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NBA | TIMBERWOLVES 102 - BUCKS 115

Nadie puede con Milwaukee Bucks

Triple-doble de Giannis para unos Bucks que no pierden (8-0) y todavía no tienen a Middleton. Feas derrotas de Sixers y Heat. Los Cavs, al alza.

Nadie puede con Milwaukee Bucks
David ShermanGetty

La apisonadora de los Bucks pasó por Mineápolis (102-115), donde los Timberwolves no están para demasiados trotes. Es un equipo ultra ambicioso, que se puso en manos del megatraspaso por Rudy Gobert, con todos los riesgos que eso implica, y de la extraña pareja que el pívot tenía que formar con (otro pívot, claro) Karl-Anthony Towns. Con todos los riesgos que eso implica… Por ahora, los Wolves son un puzle a medio hacer, veremos si un trabajo en proceso, en ruta hacia algo, o un experimento fallido. Sea una cosa u otra, y eso es imposible de saber ahora (aunque cada uno puede tener su intuición particular), no están todavía para ponerse delante de estos Bucks.

Así que pasó lo que era más normal: los Bucks ganaron con suficiencia, claridad. Llegaron a tener 22 puntos de ventaja en el tercer cuarto y controlaron después los intentos de su rival con experiencia y autoridad. Nunca pareció que fueran a perder, tampoco cuando hubo tiros de los Wolves que se fueron al limbo y en los que viajaba la esperanza de la remontada. Giannis Antetokounmpo dirigió el despegue y apareció después de nuevo, cuando hubo que controlar el tráfico. Acabó con 26 puntos, 14 rebotes y 11 asistencias, ahora mismo el MVP de facto porque sus Bucks no pierden: 8-0 ya, el mejor arranque de su historia. Y están sin Khris Middleton, que todavía no ha debutado (ultima su recuperación). Así que… Jrue Holiday, que está también a un nivel sensacional, acabó con 29+8+6. Bobby Portis en 18+8+5 y el rookie Marjon Beauchamp con 14 puntos y 5 rebotes.

Los Bucks son ahora mismo el patrón oro en la NBA, el equipo a batir. Marcan un ritmo que muy pocos vana poder seguir, desde luego no estos Wolves contradictorios y descosidos, que funcionan mejor cuando mueven el avispero y meten variantes (Reid, Anderson, Nowell, Prince…) que con un quinteto titular que es un monstruo de Frankenstein. D’Angelo Russell no ejerce de conductor y es incapaz de meter tiros importantes (9 puntos en 15 lanzamientos, 4 asistencias por 3 pérdidas). Anthony Edwards (24 puntos, 19 tiros) se disgusta cuando hay muchos cuerpos en la zona y Towns (22+11+5) se libera en cuanto juega más centrado como pívot, un rol que devora un Rudy Gobert que ya está tirando poco, como en Utah Jazz (3/6, 7 puntos). Muchos fallos (11/41 en triples por el 17/38 de los Bucks), decisiones muy cuestionables, un encaje difícil y un esfuerzo que es poco constante, a veces visiblemente deficiente. Hay mucho trabajo por delante en Minnesota.

Los Cavaliers siguen el ritmo en el Este

Ahora mismo, los Cavaliers son los únicos que siguen de verdad el ritmo de los Bucks en el Este. Después de su derrota inicial (contra los Raptors), pleno: siete de siete, 7-1 y una imagen excelente, también sin sus dos grandes estrellas y su backcourt titular. Sin Darius Garland ni Donovan Mitchell, los Cavs aplastaron (88-112) a unos Pistons (2-8) azotados ahora por un calendario complicado y que cometen constantes errores de equipo joven, en construcción. Tienden a descoserse o a jugar con ansiedad cuando las cosas se tuercen. Y se van de los partidos.

Garland (rodilla) y Mitchell (tobillo) terminaron tocados el partido del miércoles (con prórroga) contra los Celtics. Así que descansaron. Sin ellos, los Pistons tendrían que haberse centrado en evitar la producción interior de su rival. Nada: 10-34 en puntos en la pintura al descanso (con el partido roto: 39-57) y 24-58 total. Además, un 21-54 en anotación del banquillo terminó de sentenciar a unos Pistons que dieron una imagen muy mala, especialmente si se miran esas bajas (que podrían haber sido cruciales) de su rival. Pero entre Kevin Love (21 puntos, 8 rebotes, 10 asistencias), Cedi Osman (15+4+6) y Neto (10+5+5) cubrieron la producción necesaria para dejar el resto en las manos de las torres gemelas: 23+7 de Jarrett Allen y 11+8 de Evan Mobley… con 8 tapones. Otra actuación defensiva prodigiosa del pívot de segundo año. En los Pistons, 19+5+5 de Cade Cunningham y 18 puntos de Jaden Ivey. Y mucho camino por delante.

