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LEB ORO

El Movistar Estudiantes necesita a Mark Hughes

El escolta estadounidense no ha empezado con buen pie la temporada. Este miércoles, ante el GBC (19:30), su implicación debe ser clave.

Mark Hughes, escolta del Movistar Estudiantes, antes del partido contra el MoraBanc Andorra.
Juan Pelegrin

El Movistar Estudiantes atraviesa su primera crisis real de la temporada. Las dos derrotas seguidas en Alicante, en un partido que no supo cerrar, y frente a un Andorra superior descendieron a los colegiales a la quinta posición de la LEB Oro con un balance de 6-3 tras la disputa de las nueve primeras jornadas de la competición. Una herida que aún no hace temblar (queda mucho curso por delante) pero que puede hacerse más profunda y preocupante este miércoles en San Sebastián si no ganan este miércoles al Guuk Gipuzkoa Basket (19:30 horas, LaLigaSportsTV).

Los vascos son un rival peligroso. Liderados por Kyle Jaworski, segundo máximo anotador de la categoría (18,7 puntos de media), han sido los únicos en derrotar por el momento al Zunder Palencia. También llevaron a la prórroga la pasada jornada al Força Lleida en Barris Nord. E, incluso, el Hereda San Pablo Burgos no pudo soltarse de su dentellada hasta el último cuarto.

“Es un equipo que tiene jugadores de mucho talento. Son duros. Tenemos que ser serios. Si todos vamos a lo mismo seguro que nos lo llevamos”, analiza Rubén Domínguez, escolta ramireño, sobre un partido en el que Javier Rodríguez, entrenador ramireño, no podrá contar ni con Kamaro Jawara ni con Leo Démetrio. El ala-pívot noruego ya se perdió el duelo frente al MoraBanc Andorra por una lumbalgia aguda y el también cuatro brasileño padece una rotura de fibras en el isquio pierna izquierda, que le impidió terminar el duelo contra los del Principado.

Dos bajas claves que provocan que el resto de la plantilla tenga que dar un paso adelante. Sobre todo, a principales espadas como Mark Hughes, que ha tenido un arranque de temporada muy por debajo de lo esperado y que es vital para el crecimiento de los colegiales. Sin él, un anotador y penetrador de clase, todo es mucho más difícil.

El escolta estadounidense (24 años y 1,93 m) fue uno de los grandes refuerzos del Estudiantes para esta segunda temporada en LEB Oro tras su brillante paso por el Lleida: promedió 13,2 puntos (49,2% desde el triple) y 12,2 de valoración y fue fundamental para que los ilerdenses llegaran hasta la Final Four de Girona, donde cayeron contra el anfitrión. Medias muy por encima de las que acumula con el Movistar por el momento. El norteamericano está en 5,4 tantos con un 40% de tres y un bajo 20% de dos. Su valoración está en 3,6.

“Depende un poco de él. Tiene toda mi confianza, pero le falta ese partido bueno, ese que le dé la confianza para demostrar todo el baloncesto que tiene. Todos esperamos ese día”, analizó Javier Rodríguez a su pupilo en una entrevista para AS antes de las Ventanas.

Para el entrenador colegial uno de los problemas para ese bajón numérico puede estar en que su protagonismo ha descendido en el Estudiantes con respecto al Lleida. “Viene de un equipo donde era muy importante, jugando muchos minutos y aquí el rol es muy diferente: hay días que juega 12, 15, 18 minutos… en una plantilla de 12 jugadores si repartes 200 minutos tienes que hacer malabarismos, pues eso a veces es difícil de asimilar y él está en ese proceso”, explica el técnico, que necesita a su estrella más que nunca. Y la afición colegial, también. Es ahora.