Caleb Martin, héroe inesperado

Está muy manida la frase de la NBA no espera a nadie. Pero es tracidicón inherente de la competición norteamericana en dar oportunidades a todo el mundo. La narrativa siempre ha sido importante para engrandecer jugadores o hacerlos más pequeños, hablar de proyectos y de equipos, conseguir convertir algo minúsculo en extravagante y lo somero en profundo. En acabar con carreras y encumbrarlas. Solo así se entiende que, por ejemplo, Jeremy Lin enamorara al mundo en apenas un mes y que se embolsara más de 65 millones de dólares en contratos tras ello. O que Robert Horry caminara siempre por esa fina línea que separa la oportunidad del oportunismo, tuviera la capacidad de estar siempre en el momento adecuado y se retirara con 7 anillos en sus vitrinas. Todo eso ocurre en la mejor Liga del mundo, que de la misma forma que te quita, siempre te da una pequeña opción para emerger que puede no significar nada... o puede cambiarlo todo. Es parte de la magia del discurso que envuelve al baloncesto norteamericano. Una parte de poesía y romanticismo que casi siempre cae del lado de la parafernalia (en el buen sentido de la palabra) y el espectáculo.

Por ahí podemos colar a Caleb Martin, que ha aprovechado su oportunidad. Era un desconocido hace un par de años y es ahora uno de los principales jugadores de los Heat, que llegan a las Finales de la NBA por sexta vez en el siglo XXI, primera desde 2020 y también primera para Martin, que aterrizó en la franquicia más de un año después. En el séptimo partido ante los Celtics, Martin se ha ido a 26 puntos y 10 rebotes, con un 11 de 16 en tiros de campo y un 4 de 6 en triples. Para él ha sido la culminación a unos enormes playoffs, en los que ha dado un paso adelante y se ha convertido en una fortaleza para su equipo en ambos lados de la pista, a veces solo por detrás de Jimmmy Butler. Defiende bien,es un lanzador fiable, ayuda en el rebote y da seguridad. Con 27 años, ha disputado casi 45 minutos, tiene la total confianza de Erik Spoelstra y pertenece a ese selecto grupo, enorme en los Heat, de jugadores no drafteados con un sitio en la NBA. Con él juegan Max Strus, Duncan Robinson y compañía. Un grupo joven y prometedor y una intendencia magnífica que tiene a Jimmy Butler de líder (y de MVP de las finales de Conferencia, que consiguió por solo un voto sobre su compañero) y a varios veteranos de lujo (Kevin Love, Udonis Haslem, Kyle Lowry...) que sostienen la fortaleza mental de la plantilla.

Caleb Martin nació en Mocksville, Carolina del Norte, un 28 de septiembre de 1995. Un alero bajito (1,96 cm), pero muy fuerte de cintura para abajo, tiene un gran poder vertical, un lanzamiento brillante y una intuición muy buena para atrapar rebotes, algo muy importante para unos Heat que han sido el equipo número 27 de la NBA en esa estadística durante la regular season y que ahora mejora en playoffs. Aunque en realidad, todo ha mejorado en playoffs para los Heat, que han eliminado a Bucks, Knicks y Celtics para llegar a las Finales. El segundo, quinto y primer clasificado del Este tras caer en el primer encuentro del play-in y acabar octavos de su Conferencia. Una revolución total cimentada en muchas cosas, pero que ha tenido la aportación esencial de un Martin que promedia más de 14 puntos en la postemporada tras llegar a poco más de 9 en la fase regular y se ha ido a 19 en la serie contra los Celtics. En total, lleva 4 partidos de 20 o más puntos en playoffs después de hacer los mismos en los 71 partidos en los que participó previamente. Una de las muchas curiosidades del nuevo héroe de los Heat, un hombre al que habrá que seguir de muy de cerca en las Finales.

Antes de recalar en la NBA, Martin jugó dos temporadas con los Wolfpack de la Universidad Estatal de Carolina del Norte, su tierra. Allí promedió 8,0 puntos, 3,7 rebotes y 1,1 asistencias por partido antes de que él y su hermano gemelo, Cody, fueran traspasados a los WolfPack de la Universidad de Nevada. Tras la consabida campaña en blanco que impone la NCAA en las transferencias de jugadores, disputó dos años más, en los que promedió 19,1 puntos, 5,2 rebotes, 2,7 asistencias y 1,3 robos de balón. En ambas ocasiones fue incluido en el mejor quinteto de la Mountain West Conference, siendo además elegido en 2018 Jugador del Año. Nada de eso le valió para ser elegido al draft, un hecho que no le impidió fichar por los Hornets, que habían elegido a su hermano Cody. Debutó en una derrota ante Minnesota Timberwolves y compaginó la NBA con minutos en la G League.

En su primera temporada llegó a los 18 partidos, solo 1 de titular, y se fue a 6,2 puntos con un 54% en triples, una de sus fortalezas. En su segundo curso las cosas se le dieron peor: 5 tantos y una bajada sustancial de su nivel a pesar de irse a los 54 encuentros. Eso provocó que fuera cortado, algo que le separaba de su gemelo, con el que se había criado en la vida y el baloncesto, por primera vez. Firmó por los Heat (para lo que le echó una mano el rapero J.Cole) un contrato dual como el que tenía en Charlotte, lo que le permitía jugar también con su filial, los Sioux Falls Skyforce de la G League. A partir de ahí, ha tenido cada vez más protagonismo en el esquema de Erik Spoelstra y se ha convertido en una pieza esencial en sus sistema, aportando desde el banquillo o la titularidad según sea necesario, fortaleciendo ambos lados de la pista y siendo uno de los principales protagonistas de una revolución extraordinaria, la organizada por los Heat. Que son la primera entidad desde los Knicks en 1999 que llega a las Finales partiendo desde la octava posición.

Martin firmó por menos de 900.000 dólares el primer curso, pasó dos contratos duales, el primero en Miami de apenas medio millón. Vio la luz cuando se fue a 20 millones en tres temporadas el curso pasado, un contrato que le firmaron los Heat. Ha cobrado 6,5 millones este curso, lo que le coloca en el puesto 193 de los mejores pagados de la NBA. Por encima de él estará, por ejemplo, su hermano Cody, que está en 7 de un contrato de 30 en 4 temporadas que firmó. Una auténtica ganga para su franquicia, la de Florida, y un baloncestista que si sigue a su nivel actual podrá ganar mucho dinero en el futuro, cuando sea agente libre (en 2025) y el nuevo convenio esté totalmente en vigor. Por dar un dato de su nivel: Jaylen Brown y Jayson Tatum se han combinado para 18 triples en las finales de conferencia, los mismos que Martin.. y Tyler Herro, que no ha jugado. Con un presente también brillante, antes de que se preocupe de lo que tenga que esté por venir, Caleb Martin tiene otro objetivo en mente: el anillo de la NBA. Va a luchar por ello. Se lo ha ganado, claro.