Matteo Spagnolo llega con dudas a su duelo con el Real Madrid

El Alba berlinés mantiene el perfil bajo en una Euroliga salvaje que, anteponiendo con el método de la formación de jóvenes antes que los fichajes a golpe de talonario, se le viene encima por momentos. Es el caso de este inicio de campaña, en el que han logrado una sola victoria en nueve compromisos. Con tales números y en la parte baja de la clasificación hay mucha presión aunque la estrategia sea la de cocinar el equipo a fuego lento.

En esas filas hay ya habituales (Schneider, Delow, Mattiseck, Nikic), extranjeros de bajo coste (Koumadje, ex del Estudiantes; Wetzell, ex del Baskonia), alemanes que son un seguro (Johannes Thiemann) o americanos a los que probar fuera de su país (Sterling Brown). Además de otros chicos de corta edad como Louis Olinde (25) o Ziga Samar (22), con buena proyección, hay dos italianos que le ponen el olor a pasta y pizza: Gabriele Procida y Matteo Spagnolo. Y la disposición de estos dos últimos no está siendo la misma; el segundo se encuentra atrapado en sus propios miedos después de terminar su etapa -plagada de cesiones- en el Real Madrid.

El Alba continúa con una estructura española en la recta Berlín. En la dirección deportiva sigue Himar Ojeda, con quien se inició un proyecto troncal de la mano de Aíto que el segundo de éste, Israel González, ha dado continuidad desde el banquillo cuando el legendario entrenador madrileño dio un paso al lado. Es un ecosistema en el que Spagnolo debe sentirse con fuerza, no sólo por lo dicho sino porque se confía de pleno en él.

Matteo firmó un contrato el pasado verano hasta la temporada 2025/26. Ya es internacional y eso que sólo tiene 20 años. Al Real Madrid había llegado en 2018 directo del Stella Azzurra de Roma, uno de los clubes formadores con más caché de Italia, y se mantuvo en la cantera hasta que en 2021 se le dio salida mediante una cesión. Había debutado con el primer equipo, pero no había espacio en la plantilla y no entraba en el esquema de Laso para ganar minutos de forma progresiva. Se le buscó acomodo en su tierra y durante dos años: primero, en el Cremona; después, en el Trento; en ambos promedió 12,2 puntos por encuentro, buena cifra. Pero, ahora con Chus Mateo, siguió sin ver el hueco necesario para regresar a la casa blanca y aceptó el reto del Alba, subiendo un escalón que se está haciendo demasiado alto.

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El desempeño de Matteo Spagnolo en lo que va de Euroliga con el Alba no da la talla. Son sólo 5,3 puntos por encuentro en una media que sólo se mantiene gracias a sus dos mejores días: los 15 puntos a la Virtus y los 12 puntos al Baskonia. Sus porcentajes de uno (100) y de dos (44) son buenos, nada que ver con el de triples (1/9, 11%), por lo que el problema es que no se atreve o no recibe las posesiones suficientes para finalizar. En la única victoria del curso hasta ahora, en casa frente al Olimpia de Milán, se quedó a cero en anotación pero dio 6 pases de canasta (su media es de la mitad, 3). Tiene 19 minutos de presencia en pista, por lo que la escasez de exposición no es parte del problema. En la competición doméstica, Bundesliga, los números se asemejan (6,6 puntos y 4,6 asistencias): no es miedo escénico, es falta de adaptación al equipo como entorno. Para aquel que no le tenga tan ubicado, Spagnolo es un base-escolta que viste el número ‘3′ y mide 1,93 metros, con capacidad para driblar y estética tanto para lanzar como para manejar (elegido hace un año por Minnesota Timberwolves en la NBA).

Con 1-8 a la casa del Real Madrid

En la jornada 9 el italiano no participó en el encuentro que su Alba tuvo en Belgrado con el Partizán. Se resolvió fácil para los serbios, 89-74. El campeón del mundo Thiemann volvió a ser el mejor de los alemanes, metió 21 puntos, mientras que en el lado de Obradovic los más acertados fueron Avramovic (20), Andjusic (16), Nunnally (14) y LeDay (14). González dio descanso a Spagnolo -también a Bean y Rapieque- en la previa del duelo tan esperado que tiene en la jornada 10: la visita al WiZink Center para enfrentarse al Real Madrid (jueves 23, Movistar+, 20:45 horas). Llegar con hambre al pabellón de un líder que no ha perdido ni en ésta (8-0) ni en las demás competiciones (19-0) no es la mejor idea.