El Madrid devora líderes
El Real Madrid tocó fondo la pasada semana en la Euroliga con su derrota ante el Zalgiris, que más allá del tropiezo casero dejó en evidencia la poca competitividad del plantel en Europa. La perspectiva de la semana siguiente tampoco era muy halagüeña, porque asomaban los dos dominadores de la clasificación, el París y el Mónaco, para cerrar la primera vuelta. El amenazante balance de 6 victorias y 9 derrotas podía aumentar a un casillero desesperanzador si volvía a sucumbir. Sucedió justo lo contrario. Del potencial 6-11 que proyectaba el peor de los supuestos se ha pasado a un 8-9 que acerca al Madrid al playoff, a falta de la mitad de choques por disputarse. Los de Chus Mateo visitaron el martes al París, que era el líder del momento, y recibieron el jueves al Mónaco, que también llegó al frente de la tabla. El Madrid se ha comido a los dos líderes con dos solventes actuaciones que tienen varios factores en común. Principalmente, el espíritu en la cancha: intensidad, defensa, velocidad, circulación, solidaridad...
También hay nombres propios, sobre todo dos que antes no estaban. Musa, que sí jugaba pero apenas aportaba, se ha reencontrado. Y Garuba, que no jugaba por lesión, suma ahora su fuerza natural. Con estos elementos, para Campazzo y Tavares, o incluso para Hezonja y Deck, es un poco más fácil competir. Ellos solos no pueden siempre apagar los fuegos. En el reverso hay otro nombre, el de Rathan-Mayes, que lleva tres partidos sin entrar en las convocatorias. Su futuro parece lejano. Después de esta doble victoria, el Madrid ha saltado del peor momento de la temporada a la situación más dulce en solo un puñado de días. Así es el deporte. Ahora hace falta que se consolide. Este domingo tendrá delante al primero de la ACB, el Valencia. Ya ganó al Unicaja cuando encabezaba la Liga. A los blancos se le dan bien los líderes, ya lo ven. ¿Será capaz de devorar a otro?