Brunson perdona una millonada en su nuevo contrato con los Knicks

Jalen Brunson renovará su contrato con una ostensible reducción salarial que permitirá a sus Knicks, que ya el año pasado fueron uno de los conjuntos más voraces en la lucha directa por el Anillo, seguir mejorando la plantilla para alcanzar ese objetivo.

Según publicó el periodista Adrian Wojnarowski, las cifras son las siguientes: 156,5 millones por 4 cursos, a 39,1 de media por cada uno. ¿De dónde viene la reducción tan cacareada? De que el jugador se ha adelantado un año para amarrar la renovación, que en 2025 le daba opción al máximo de veterano. El que ha dejado correr era un contrato de 269 millones de dólares por cinco años. Se ha dejado 113 millones en el limbo y una temporada de diferencia.

New York sumó a Bridges, otro producto de Villanova, a una plantilla en la que se ha podido retener a Anunoby o Hart, aunque no al pívot Isaiah Hartenstein. Y ahora, a la gran estrella, Brunson, que dejó la vera de Doncic en Dallas para irse a otro lado a triunfar.

El experto en contratos y convenio Yossi Gozlan advierte que los números publicados son manipulables para reforzar el relato de la caridad de Brunson. En sus cálculos lo que ha dejado de ganar son únicamente seis millones teniendo en cuenta el convenio y sus especificaciones. Sea como fuere, el nuevo acuerdo entre jugador y equipo empezará a contar el próximo verano y se extenderá al menos hasta 2028. Jalen tiene ahí la opción de salirse del mismo, en vez de terminar en 2029 para que cuenten los cuatro años, y valorar, con 31 ó 32 años de edad, cómo recupera parte de lo que se ha dejado en esta renovación: si es en 2028, 323 millones por 4 campañas; si es en 2029, 418 millones por 5 campañas.

La “concesión financiera sin precedentes para dar flexibilidad a un contendiente al título” que se vende desde la agencia del jugador a través de ESPN recuerda, por ejemplo, otras renovaciones recientes que han sido iguales: LeBron pactó el máximo aunque después reculó y renunció a tres millones. En unos Knicks en los que la endogamia sí que no pasa de largo (Sam Rose, agente de Brunson, es hijo de Leon Rose, presidente de la franquicia; Rick Brunson, padre del jugador, fue fichado a propósito para convencerle de ir allí) se ha aplaudido fervientemente esta decisión, claro: Josh Hart, compañero de plantilla, pedía en sus redes sociales “que le construyan una estatua” por semejante recorte. Los de Thibodeau, que en los últimos playoffs llegaron hasta unas semifinales de conferencia en la que los Pacers les ganaron un dramático séptimo en el Madison Square Garden, ansían la lucha por ganar la NBA y para ello es necesaria una flexibilidad en términos de cap contractual que ayude a mejorar el plantel de jugadores, azuzados por todo el dinero que hay en juego gracias al acuerdo con las televisiones que va de la mano del nuevo convenio colectivo.

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