El doble pecado del Madrid
El equipo blanco inicia en Bolonia ante la Virtus un esprint de 6 jornadas para meterse en el playoff. Lejos de casa va 4-10 y es el peor de los 13 primeros. En los triples naufraga.

La carrera de fondo que es la fase regular de la Euroliga se ha convertido para el Madrid en un esprint desbocado de seis jornadas en las que tiene que ganarlo casi todo para meterse en el playoff. Su balance actual lo coloca 12º en la tabla con un 50% de victorias (14-14) y quizá necesite los seis triunfos para optar a la sexta plaza (la última que clasifica de forma directa para cuartos) y cuatro victorias, al menos, para colarse en el play in (del 7º al 10º). Una situación que le genera al equipo “cierta ansiedad y frustración”, como reconoce Chus Mateo, que da su receta: “Hay que sufrir un poco menos, en el resultado y en el juego, y disfrutar un poco más. (…) No nos salen las cosas, pero somos tenaces y no nos cruzamos de brazos. Buscamos con ahínco la solución”.
Un Madrid en apuros que arrastra un doble pecado, el lanzamiento de tres puntos y las salidas fuera de casa. En Bolonia se le presenta otra gran ocasión de ganar a domicilio, algo que no consigue desde el 10 de enero en Kaunas. Desde entonces, cuatro salidas y cuatro derrotas para un cómputo de 4-10 lejos del Palacio que lo ha hundido en el pozo. El peor de los trece primeros. De hecho, las opciones que mantiene son porque en pista propia sus números (10-4) solo los alcanzan tres clubes: Panathinaikos y Bayern (12-2 ambos) y Olympiacos (11-2). El Real únicamente ha vencido en cancha del Zalgiris, Alba y París (tres duelos seguidos entre diciembre y enero) y, antes, al Barça en el Palau tras dos prórrogas.
Hoy, en Bolonia (la Virtus acumula 11 derrotas en 15 duelos en su Segafredo Arena), los blancos están obligados a ganar y para eso deben jugar mejor. Porque el segundo gran pecado que arrastran es el de su pobre tiro de tres, algo relacionado con la puntería pero también vinculado a su baloncesto. Los seis primeros exhiben unos porcentajes en el triple de entre el 36% y el 39%, mientras que el del Madrid es de un 33% (14º), solo claramente por delante de la Virtus (31%) y el Alba (29%). Un lastre cuando, además, es el quinto que más intentos realiza (28,6 y solo 9,4 anotados).
Abalde, el mejor en el triple
Si ponemos el foco en los jugadores, Musa cumple (38%) y Abalde es el único que saca nota (42%), aunque con menos de la mitad del volumen de tiro de Hezonja. El croata no llega al 32% y contrasta con su 39% en ACB, lo que quizá refleje una peor selección de lanzamiento en una competición que exige más al grupo. Campazzo (31%), Llull (30%) y Feliz (26%) tampoco están al nivel deseado. “Tratamos de hacer un baloncesto en el que el balón circule con paciencia para encontrar tiros en buenas posiciones que nos den buenos porcentajes. A veces la ansiedad nos ha hecho tomar malos lanzamientos y esos fallos nos han afectado a nivel mental y, después, hemos ejecutado tiros abiertos que hay que meter y no lo hemos hecho”.
Más allá, el Madrid ha perdido potencia de tiro con los cambios en la plantilla y carece de un cuatro puro que amenace de tres como en su día Thompkins, Randolph o Yabusele. Un hándicap de peso.
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