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EUROLIGA

Madrid y Barça mandan en Europa

Llega el parón a una Euroliga totalmente dominada por el Real Madrid y en la que el Barcelona defenderá en las últimas ocho jornadas su segundo puesto.

Actualizado a
Facundo Campazzo, base del Real Madrid, entra a canasta tras dejar atrás a Laprovittola y Da Silva, del Barça, en la semifinal de la Supercopa el pasado 16 de septiembre en Murcia.

Llega el parón de la Euroliga. En una competición que avanza a un ritmo frenético, incluidas sus ya establecidas semanas de jornada doble, es noticia que la competición pare tres semanas, dos de vacío continental… que no de baloncesto: la próxima se juegan las Copas domésticas (la de la Liga Endesa, en Málaga) y la siguiente, hay Ventana FIBA de selecciones nacionales, sin coincidencia con la Euroliga tras el acuerdo alcanzado por ambas partes el pasado verano. La FIBA retiró sus partidos de noviembre, la Euroliga accedió a parar en este tramo de febrero.

A estas dos semanas de sequía en Euroliga seguirá el tramo decisivo de la competición: las ocho últimas jornadas de la fase regular (se han jugado 26), el nuevo play in (dos plazas en cuartos en juego, al estilo NBA, para los clasificados del séptimo al décimo) y ese playoff que da acceso a la Euroliga, que se jugará en Berlín del 24 al 26 de mayo.

A este punto de la temporada se ha llegado en una situación excepcional para Real Madrid y Barcelona, que son primero y segundo de una clasificación en la que los otros dos españoles, Baskonia y Valencia Basket, pelean por estar al menos en ese nuevo play in. Son octavo y noveno, con un ojo puesto en la sexta posición (plaza directa en cuartos) pero con el otro en el undécimo que deja totalmente fuera de la lucha por el título. La clasificación está realmente apretada y cada jornada trae invitaciones para el optimismo y llamadas a los ataques de nervios.

El Madrid manda, el Barcelona pisa fuerte

El Real Madrid es líder intocable (22-4) aunque ha perdido en tres de sus últimas cuatro salidas (Barcelona, Mónaco y Milán; en la cuarta ganó en Múnich al Bayern). Y el Barcelona ha ganado terreno como segundo tras arrollar al Alba y colocarse en 18-8 mientras el Mónaco asaltaba la pista de la Virtus, que estaba a solo un partido de los azulgrana, que ahora tienen dos de ventaja sobre tres equipos que comparten balance (16-10): Panathinaikos, Mónaco y Virtus. Por el sexto puesto, el último sin play in, pelean Olympiacos y Fenerbahçe (los dos 15-11) con el Baskonia a un partido (14-12). El Madrid ya ha asegurado, y el Barça está cerca de hacerlo, uno de los objetivos prioritarios cuando arrancó la competición: evitar ese cara o cruz de la nueva repesca.

No es nada habitual que Real Madrid y Barcelona manden en la clasificación. De hecho, desde que se juega con este formato de Liga de fase regular (2016-17, esta es la octava temporada), nunca han sido primero y segundo antes de los playoffs. El Barça ha sido primero dos veces (2020-21 y 2021-22), pero el Madrid fue sexto y cuarto en esas temporadas. Los blancos han acabado líderes una vez (esta será la segunda si no sucede nada muy, muy extraño), en un curso 2016-17 en el que el Barça fue undécimo y ni jugó los cuartos de final.

Si el Barça amarra la segunda plaza, no es un asunto intrascendente: los dos españoles tendrían a los dos equipos salidos del play in como rivales en cuartos, siempre con un factor cancha que suele ser muy trascendental en ese playoff y, además, no se podrían ver las caras hasta una hipotética final en Berlín. Después de dos años con duelo en semifinales (y dos triunfos del Real Madrid, el gran desastre de la era Jasikevicius-Mirotic), este no se podría repetir porque en la Final Four se cruzan primero/octavo contra cuarto/quinto y segundo/séptimo contra tercero/sexto. La temporada pasada, el Barcelona fue segundo y el Real Madrid, tercero. La anterior, acabaron primero y cuarto.

El Real Madrid, por consenso el mejor equipo del continente, dominó el primer tramo de la temporada por aplastamiento y ahora (coincidiendo con una inoportuna lesión de Edy Tavares) ha tenido unas semanas de rendimiento más discreto, pero tiene un colchón que hace impensable que pierda el liderato. El Barcelona, un escalón como mínimo por debajo, está en todo caso a un nivel altísimo, sobre todo en el Palau, en la primera Euroliga de Roger Grimau como entrenador. En los últimos diez partidos, los dos están 7-3, el mejor balance en ese tramo junto a Panathinaikos, Mónaco y Olympiacos. Nadie les ha recortado.

La fuerza del WiZink y el Palau

El factor cancha es, otra vez, fundamental. Y nadie lo aprovecha como ellos: el Real Madrid no ha perdido todavía en el WiZink (13-0). Y el Barcelona solo ha caído una vez (13-1) en el Palau, contra el Milán. Son los mejores en su pista junto a Fenerbahçe (11-1) y seguidos por un Bolonia que ayer perdió su segundo partido en Italia (11-2). El Real Madrid alarga su fortaleza y también es dominante en los viajes: con un balance de 9-4, es el único por encima del 50% fuera de su pabellón. Le siguen, muy lejos, Mónaco (7-7), Baskonia (6-6) y un Olympiacos ya en negativo (6-7). El Barcelona está en 5-7, no pésimo pero lejos de su nivel en el Palau.

El domino estadístico también es abrumador: son primero y segundo (108,3 el Real Madrid, 95,6 el Barça) también en valoración. Y los blancos mandan, además, en anotación (89 puntos, el Barcelona es quinto con 83 de media), asistencias (21,2 por las 19,5 de Olympiacos) y tapones (3,7). Además, marchan segundo y tercero en rebotes, por detrás del Bayern de Pablo Laso. Y el Real Madrid es el segundo que más triples convierte (11 el Baskonia, 10,5 los de Chus Mateo).

Después de 26 jornadas muy duras, es obvio que los números no mienten y la clasificación no tiene nada de casual. El Real Madrid ha sido el mejor equipo hasta ahora. Y tendrá que ser, si quiere repetir título, el primero que gane tras acabar líder de la fase regular. Tiene cuatro partidos de ventaja a falta de ocho jornadas, así que solo un cataclismo le apartaría de la primera plaza. El Barça, por su parte, está en un muy meritorio segundo puesto pero tiene trabajo porque aprietan, sobre todo, Panathinaikos y un Mónaco que visita el Palau en la siguiente jornada. Partido grande.