Castle: “Si buscas un futuro superbrillante, tienes que venir a los Spurs”
Stephon Castle, Novato del Año en la NBA, apunta al futuro hablando sobre las posibilidades de los Spurs por el joven plantel que tiene: Wembanyama, Harper, Fox...


No hay una historia en la NBA como la de los Spurs. Justo este verano se ha producido el cambio definitivo que les aleja de la era de la dinastía, en la que consiguieron cinco Anillos interrumpidamente (1999, 2003, 2005, 2007 y, por último, 2014 con el MVP de Kawhi Leonard), debido a la retirada de los banquillos -seguirá como asesor- de Gregg Popovich. La vieja guardia dejó paso en la pista cuando se marcharon Duncan, Ginóbili, Parker y otros tantos; ahora también lo hace con el relevo de Mitch Johnson en la banqueta. Pero con eso no sería suficiente, aunque parezca mentira, para hablar de ellos en los términos tan halagüeños. Porque la vida sigue y, en su caso, con años venideros que se presumen altamente interesantes. ¿Razones? Reducirlo sería limitarlo, aunque mencionar a Victor Wembanyama como eje del planeta es preceptivo, y es que el trabajo de campo para rodear con los mejor de los mejor al francés de siete pies y tres pulgadas (2,22 metros de altura) está resultando excepcional.
La esperanza ha invadido San Antonio pocos años después del cambio de orden sobre la cancha. Porque Wemby es el líder pero no el único. Un año después que el de Le Chesnay, en 2024, aterrizó Stephon Castle. Otro año corrido, 2025, y le tenemos de Novato del Año de la NBA.
Castle era una de las atracciones de Nike para The One Tournament, la competición de uno contra uno que se enmarca dentro de Jordan Brand y que este año ha llevado sus finales a Nueva York. En ese contexto pudo AS hablar con él unos minutos.
El base de los Spurs, de 1,98 metros, es un exterior ágil salido de la prestigiosa Universidad de Connecticut que viene de un temporadón. Sin presión por resultados grandilocuentes promedió 14,7 puntos y 4,1 asistencias para apoderarse del premio a mejor joven en la NBA.
A Wembanyama le tiraría el balón por alto.
Stephon Castle
Porque, hilándolo con la estética del torneo, ¿cómo sería un duelo entre Castle y su ultralargo compañero Wembanyama? “Siempre voy a decir que ganaría yo. Tengo una confianza memorable en que estaría por delante. Pero es un emparejamiento muy difícil, sé que me costaría mucho meter canastas”, apunta. Bromeando, además, con lo que pasaría en un dos contra dos formando pareja con él. “Tirándole alto el balón, por supuesto. Sería algo automático”, añade.
Para un chico tan vivo en la cancha, con velocidad y manejo, y que simplemente cuenta veinte años en el carné de identidad, las posesiones en las que se mide uno a uno con el defensor son las que más. Le pedimos que aconseje a los chavales que intentaban ganar el contrato de Jordan: “Hay que hacer el juego simple. Especialmente en el uno contra uno no tienes ayuda, así que fintar de más tampoco te va a hacer progresar. Centrándote en los fundamentos y poco más, con sencillez, así se gana un enfrentamiento de este tipo”.
En el uno para uno hay que hacerlo simple.
Stephon Castle
Había que hablar de los Spurs. Reúnen un plantel joven que asusta en la Conferencia Oeste y él es uno de los culpables. Vía draft se ha renovado el equipo con Wembanyama, el centro del mundo, Dylan Harper y Carter Bryant este año, el mencionado Castle, el polaco Sochan y anteriormente con Keldon Johnson y Devin Vassell. La media de edad entre ellos es de 21,5. “Somos una plantilla muy talentosa, pero estamos preparados. La columna vertebral del equipo es todavía muy joven y eso es lo que nos va a dar tiempo para construir y aprender los unos de los otros”, menciona Steph. “Lo que vamos a buscar año tras año es continuar creciendo con los chicos que tenemos. También con el nuevo entrenador. Vamos a colocar el listón muy alto, el estándar es elevado, a ver qué esperan los entrenadores de nosotros y qué esperamos los jugadores unos de otros. Jugar para una organización como los Spurs te da la estructura para poder hacerlo”, agrega el de Covington.
A ellos hay que añadir al segundo jugador con más capacidades, al menos las demostradas. De’Aaron Fox, tampoco tan veterano (27) y miembro del All-Star hace dos, fue traspasado por Sacramento Kings el pasado invierno a unos Spurs que apostaban fuerte gracias a la flexibilidad salarial de la que gozan. Y puede no ser el único. Lo que absorbe Wembanyama también son estas cosas: la gente quiere jugar con alguien así. Preguntamos por ello: ¿se ha convertido San Antonio, de nuevo, en un destino por el que jugadores fuerzan acuerdos, sean libres o tengan contrato? “Claro. Somos jóvenes y talentosos. Si buscas un equipo para jugar en el que haya un futuro superbrillante, diría que los Spurs son el lugar al que debes ir”.
Quizá son muchos gallos en el mismo corral. Castle y Fox son bases y ahora llega Dylan Harper, número 2 del draft, al que también se puede colocar en esa demarcación o como escolta. El tiempo de juego es limitado y hay que hacer encaje de bolillos. “Pero nuestra liga ya no tiene posiciones asignadas. Cada jugador puede driblar, pasar y tirar en el equipo. Ya no miramos las cosas de esa manera: jugar en plural, de la forma correcta y más inteligente, como dársela al que está desmarcado”, explica. “Siempre será mejor tener como compañeros a buenos exteriores, pero yo tengo bastante confianza en mis posibilidades y en lo que puedo aportar a los otros bases que tenemos”, matiza.
¿Y un peldaño más? Porque parte de la recuperación está en volver a las posiciones de privilegio, empezar a competir por puestos de honor en el Oeste. Es casi incomparable, pero la era de Pop se caracterizó -entre otras muchas cuestiones- por la pervivencia a lo largo del tiempo. Jugando eliminatorias 22 años consecutivos, desde 1998 hasta 2019, que era igualar el récord de la NBA en este sentido. Ahora llevan seis sin pisarlas. Una vez que la renovación de grandes incorporaciones de corta edad quede estabilizada tocará otra, la cultural, y ésa conduce con claridad a la victoria en la franquicia de Texas. ¿Qué piensa Steph sobre ello? “Obviamente todo el mundo quiere ganar partidos. Uno de nuestros grandes objetivos no es sólo volver a los ‘playoffs’ sino triunfar en ellos. Para eso debemos aprender del año pasado y del anterior, e incluso ir haciéndolo en el transcurso de éste, y hacer lo que podamos. Así lograremos que el futuro sea todavía más prometedor”.
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