Caitlin Clark necesita tiempo

Caitlin Clark, el prodigio ofensivo que rompió todo tipo de récords en su carrera universitaria, se estrenó este martes en la WNBA con 20 puntos en la derrota de su equipo, las Indiana Fever, por 92-71, en la pista de las Connecticut Sun, un Mohegan Sun Arena que notó, desde luego, el efecto Clark: casi 9.000 personas en las gradas y el primer lleno de las Sun en un estreno de temporada desde la primera vez que jugaron en ese mismo pabellón, en 2003. El partido, después, demostró que todavía no hay milagros para las Fever, un equipo que por algo se ha llevado los dos últimos números 1 de draft, invertidos en Aliyah Boston y Clark, una pareja llamada a hacer historia para la franquicia de Indianápolis. No el primer día, claro, y no contra un rival con las Sun, uno de los mejores equipos de la WNBA, perenne aspirante al título.

Clark, de 22 años, acabó el partido con 20 puntos (5 de 15 en tiros de campo), con cuatro triples y tres asistencias en 32.27 minutos en pista. Titular en el quinteto de Christie Sides, la exjugadora de las Iowa Hawkeyes apiló además diez balones perdidos. Un récord para una roookie (era ocho desde Cynthia Cooper en 1997). Sus 20 puntos con 4 triples igualaron, en el lado positivo, la mejor marca en un estreno en la WNBA junto a Edna Campbell y la legendaria Maya Moore, la jugadora favorita de la propia Clark.

Su debut provocó enorme expectación en Estados Unidos y la visita de las Fever a las Sun fue retransmitida en directo a nivel nacional por ESPN2. Un total de 38 de los 40 encuentros de las Fever en esta temporada tendrán esta vitrina. Clark fue titular en el quinteto del equipo de Indiana, que el año pasado fue colista en el Este tras ganar trece partidos de cuarenta. Con la exestrella de las Iowa Hawkeyes como motor, las Fever arrancan el curso decididas a pelear por una plaza en los playoffs.

No consiguieron tutear a unas Sun más preparadas, que se perfilan como terceras favoritas para el anillo detrás de las todopoderosas Las Vegas Aces, doble campeonas, y las New York Liberty. Alyssa Thomas fue la gran protagonista de la victoria de las Sun al sumar el noveno triple-doble de su carrera. Acabó con trece puntos, diez rebotes y trece asistencias. Nadie tiene más en la WNBA: cuatro Sabrina Ionescu y tres Candace Parker. Además, DeWanna Bonner metió 20 puntos y se eleva ya hasta la quinta plaza en la tabla de máximas anotadoras de la historia de la WNBA.

A Clark, como es lógico, le costó arrancar, pareció demasiado pasiva para como suele jugar y tiene que afinar el entendimiento con sus compañeras. No le sucedió nada extraño para un estreno, y más si se tiene en cuenta que jugaba contra una de las mejores defensas de la WNBA. Una especialista como DiJontai Carrington se encargó de ponerle en constantes problemas y tuvo tiempo de anotar 16 puntos para unas Sun que recuperaron a la pívot Brionna Jones, uno de los ejes del equipo y que llevaba desde junio de baja por una lesión en el tendón de Aquiles. Clark falló sus primeros cuatro tiros de campo, antes de anotar a tablero y tras un robo los dos primeros puntos de su carrera en la WNBA con 5:20 minutos por jugar en el primer cuarto.

Clark conectó en el segundo cuarto su primer triple, su gran especialidad. Alyssa Thomas dirigió a unas Sun más preparadas a nivel grupal, que estuvieron de forma estable por delante en el marcador (49-39 al descanso). Pese a llegar al paso por vestuarios con ya cinco balones perdidos, Clark dio muestra de su gran potencial ofensivo y llegó a anotar ocho puntos consecutivos para las Fever en el cuarto período. Alyssa Thomas rubricó en ese cuarto el noveno triple-doble de su carrera y las Sun, con 17 puntos de ventaja a falta de dos minutos para el final, no tuvieron apuros para sentenciar la victoria.

Un talento generacional

Clark desembarcó en la NBA el pasado 14 de abril como primera elección absoluta de las Indiana Fever, tras una trayectoria histórica en el baloncesto universitario. Se despidió con el récord de puntos de la NCAA, tanto en la categoría masculina como en la femenina, llenó todos los estadios a los que fue a jugar y acaparó una atención mediática de récord en Estados Unidos. Rompió además el récord de 183 triples en una temporada de la NCAA.

Nativa de Des Moines (Iowa), Clark no pudo completar su carrera universitaria con el título, al quedarse a las puertas de la gloria en las finales de 2023 y de 2024, pero su magnífico talento ofensivo hizo que fuera desde hace meses la jugadora más codiciada por las franquicias de la WNBA, a la que llega este año llamada a llevar a la liga a otro nivel.

Su espectacular rendimiento hizo que la final de la NCAA perdida por su equipo contra South Carolina se convirtiera en el partido de baloncesto universitario más visto de siempre en la cadena ESPN, que retransmitió el encuentro, y el evento deportivo más visto desde 2019 si se excluyen el fútbol americano y los Juegos Olímpicos (18,9 millones de espectadores de media con un pico de 24,1 millones).

Después de la derrota, Clark aseguró que se sentía “decepcionada” con su debut con Indiana Fever en la WNBA: “Estoy decepcionada. A nadie le gusta perder. Pero no puedes decepcionarte demasiado, no nos va a ayudar, tenemos que aprender de esto. Me alegro de que vamos a regresar a casa el jueves y tendremos nuestro primer partido como locales”.

“Fue un partido físico, no tuve mi mejor comienzo, tuve problemas de falta y me tuve que sentar en el banquillo antes de poder regresar. Tuve demasiados balones perdidos. Hay mucho por aprender. Me sentiré más cómoda con la experiencia. Jugar más con estas chicas me hará sentir más cómoda”, terminó. Mañana, las Fever en Indiana, su primer partido como local de la temporada, contra las Liberty, finalistas la pasada temporada. El partido se jugará en el Gainbridge Fieldhouse de Indiana, el pabellón de unos Pacers que dejan para el viernes el sexto de su serie de semifinales del Este de la NBA contra los Knicks.

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