Fallece Román Carbajo, uno de los grandes en Bilbao
Fue un jugador que destacó por su pundonor. Conocido como ‘el pívot de San Francisco’ en alusión a la calle en donde nació. Fue internacional.
El baloncesto en Bilbao ha pasado un desierto durante muchos años. En el pasado brotaron jugadores como Iturriaga y Morales, hasta que en la era moderna despuntó Salgado. Junto a ellos, en un segundo plano, todos se acuerdan de Román Carbajo Alonso, nacido el 9 de diciembre de 1967 en la capital vizcaína. Hoy toca decir adiós a un jugador que no era un dechado de técnica, pero sí destacaba por su pundonor y su fuerza reboteadora. Fue uno de los grandes del Caja Bilbao, un proyecto muy efímero, en el que también estaban los inolvidables Kopicki, Lockhart, Davalillo, Mauraza, Lafuente... Y de ahí pasó al Breogán, Baskonia, Ourense y Andorra, donde colgó las botas en 1997. La rodilla le dijo basta. Era tío de Unai Calbarro, que llegó a jugar en el Baskonia, donde fue el recambio de Ramón Rivas.
El baloncesto en Bilbao se tiñe de luto por el adiós al célebre ‘pívot de San Francisco’, en alusión a una calle marginal con mucho bullicio en Bilbao. Fue un referente del llamado ‘espíritu Maristas-Patronato’ el único internacional absoluto salido del frontón de Iturribide. Como junior ya logró situarse en la plantilla profesional del Caja Bilbao. En la ACB jugó 243 partidos y anotó 1.814 puntos, con un promedio de 7,5 y un tope de 26.
Se trataba de un pívot característico de los años ochenta, de esos que tenían que hacer de todo: puntos, rebotes, asistencias... “ahora uno puede coger 7 rebotes y no hacer nada más y puede ser un partido bueno”, sostenía. Su mejor momento como deportista, confesado por él mismo, fue el Mundial con la selección Sub-22, y la internacionalidad absoluta con Díaz Miguel, con tres participaciones. Su hijo Ander Carbajo Ferreras quiso seguir su ejemplo.