos en anotación y Aaron Gordon consiguió 27 tantos y se benefició de las defensas flotantes de sus rivales para conseguir un espectacular 7 de 10 en triples. Jokic, que se fue a casi 45 minutos, consiguió el hito en la prórroga, con mucha expectación por parte de una afición y un banquillo muy pendientes de si daba esa última asistencia y conseguía coronar una noche de ensueño. Una en la que supera a nombres históricos como Wilt Chamberlain, Oscar Robertson y Russell Westbrook (que anotó 14 puntos y asistió en un puesto privilegiado a la exhibición de su compañero). Pero en la que, además, se consolida (si es que no lo estaba ya) como el jugador del momento, el mejor baloncestista del mundo, el hombre a seguir en el deporte que domina. Genio y figura. Nikola Jokic hace historia. Otra vez.

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