Mumbrú: “Caerá alguna lágrima con todo lo emotivo que puede ser”
El técnico barcelonés regresa a Miribilla para medirse al Bilbao Basket, en donde es santo y seña. Trata de aislarse en el Valencia Basket.
Mumbrú aparecerá de nuevo el domingo por la tarde por Miribilla. Ha vivido todos los partidos del Bilbao Basket en ese recinto, como jugador y como técnico, en ACB, Euroliga, Eurocup, Supercopa, Champions, LEB... Solo se ha perdido uno allí, el que ha dirigido su sucesor, Ponsarnau, ante el Betis. Ahora ha emprendido la aventura del Valencia y en un par de días tendrá que dirigir bien sus pasos, no sea que la rutina le lleve al vestuario local, que es algo así como su casa. El Bilbao Basket le ha lanzado una dedicatoria: “Los que permanecen nunca se van. Vuelve Mumbrú”. Este se siente agradecido: “Es bonito, lo vi lo el otro día, me quedé emocionado, solo tengo palabras de agradecimiento”, explica en Radio Bilbao.
Considera el preparador barcelonés que “lo mejor es no pensar mucho en lo que va a venir”, por eso ahora mismo lo que le absorbe sus energías es el partido, ya que llega tras el estreno con derrota en la Euroliga, ante el Baskonia. Augura que las mariposas en el estómago serán parecidas a las que revoloteaban cuando visitó al Madrid con el Bilbao Basket. “Notaré algo similar, pero en Bilbao he pasado muchos años y está tu nombre y tu número colgados, hay algo más sentimental”, refrenda en alusión a la camiseta con el 15 retirada.
De hecho, en la capital vizcaína han nacido varios de sus hijos y como lleva tan sólo dos meses fuera, todo está muy fresco. “No sé si caerá alguna lágrima, a lo mejor, pero antes no, luego quizá con todo lo emotivo que puede ser. Es algo especial, no es uno más, de los más especiales que voy a tener y así me lo tomo”, resume. “Prefiere aparcar los sentimientos. “Quiero hacer un buen partido, intentar ganar. El Bilbao es un gran equipo, está jugando muy bien y tiene mucha confianza, va a ser complicado de verdad. No han ganado porque sí, están defendiendo bien y haciendo las cosas como deben. Se pensaba que podían caer en Badalona y ganaron, después ganaron en casa fácil (al Betis) y en Europa se fueron a la cancha del Nymburg y volvieron a ganar”, destacó. “Tienen dos ‘cincos’ bastante diferentes, buenos anotadores en la posición de ‘dos’ y los bases dirigen bien, saben lo que quieren y cómo quieren hacerlo. Hay que parar al ‘uno’ y al ‘dos”, reclamó.
Espera que el equipo “reaccione bien” tras la derrota y la mala imagen que dieron el jueves en el estreno en la Euroliga ante el Cazoo Baskonia en un choque en el que reconoció que les afectó la “ansiedad”. “Hay que mejorar cosas, pero tenemos que pensar que tendremos muchos partidos, que jugar la Euroliga es difícil y que tenemos que pensar siempre en el siguiente encuentro, no te puedes quedar con el anterior”, proclama. No se para a pensar sobre si este partido tan especial viene demasiado pronto, “llega así y ya está, no hay que darle muchas vueltas, a veces la fortuna te trae estas cosas”.
Hakanson apunta que al ver al Valencia reconoce muchos sistemas solo con los gestos que hacen los jugadores. La otra parte, la de Mumbrú, lo entiende: “Era el base se tiene que acordar de todo, mal iríamos si se le ha pasado. Le tengo mucho cariño, lo ha hecho muy bien cuando estábamos allí, seguro que intenta hacer un buen partido”. Y Ponsarnau cree que el Valencia puede hacer pagar al Bilbao Basket los platos rotos de la Euroliga, y que no tienen tanto nivel como Madrid y Barça para un torneo tan grande. “Tengo muy buenos jugadores, estamos en una etapa de construcción, cada uno sabe cómo tiene su equipo. Me habría gustado ganar ese estreno en Euroliga”. Mañana vuela el Valencia y juegan el domingo; a Álex no le va a quedar mucho tiempo ni ganas para distraerse, aunque le gustaría saludar a la legión de amigos que tiene en la ciudad el Guggenheim. “Nos dejará poco margen. Alguno me ha invitado a un ‘txoko’, no nos da tiempo, estamos centrados en el partido y ya iremos algún otro día de turismo”.