Adam Silver lanza un aviso sobre la primera mujer entrenadora: “Si en cinco años no hay una...”
El comisionado de la NBA, Adam Silver, quiere que de aquí a un máximo de cinco años hayamos visto a la primera mujer entrenadora de la historia.
Becky Hammon estuvo muy cerca de conseguirlo, pero se quedó a las puertas. Nunca, en la historia de la NBA, una mujer ha ocupado el puesto de primera entrenadora y Hammon fue toda una pionera que casi lo consiguió. Con ella, la mujer alcanzó una visibilidad que jamás había tenido en un partido de la mejor Liga del mundo, y como asistente de Gregg Popovich (estuvo de 2014 a 2021) fue la encargada de demostrar que ellas también pueden tener voz (y muy alta) en los banquillos de la competición norteamericana. La exjugadora, una referencia baloncestística con el número 25 retirado de los San Antonio Stars, tuvo varias entrevistas para el puesto de entrenadora jefa, pero el tiro siempre dio al palo y finalmente aceptó un trabajo con Las Vegas Aces, se convirtió en una de las primeras mujeres en dirigir un equipo en Liga femenina y en la mejor pagada de la historia de la competición en su puesto. Y guio a las Aces al anillo, siendo además nombrada Entrenadora del Año. Algo que muchas personas reivindicaron, acordándose de la misma forma que en la NBA no tuvo una oportunidad que merecía.
La barrera todavía no se ha roto: ninguna mujer en la historia ha dirigido a un equipo en la NBA a pesar de los esfuerzos de la competición en modernizarse, adaptarse a los nuevos tiempos y dar cada vez más cabida a las mujeres en los puestos de árbitras, comentaristas... Sin embargo, no en el puesto de entrenadora. Fueron muchas las voces que criticaron las entrevistas que los equipos hacían a Hammon, una fórmula que, en algunas opiniones, tenían como objetivo demostrar al mundo que tenían en cuenta a una mujer para el puesto, pero sin intención de contratarla. Dar una apariencia progresista, feminista, pero que escondía una, finalmente, falsedad manifiesta. Teóricamente sustituta de Gregg Popovich cuando éste se retirara, la extraordinaria longevidad del legendario entrenador provocó que Hammon no quisiera esperar más y aceptara la lucrativa oferta de las Aces, yéndose así a la WNBA, donde sigue aumentando su intachable reputación y ganándose el respeto del mundo. Esperando. quizá, que en un futuro llegue esa oferta definitiva que las franquicias nunca estuvieron dispuestas a dar.
Adam Silver, comisionado de la NBA, ha hablado de este hecho en declaraciones realizadas al podcast de la NCAA y que ha recogido el medio Real GM. “Estaría muy decepcionado si, ciertamente, en cinco años no hemos visto a nuestra primera entrenadora jefa en la NBA”. “Tanto la NBA como la WNBA han liderado muchas causas, pero estamos atrasados en esta. Deberíamos tener a una primera entrenadora en estos momentos. Deberíamos tener más árbitras”, sentenciaba la cabeza visible de la NBA. Un problema que no es nimio en una competición que se basa en la gente joven para subsistir, todo a base de ser la Liga más social, de estar siempre en el lugar y en el momento adecuado cuando se trata de enarbolar un discurso progresista pero que, sin embargo, tiene mucho camino por recorrer en este aspecto.
En estos momentos, hay cinco entrenadoras asistentes en la NBA: Jenny Boucek (Indiana Pacers), Lindsey Harding (Sacramento Kings), Sonia Raman (Memphis Grizzlies), Kristi Toliver (Dallas Mavericks) y Teresa Weatherspoon (New Orleans Pelicans). Ninguna cuenta con la fama ni la notoriedad de Hammon y no están en conversaciones para ocupar la primera línea de fuego en un banquillo. Un problema estructural dentro de una competición que también cuenta con una aplastante minoría de mujeres en los puestos directivos de las franquicias, de dueñas de entidades NBA o de un discurso que, siendo progresista en muchos ámbitos, brilla por su ausencia en este aspecto. Silver ha puesto fecha: de aquí a un máximo de cinco años. El 30 de diciembre de 2020, Hammon se convirtió en la primera mujer en dirigir un partido en la historia de la NBA en ausencia de Gregg Popovich. Pero este hecho, histórico, también fue circunstancial y el retorno de la técnica, que sigue a los mandos de las Aces, a la competición masculina, parece lejana a corto plazo. Y no hay más mujeres en ninguna conversación sobre el tema. Una situación palpable y clara que necesita una solución. Una que llegue más pronto que tarde. En definitiva: cuanto antes veamos a una mujer dirigiendo a un equipo de la NBA como primera entrenadora, mejor.