España-EE UU: el futuro es suyo
La Selección Sub-17 se cuelga la medalla de plata tras caer en la final del Mundial de Málaga de la categoría frente a Estados Unidos, que suma seis oros seguidos.
Gloria a los héroes caídos. La Sub-17 se colgó una soberbia medalla de plata en el Mundial de la categoría tras caer frente a Estados Unidos en una sobresaliente final que dominó durante 25 minutos. La Selección tuvo contra las cuerdas a un rival extrafísico que temió perder su hegemonía intercontinental (enlaza seis oros seguidos en la Sub-17) ante un grupo dirigido por Javi Zamora en el banquillo y liderado en cancha por Aday Mara, Izan Almansa (glorioso MVP Mundial y parte del mejor quinteto) y Lucas Langarita (miembro también del cinco ideal). Hay muchas esperanzas en esta generación del 2005, en unos jóvenes que cerca (muy cerca) estuvieron de emular a los eternos Júniors de Oro y a su oro de Lisboa en 1999 ante el mismo rival. No pudo ser, pero el futuro es suyo.
Sin nervios y con la cabeza fría, metiéndose en la mente de los estadounidenses, la Selección comenzó el partido de una manera gigantesca. Primero, contestando con facilidad las embestidas de un eléctrico Castillo (8-8) para, luego, golpear. Con paciencia, pero con contundencia. Folgueiras y Mari, desde el perímetro, y Hugo González, con un mate estratosférico en contraataque, dispararon la ventaja hasta un +7 (18-11) que Mara se ocupó de guardar. El gigante aragonés de 220 centímetros era el ancla de una zona mutable que ahogaba a los norteamericanos. Ni desde fuera (0/6 de tres) ni por dentro, encontraban la manera de meter mano a una Selección que solucionaba fabulosamente todos los problemas que le salían por el camino (presión en toda la cancha, cambios constantes en defensa...). El juego fluía con Conrad Martínez a los mandos. El marcador también con los latigazos de Langarita y Mari.
Y cuando todo lo demás fallaba, Izan Almansa. El pívot, en la academia estadounidense Overtime, ya rozaba el doble-doble (8 puntos y 8 rebotes, 9 y 15 al final) antes del descanso tras 18 minutos sobre la cancha. Un esfuerzo hercúleo que le permitió rebañar todos los balón sueltos, controlar los tableros y a la Sub-17 escapar de los escenarios más comprometidos (33-31 al cerrar el segundo cuarto y 40-38 al alba del tercero) frente a unos norteamericanos que no encontraban explicación a lo que pasaba sobre la pista. Sin entender cómo su nivel físico no les permitía poner la correa a un rival rabioso.
Mantener en la primera parte el motor a tan altas revoluciones se notó en la segunda. España gripó en los últimos 15 minutos. Se fue a negro, con las piernas agarrotadas tras un campeonato muy exigente. El cerebro no conseguía el aire necesario para seguir el ritmo a un rival que no bajo ni un ápice el listón hasta tener a su presa a tiro. Le costó, 25 minutos, pero al final cazó a los chicos de Javi Zamora con un parcial de 4-22 (del 47-40 al 51-62) ayudado por las 15 pérdidas de la Selección en el segundo periodo y los seis puntos sin réplica de Fears Jr., el auténtico verdugo de la Sub-17 con 17 tantos y 6 asistencias para 20 de valoración, junto a Flagg: 10 puntos y ¡17 rebotes y 8 robos para 30 de valoración!
A pesar de la andanada, España no se fue del todo. Trató de jugar más rápido, sin permitir a la defensa rival organizarse, y con Mara de faro en las alturas: 9 de sus 16 puntos llegaron en un esprint final que no sirvió para remontar. Estados Unidos conquistó el torneo, pero la Selección el mundo entero.