Sin Deck, Yabusele y con dudas contra lo nunca visto en Euroliga

La heroica persigue al Real Madrid en la Champions League de fútbol, o al revés, y esta mística tampoco se escapa de la competición homóloga del baloncesto. En la Euroliga los blancos llevan dos partidos al límite, en la que se ha demostrado que es la cancha más caliente de la competición (Stark Arena), pero ahí siguen. Haciendo valer el relato de favorito pese a todo. De cómo acabó todo en Madrid, incluyendo la macropelea del WiZink Center, a un 2-2 con el que la serie vuelve al recinto de la Plaza de Felipe II, que se espera que esté a rebosar este próximo miércoles 10 de mayo a las 21:00 horas. Va a necesitar más dosis de épica para doblegar al Partizán; no porque no haya demostrado que le puede ganar, es que las desgracias se van acumulando.

Los aficionados del baloncesto se acordarán de la eliminatoria europea contra Anadolu Efes en 2021. Porque el cariz que está cogiendo ésta se empieza a parecer de manera sospechosa. Apoyado en la energía de Garuba aquel Madrid de Laso levantó, en aquel caso en su hogar, un 2-0 para jugárselo todo en Estambul contra un equipo destinado a la victoria. Los blancos pasaban por el mismo trance de superpoblación en la enfermería, una diferencia que parecía insalvable y un rival con falta de fiabilidad en los momentos importantes, lo que aprovechó el Real para llevar al límite la eliminatoria aunque la perdiera. Aquel es considerada una de las grandes gestas, fuera de las evidentes victorias, de la era de Pablo Laso al frente del equipo.

Todo lo que pierde el Real Madrid

Para el tercer y cuarto se esperaba contar con Vincent Poirier, que regresó en el segundo duelo casi sin entrenar después de un proceso de apendicitis que obligó a practicarle una operación. El pívot francés debía ser el apoyo de Mateo con Tavares a la expectativa (se hizo daño en la rodilla izquierda en el primero, no jugó el segundo), pero se lesionó durante el calentamiento y el técnico no pudo dar marcha atrás a la convocatoria. El de Cabo Verde forzó y terminó con 41 de valoración en la primera piedra de las dos victorias a domicilio. La participación de Poirier para el quinto también está en el aire.

Las posiciones interiores son el quebradero de cabeza al que se enfrenta el Madrid. Petr Cornelie no cuenta con la confianza del cuerpo técnico ni aunque todo se complique y es una baja que penaliza -también en el aspecto mental- a un jugador que está en su primera campaña con la camiseta del Real. En el segundo encuentro ni se vistió, y eso que Tavares no estaba y Poirier andaba lejos de su mejor nivel, y en los dos duelos de Belgrado promedió la friolera de 2:41 minutos sobre la pista. Y suena a irreconciliable. Cornelie, llegado desde la NBA el pasado verano, es un ala-pívot con buen tiro exterior que ha ido de menos a más este año aunque mantiene lagunas en su juego, tanto en defensa como a nivel de decisión.

Sin duda es la baja de Deck la que rompe este equilibrio. El argentino se ha mostrado, desde su regreso a mitad de la pasada temporada desde Oklahoma City Thunder, que tiene un peso en los momentos importantes de los partidos que se ha ganado por sí mismo. Eso lo pierde el Madrid. Y veremos hasta cuándo. Es un alero que puede defender al exterior más desequilibrante y que no se arruga si su pareja de baile es más alta, más fornida y juega en la pintura. Tampoco tendrá esa versatilidad. Gaby promedia 19,3 de valoración en esta serie, sólo tres partidos por su sanción en uno de ellos.

Y es que otra de las bajas confirmadas para el Real Madrid en el quinto y último enfrentamiento contra los de Zeljko Obradovic comparte posición con Cornelie, la de ala-pívot, y el potencial físico para jugar fuera y dentro que también tiene Deck. Hablamos de Guerschon Yabusele, que no jugará más en Europa este año. La Euroliga le sancionó con cinco partidos sin poder jugar, y en Madrid el próximo miércoles se cumplirá el tercero. Sí puede participar en lo que queda de Liga Endesa, para lo que la pena impuesta no computa.

El Madrid se presenta, por tanto, con Poirier en duda, Cornelie sin fe, Deck y Yabusele en la nevera y un Tavares rejuvenecido pese a que también está tocado físicamente (luce una aparatosa protección en su pierna dañada). No se espera tampoco al joven Eli John Ndiaye. Sólo se mantiene intacto Anthony Randolph y éste viene de dos años y medio de calvario por las lesiones y casi 34 años en su haber. Por fuera Causeur ha estado con fiebre y no ha podido participar en los encuentros de Belgrado y Abalde ha corrido la misma suerte aunque sí estaba disponible. La recuperación de pilares clave como Sergio Rodríguez y Adam Hanga, que le han dado dinamismo a los ataques, y la estabilidad ofensiva que den estrellas como Dzanan Musa o Mario Hezonja puede contrarrestar los acuciantes problemas por los que pasa el Madrid.

Sin contar lo demás, llega el Partizán

El tiempo de baja de Gabriel Deck está por determinar. Podría regresar para el último tramo de la Liga, si el Madrid se clasifica para la final, en caso de que la recuperación sea extremadamente favorable. Pero para la Euroliga no va más, es baja, y a lo que se enfrenta el club al que pertenece es a amenaza tras amenaza.

Para el quinto del WiZink regresa Kevin Punter, el anotador más fiable de Obradovic. En el primer encuentro decidió con un triplazo en la cara de Yabusele y en el segundo mató el encuentro antes de que se metiera en la pelea con Llull que precedió a la locura. Ha cumplido ya su sanción. Ayudará a sacar los puntos que el Partizán no ha tenido en sus dos duelos como local, también sabiendo que Aleksa Avramovic no podrá estar ya que sufrió una fractura en la mano izquierda en el tercer episodio. De la misma manera se espera a un Exum más recuperado que en los dos últimos partidos tras la lesión sufrida en Madrid, por la que mantiene el dedo índice de su pie izquierdo con dolor. El alocado Madar ha ganado minutos al frente del plantel, Nunnally se mantiene como segunda referencia en ataque, Trifunovic y Smailagic han dado buenos relevos a sus titulares cuando Zeljko ha echado mano de ellos y falta ver el papel del Lessort (crecido cuando Tavares no era oposición y empequeñecido hasta lo irreconocible en el cuarto enfrentamiento).

La lesión de Deck y la baja de Yabusele pegan duro en la variabilidad que aportan al juego del Madrid. Y el Partizán se presentará en el Palacio con un Zach LeDay, de un perfil similar que le permite ser interior movible pese a no tener tanta altura, que firmó doce de catorce en tiros de dos en la velada del jueves.