Los Celtics sobreviven a DeMar DeRozan

Detrás de Bucks y Cavaliers, los Celtics (5-3) se estabilizan. Su defensa sigue sin estar al nivel de la temporada pasada, pero contra los Bulls (123-119) fueron mejores casi siempre y evitaron el colapso de otras noches en los instantes finales. Los Bulls fueron capaces de hacer el final interesante, y tuvieron opciones, aunque fueron a remolque todo el segundo tiempo. Cuando pudieron consumar la remontada, se hicieron líos en ataque y cometieron errores cruciales, el principal no cerrar el rebote en su aro, con 117-115 y 42 segundos por jugar. Jayson Tatum, gracias al trabajo de albañilería de Marcus Smart, rescató la posesión y mantuvo los nervios templados en el Garden. Los Celtics pudieron perder, pero merecieron ganar.

Tatum acabó con 36 puntos, 12 rebotes y 6 asistencias. No tiró bien pero no paró de ir a la línea de personal (17/20). Jaylen Brown, duda hasta última hora por enfermedad, se quedó en 16 puntos y 5 rebotes, y Malcolm Brodgon tuvo una aportación esencial desde el banquillo: 25 puntos encontrando vías hacia el aro de forma permanente. Los Bulls perdían 105-91 a siete minutos del final y rozaron la proeza a pesar de que cometieron muchos errores. Durante buena parte del partido, vivieron de DeMar DeRozan: 46 puntos con la sucesión, marca de la casa, de suspensiones en la media distancia… y un 20/22 en tiros libres (22/25 todos los Bulls, solo lanzaron él y Zach LaVine). Vucevic (23+12) anotó en momentos calientes del último cuarto pero a los Bulls les faltó el toque último, cometieron más errores de los que conviene si se quiere ganar en el Garden. Están 5-5 ahora, no muy bien pero desde luego no mal (por sensaciones).

La dura vida sin Joel Embiid y James Harden

Joel Embiid sigue de baja por enfermedad, y James Harden inicia un largo tramo (mínimo un mes: lesión en un pie) de ausencia en unos Sixers que, así las cosas, tienen excusa para no ir a mucho ritmo… pero que, por la misma regla de tres, deberían amarrar partidos que se ponen a tiro a pesar de lo precario de la situación. Eso les pasó contra los Knicks (104-106), un duelo en el que manejaban ventajas de más de diez puntos en un último cuarto en el que defendieron mal y atacaron peor, lastrados sin sus dos ejecutores. En los últimos segundos fallaron triples Tyrese Maxey y De’Anthony Melton. Maxey, que celebraba cumpleaños (22, todavía) acabó con 31 puntos pero un pésimo 10/29 en tiros. Melton hizo su habitual trabajo en defensa y repartió 9 asistencias… pero se quedó en un 4/18 en tiros de campo (12 puntos). Un 14/47 del backcourt titular, sin Harden, que pesó como una losa.

Los Sixers quedan en 4-6, ya muy lejos de los Bucks para el que mire la clasificación pensando en el largo plazo. Los Knicks están 4-4 después de salvar el pellejo en el último cuarto. Reaccionaron gracias sobre todo a Obi Toppin (17 puntos, producción incesante en los momentos calientes) y la batuta de Jalen Brunson (23+6+7). Mitchell Robinson se fue lesionado y los Knicks pudieron perder y quedarse con cara de tontos… pero salvaron la noche. Y van avanzando, sin demasiado brillo pero poquito a poquito.

Seis derrotas ya para Miami Heat

Los Heat son otro de los pesos pesados del Este que han comenzado mal, especialmente si se compara (otra vez) su ritmo con el de los intratables Bucks. En Indiana, los de Spoelstra perdieron (101-99) porque Tyler Herro falló el tiro que había metido en el partido anterior, en el último segundo. Y es un 4-6 para un equipo que está jugando sin Jimmy Butler, lesionado, y que tiene muchos problemas para fluir en ataque. Con 94-95 y 5:35 por jugar, los de Florida solo anotaron 5 puntos más. Fallos, pérdidas… Herro anotó 29 puntos muy necesarios pero con un 8/20 en tiros y 5 pérdidas. Kyle Lowry firmó un 1/9, Duncan Robinson un 0/7… los Heat se quedaron en un 38% en tiros de campo, 30% en un pésimo segundo cuarto (34-21) en el que dieron alas a unos Pacers que están (4-5) muy por encima de lo esperado.

Los de Carlisle tienen un buen bloque, por mucho que estén en plena reconstrucción. Tyrese Haliburton (22+9+9) y el excelente rookie Bennedict Mathurin (23 puntos) son un eje de futuro excelente. Y, mientras no sean traspasados, Myles Turner (16+7 y 3 tapones) y Buddy Hield (25+9, 5 triples, clave en ese estupendo segundo cuartgo de su equipo) seguirán aportando. Por lo que pueda pasar.