El salto cualitativo de Nnaji

El pívot del Barça James Nnaji anotó 11 puntos, encestó cuatro tiros de campo sin fallo y registró 16 créditos de valoración en la victoria de este jueves contra el Maccabi Tel Aviv (90-92), batiendo así su mejor marca personal en la Euroliga en estos tres apartados. La baja del lesionado Jan Vesely brindó una oportunidad que el jugador nigeriano, de 19 años, supo aprovechar. Más allá de sus registros ofensivos, Nnaji aportó energía, intimidación y rebotes (3) a la pintura del Barça, que superó al conjunto israelí por 10 puntos mientras el africano estuvo sobre la pista.

“Fue un esfuerzo de equipo. Nos faltaban jugadores y pusimos toda nuestra energía. La buena defensa en el último cuarto nos hizo ganar”, valoró tras el partido el pívot azulgrana, que fue eliminado con cinco faltas a 3:19 del final y aun así batió su récord personal de minutos jugados este curso (14:41). Este pico de rendimiento refleja la evolución de un jugador que trabaja para incorporar nuevos registros a su repertorio más allá de la exuberancia física que le ha caracterizado desde que debutó con el Barça en la Euroliga en noviembre de 2021 con 17 años y 3 meses.

Ante el Maccabi, sin ir más lejos, Nnaji, que mide 2,12 metros, culminó un robo con un mate tras cruzar la pista botando y también encestó en acciones de poste bajo. Un potencial salto cualitativo para un interior que hasta ahora basaba su anotación en el mate. Otro aspecto a destacar es la mejoría en la mecánica de tiro. Aunque aún sea pronto para considerarle fiable en este aspecto, el pívot anotó ayer los cuatro tiros de campo y los tres tiros libres que lanzó. Una tendencia sostenida: si el curso pasado promedió un 76,2% (16 de 21) en tiros de dos y un 46,2% (6 de 13) en tiros libres, esta campaña los guarismos son del 80% (8 de 10) y el 50% (8 de 16), respectivamente.

En su temporada de estreno con el primer equipo, la 2021-2022, Nnaji jugó 10 partidos en la Liga Endesa, en los que firmó un 4 de 9 en tiros libres (44,4%). Al curso siguiente, el nigeriano llegó a los 35 encuentros, con un promedio del 53,8% desde línea de personal (28 de 52). Y esta campaña, después de diez encuentros, el pívot ha anotado los dos tiros libres que ha intentado.

Desde el club azulgrana apuntan a que esta evolución responde a la constancia del jugador, que junto con Oscar Da Silva y Rokas Jokubaitis es el que más tiempo dedica a practicar el lanzamiento después de los entrenamientos, combinada con el trabajo específico dirigido por el cuerpo técnico. En las primeras dos temporadas de Nnaji con el primer equipo fue Tomas Masiulis, entrenador asistente de Sarunas Jasikevicius, el principal responsable de esta labor, que ahora realiza Rafa Martínez, entrenador de desarrollo de jugadores, con la ayuda de los otros miembros del ‘staff’ de Roger Grimau.

Aunque desde la entidad azulgrana reconocen la mejoría en la mecánica de tiro y la capacidad de trabajo que Nnaji ha exhibido en las últimas tres campañas, también apuntan a que es un jugador que funciona mucho por sensaciones. Es decir, que es más fácil que anote cuando se siente bien y con confianza que cuando juega poco. Un condicionante, como la tendencia a cometer faltas evitables por su exceso de ímpetu, entre otros aspectos, que el jugador de 19 años deberá pulir en su proceso de maduración.

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